sábado, 31 de diciembre de 2022

Año Nuevo 2023

 

 Cristo, principio y fin de cuanto existe bendiciendo su obra.


¡FELIZ AÑO NUEVO!

 

Nos despedimos del año de gracia 2022, que Dios nos ha concedido, dándole gracias por todo lo que por su bondad hemos recibido. En algunas comunidades religiosas y en algunas iglesias, se despide el año con una celebración de acción de gracias con el Santísimo expuesto, y así se recibe el Año Nuevo, suplicando que desde el primer día siga derramando sus bendiciones sobre los miembros de nuestro hogar, nuestra comunidad, nuestra ciudad, nuestro país y sobre el mundo entero.

 

La liturgia de este día, nos regala en la primera lectura esta preciosa bendición: “El Señor te bendiga y te proteja, ilumine su rostro sobre ti y te conceda su favor; el Señor se fije en ti y te conceda la paz. Así invocarán mi nombre sobre los israelitas y yo los bendeciré” (Nú. 6, 22-27)

 

Y en el salmo responsorial, escuchamos estas bellas peticiones y alabanzas: “El Señor tenga piedad y nos bendiga, ilumine su rostro sobre nosotros: conozca la tierra tus caminos, todos los pueblos tu salvación.

Que canten de alegría las naciones, porque riges el mundo con justicia, riges los pueblos con rectitud, y gobiernas las naciones de la tierra.

¡Oh Dios!. Que te alaben los pueblos, que todos los pueblos te alaben. Que Dios nos bendiga; que le teman hasta los confines de la tierra” (Sal. 66).

 

Víctor, desde el cielo, desea que aceptemos con alegría estas bendiciones que Dios quiere derramar en nuestros corazones y correspondamos siempre con gratitud y acción de gracias, como él trató de hacerlo mientras vivió en este mundo.

miércoles, 28 de diciembre de 2022

Los Santos Inocentes

Matanza de los niños inocentes por mandato del Rey Herodes.


Celebramos en este día la Fiesta de los Santos Inocentes, los niños a quienes la crueldad del rey Herodes convirtió en santos mártires, los primeros en morir por Cristo. San Quodvultdeus, obispo, nos dice que antes de poder hablar ya confesaron a Cristo con su muerte:

 

Los niños, sin saberlo, mueren por Cristo; los padres hacen duelo por los mártires que mueren. Cristo ha hecho dignos testigos suyos a los que todavía no podían hablar. He aquí de qué manera reina el que ha venido para reinar. He aquí que el liberador concede la libertad, y el salvador la salvación. Pero tú, Herodes, ignorándolo, te turbas y te ensañas y, mientras te encarnizas con un niño, lo estás enalteciendo y lo ignoras.

¡Oh gran don de la gracia! ¿De quién son los merecimientos para que así triunfen los niños? Todavía no hablan, y ya confiesan a Cristo. Todavía no pueden entablar batalla valiéndose de sus propios miembros, y ya consiguen la palma de la victoria”.

 

Los niños, convertidos en hijos de Dios por el bautismo, son el mejor regalo de Dios para los padres y familiares, a la vez que todos sentimos por ellos cariño y ternura por su sencillez e inocencia.

 

Los niños fueron una de las debilidades de Víctor. Les quería de corazón, y como en esa edad captan fácilmente quien les quiere, se ganaba fácilmente su confianza. Con ellos se ponía siempre a su altura, sin importarle hacer lo que para otros resultaría ridículo. Todos sus nietos le recuerdan con un cariño entrañable, porque sentían que para él eran muy importantes, y le querían, no porque les hiciera regalos, sino porque les acompañaba, jugaba con ellos, respondía a sus preguntas, les ponía en contacto con la naturaleza, les enseñaba a rezar, era capaz de llevarles a misa a un pueblo vecino y convertir la caminata en una verdadera aventura etc. ¡Cómo gozaba con sus nietos!



sábado, 24 de diciembre de 2022

Felicitación de Navidad

Nacimiento de Jesús en una cueva de Belén.


 

¡FELIZ NAVIDAD!

 

Desde la Casa del Padre, Víctor desea que gocemos de la Paz y Alegría que Jesús nos trajo con su Encarnación. Y lo hace con las palabras de este himno que la Iglesia canta en Navidad

 

Hoy grande gozo en el cielo

todos hacen,

porque en un barrio del suelo

nace Dios.

¡Qué gran gozo y alegría

tengo yo!

 

Mas no nace solamente

en Belén,

nace donde hay un caliente

corazón.

¡Que gran gozo y alegría

tengo yo!

 

Nace en mí, nace en cualquiera,

si hay amor;

nace donde hay verdadera

comprensión.

¡Qué gran gozo y alegría

tiene Dios!

 



miércoles, 21 de diciembre de 2022

Testimonios Jesús Manuel Herreros Recio

Vista de Villamuriel de Cerrato (Palencia)

 

Villamuriel de Cerrato (Palencia) Día 9 de noviembre de 2015

 

Muy recordado y querido José Francisco

Gracias…Gracias…Gracias…

Primero por la vida de su hermano Víctor. Es una gracia poder contar con él en la familia de sangre y para todos en la familia de los bautizados. Me ha gustado recibir el libro. Mi madre ya se lo ha leído encantada y le recuerda también con mucho cariño. Ha prometido que cuando vuelva a Vigo allá para finales de Enero, se pasará a saludarle.

 

Me alegro de que esté bien, de que se dedique a esta tarea tan interesante de dar a conocer la vida de este hombre tan bueno. Me alegro mucho porque le veo ilusionado y con ese espíritu juvenil y apasionado que nunca le abandona. Seguro que la fuerza del Evangelio y la sencillez del Carmelo le animan a seguir desde el silencio y la oración.

 

Tengo un recuerdo muy grato del tiempo que convivimos en la difícil misión de Baltanás. Conocerle, tratarle y compartir las tareas me vino muy requetebién.

Nuevamente gracias… La misión es así, ir de acá para allá levando, no nuestra alegría  nuestras ideas, sino el Evangelio y la persona de Jesucristo que nunca defrauda…

 

Seguimos en contacto. Si necesito más propaganda o algún libro de Víctor ya se lo diré. Ha sido una grata sorpresa saber de Vd., como siempre un don de Dios. Se lo agradezco de corazón. Ojalá algún día también pueda yo acercarme a Vigo y podamos darnos un abrazo fraterno. De momento a seguir en el surco de la vida allí donde la misión nos lleve.

 

Atentamente, firmes en la fe y en el amor.

 

Jesús Manuel Herreros Recio, sacerdote.



sábado, 17 de diciembre de 2022

Aniversario del Proceso de Beatificación de Víctor

Mons. Ricardo Blázquez, Cardenal Arzobispo de Valladolid en un momento de su intervención.

 

Mañana se cumple el aniversario de la apertura solemne del proceso de Beatificación de Víctor Rodríguez en la iglesia de las madres carmelitas descalzas de Valladolid, cuarta fundación de Santa Teresa, realizada por el Cardenal Arzobispo de Valladolid Mons. Ricardo Blázquez.

 

En ese acto solemne, el vicepostulador, P. Francisco brandle, después de presentar las razones serias en que se basaba la petición, pidió a  Mons. D. Ricardo Blázquez que se dignara abrir oficialmente el Proceso de beatificación de Víctor Rodríguez, a lo que el Cardenal Arzobispo de Valladolid accedió muy gustoso. De las palabras que pronunció destacamos las siguientes:

 

Abrimos el Proceso de Beatificación y Canonización, con la esperanza de que pronto podamos celebrar la Fiesta de su Beatificación, con los signos que el Papa evaluará en su momento, y que son una especie como de puerta abierta para proceder a la Beatificación que pedimos esta mañana. Bendecimos al Señor, porque en medio de la Iglesia, su Espíritu suscita personas de esta categoría espiritual y de esta talla espiritual…En el momento de participar en esta apertura solemne, pidamos al Señor que pronto avale los signos de la santidad de Víctor Rodríguez, cercano a nosotros.

 

El Proceso sigue su curso. Los dos censores teólogos encargados de dar su dictamen sobre la ausencia en ellos de elementos contrarios a la fe y a las costumbres y los tres peritos históricos encargados de buscar y recoger los escritos del Siervo de Dios, tienen avanzado su trabajo. También el Tribunal ha comenzado a llamar a los testigos que le conocieron para declarar acerca de sus virtudes.

 

Damos gracias a Dios en este primer aniversario del inicio del Proceso de Canonización de su Siervo Víctor Rodríguez y le pedimos que ilumine a cuantos tienen que participar en este proceso para que pronto le podamos venerar como Beato.

 

miércoles, 14 de diciembre de 2022

Habla Víctor Don de Ciencia (II)

San Juan de la Cruz, poeta de la belleza de la creación


San Juan de la Cruz, en la Subida del Monte Carmelo, demuestra que todos los caminos son nada si no llevan a la cruz. Tanta renuncia, desnudez y desasimiento asustan a las almas. El alma iluminada por el Espíritu Santo no quiere nada de nada, porque todas las cosas son vanidad fuera de amar y servir a Dios. Todos los bienes y ciencia de los hombres nada son, la esencia está en unirnos a Dios mismo y lo demás es accesorio y frecuentemente vacío. Esto no significa que se niegue las perfecciones relativas de las criaturas, estas pueden servir de medio para ir a Dios, no dejan de ser criaturas creadas por Él. Por todo ello, el alma que esté enamorada de Dios, no la son impedimento, al contrario, la llenan de Dios.

 

Bajo el influjo del Don de Ciencia, aprendemos a mirar a este mundo desde la perspectiva de Dios. Una vez que lo hayamos conseguido, las criaturas ya no serán un obstáculo en el camino hacia Dios, sino que incluso podrán ser un puente hacia Él, pues en ellas reconoceremos las obras de sus manos.

 

Pocos como San Juan de la Cruz  han hablado del peligro que supone poner nuestro corazón en las criaturas, que, ante la grandeza de Dios, nada son, pero a la vez, cómo resalta que la contemplación de su belleza puede llevarnos a Dios. Por eso en el Cántico Espiritual, canción cuarta, pregunta a las criaturas: ¡Oh bosques y espesuras,/ plantadas por la mano del Amado! / ¡Oh prado de verduras / de flores esmaltado/, decid si por vosotros ha pasado!

 

Y la respuesta la da en la canción quinta: Mil gracias derramando, / pasó por estos sotos con presura,/ y yéndolos mirando,/ con sola su figura,/ vestidos los dejó de hermosura. Y en el comentario añade: “Según dice San Pablo, el Hijo de Dios es resplandor de su gloria y figura de su sustancia (Hebr. 1, 3). Es, pues, de saber que con sola esta figura de su Hijo miró Dios todas las cosas, que fue darles el ser natural, comunicándoles muchas gracias y dones naturales, haciéndolas acabadas y perfectas”.




sábado, 10 de diciembre de 2022

Testimonios Ángel Arrabal (XI)

Interior de la fábrica de Pepsi-Cola en que trabajó Víctor


5- LA HUELGA

En la fábrica, sobre todo en la sección de almacén donde se manejaban las carretillas mecánicas, había obreros más concienciados y algunos pertenecían a Comisiones Obreras, que acababa de ser ilegalizado como sindicato y a cuyo líder, Marcelino Camacho, habían detenido en una fábrica cercana, con una gran protesta por parte de los obreros.

 

En el verano de 1969, yo iba sustituyendo a varios oficinistas de vacaciones y pasaba por distintos departamentos, con la opción de moverme con bastante libertad por toda la fábrica. Un militante sindical contactó conmigo para contarme que se preparaba una huelga para exigir mejoras laborales y que iban a paralizar la fábrica echando arena a los cojinetes de la lavadora. Esto produciría una avería que tardarían más de una semana en reparar.

 

Se lo conté a Víctor y me dijo rotundamente que no estaba de acuerdo con esos métodos y que aunque fuese poco a poco, se podían conseguir algunas mejoras de forma pacífica.

Esas fueron mis últimas semanas en la fábrica de Pepsi. Al año siguiente, me fui a Frankfurt con el carnet internacional de estudiante y busqué trabajo ¡¡¡en Coca-Cola!!!.

Se trabajaba ocho horas, de lunes a viernes. Los trabajos más duros de meter botellas en las cajas y cargar las cajas en palets estaban mecanizados. La tarde del viernes se paraban las máquinas para hacer limpieza general. Los sábados por la mañana se podía echar unas horas extraordinarias que pagaban muy bien. Una vez al mes los jefes traían un acordeonista y preparaban una merienda en la fábrica que ellos mismos servían y un día en mitad del verano organizaron un crucero en barco por el Rin.

Los peones eventuales éramos españoles, portugueses, italianos, turcos etc. Ganábamos casi el doble que en nuestros países de origen, trabajando menos y el trato era “alemán” pero respetuoso. Los compañeros alemanes apreciaban nuestro esfuerzo en hablar su idioma y los jefes lo recompensaban con puestos más especializados.

 

A veces pensaba en la fábrica del barrio de las Carolinas, con su mugre y sus jornadas agobiantes y se me hacía increíble su atraso, pero a la vez que pudiese tener un peón en la nave de producción con tanta calidad humana y finura espiritual.

 

La memoria, a mi edad, tiene lagunas y nieblas. Todo lo que cuento es lo que recuerdo, pero acepto que puede haber algún error o alguna imprecisión en mi narración. De lo que estoy seguro es de la profunda impresión que me dio el haber compartido trabajos y charlas con Víctor en aquellos veranos en la fábrica.





miércoles, 7 de diciembre de 2022

Florecillas. Predica sin hablar

San Francisco de Asís, gran predicador con el ejemplo.


A un señor que coincidió en alguna ocasión con mi padre en la capilla de nuestro monasterio,  le llamó tanto la atención su comportamiento, que luego hizo de él este comentario: “El padre de la hermanita (refiriéndose a mí) predica sin hablar”. (Eva)

 

Hablar de Dios, de Jesús, de sus obras, de sus enseñanzas, etc., es relativamente fácil y todos lo hacemos con frecuencia. Pero, ¿damos ejemplo con nuestra vida de lo que hablamos? Seguro que muchos de los que escuchan nuestras palabras, al comprobar que  no coinciden con las obras, se acordarán de las palabras que Jesús dirigió a los fariseos: “Haced lo que os dicen, pero no lo que ellos hacen, porque ellos dicen, pero no hacen” (Mt 23. 3).

 

Víctor habló mucho de Jesús, pero a la vez puso en práctica sus enseñanzas y trató de que su vida fuera fiel reflejo de lo que Jesús nos pide en las bienaventuranzas. Por eso vivió en pobreza, fue manso y humilde, tuvo un corazón limpio, fue misericordioso, etc. Víctor vivió según las exigencias del Evangelio con la mayor sencillez. Predicó más con sus obras que con sus palabras.

 

En las Florecillas de San Francisco, se cuenta que un día, el santo dijo a uno de los hermanos más sencillos: “Vamos a predicar”. Y que salieron con las manos metidas dentro de las mangas, la capucha sobre la cabeza, y en silencio dieron un largo paseo por la ciudad de Asís y regresaron al convento. El hermano, al llegar, le preguntó muy extrañado: ¿Y el sermón? Francisco le contestó: Hermano, ya hemos predicado dando ejemplo de pobreza y humildad.



sábado, 3 de diciembre de 2022

Habla Víctor Don de ciencia (I)



Con los anteriores dones el alma es gobernada con las virtudes morales. Los de ciencia, entendimiento y sabiduría introducen al alma en las virtudes teologales, estas penetran en el centro del alma y la gobiernan y la disponen a la perfecta unión con Dios. Esta luz divina nos ilumina por dentro dejando apartadas las atracciones de la criaturas que generalmente impiden el progreso espiritual. Todas estas luces nos son dadas por el Don de la ciencia. Pero hay que renunciar a todo querer y atracción humana para que este Don actúe en nuestras almas, así las atraerá hacia la cruz.

 

Como indica muy acertadamente Víctor, a través de los cuatro primeros dones (temor de Dios, piedad, fortaleza y consejo) el Espíritu Santo guía nuestra vida moral perfeccionando a las cuatro virtudes cardinales: prudencia, justicia, fortaleza y templanza. A través de los tres últimos (ciencia, entendimiento y sabiduría) el Espíritu Santo conduce directamente nuestra vida sobrenatural, completando la obra de las tres virtudes teologales: fe, esperanza y caridad.

 

El Don de Ciencia es un hábito sobrenatural por el cual la inteligencia del hombre, bajo la acción iluminadora del Espíritu Santo, juzga rectamente de las cosas creadas en sus relaciones para con Dios. Y como las criaturas pueden relacionarse con el fin, ya sea impulsándonos a él, ya tratando de apartarnos del mismo, el don de ciencia da al hombre justo el recto juzgar en ambos sentidos.

 

En nuestro seguimiento de Cristo, estamos expuestos a la tentación de dejarnos llevar por la atracción de las criaturas, cayendo en un apego desordenado a ellas. Así les sucede en general a los no creyentes, pero también a muchos creyentes nos resulta difícil librarnos de su fuerza de atracción.




miércoles, 30 de noviembre de 2022

Testimonios Ángel Arrabal (X)

Publicidad antigua de Pepsi-Cola.


Víctor no era un predicador ni un moralista, contemplaba con una sonrisa franca y, a veces, escéptica, el transcurrir de la jornada y solo se confiaba con quien le ofrecía confianza.

 

Nunca se metía en discusiones políticas y alguna vez que le di mi opinión sobre la explotación a la que estábamos sometidos los peones por unas migajas económicas, cuando los jefes y, sobre todo, los accionistas y dueños de la empresa se llevaban casi todo el beneficio de nuestro trabajo, Víctor, apenas argumentaba que la responsabilidad de los jefes era cosa de ellos, y que nosotros teníamos que ganarnos el pan lo más honradamente posible.

 

En las oficinas de los distintos departamentos (Producción, Almacén, Ventas, Personal y Nóminas, Administración etc.) las diferencias de jerarquías se evidenciaban en la calidad de los trajes y en la marca de los coches, pero también se marcaban de forma violenta, dando órdenes a voces y subrayando con tacos la autoridad del que gritaba.

 

Entre los oficinistas predominaban las conversaciones ramplonas y, a veces, obscenas, y algunos jefes de traje caro alardeaban cada día de sus noches de cabaret. Había bastante alcoholismo y los camareros de los bares cercanos venían con frecuencia trayendo bandejas de café que, en realidad, eran carajillos bien cargados de coñac. En los turnos de noche, se sabía que había alguna prostituta ofreciendo sus servicios en la zona en que aparcaban los camiones.

 

El conjunto de la fábrica funcionaba con un sistema de rivalidad entre jefes, departamentos, empleados, conductores, peones y eventuales. Esa competencia de sueldos, primas y prestigio se hacía pública en cuadrantes mensuales que mantenían divididos y, a veces, enfrentados a los trabajadores, porque las primas que premiaban a algunos, se restaban de los posibles beneficios comunes.



sábado, 26 de noviembre de 2022

Florecillas Este hombre es un místico

Dos personas hablando con una religiosa en el locutorio.


Un día, a la puerta de nuestro monasterio, entabló conversación con un sacerdote que se disponía a entrar en el locutorio. Después, el sacerdote le hizo este comentario a nuestra Madre: “Este hombre es un místico” (Eva).

 

A los lectores que no hayan visitado algún monasterio de carmelitas descalzas les resultarán extrañas las palabras “Locutorio” y “Madre”. Se llama locutorio al recinto en que las carmelitas reciben las visitas. Consta de dos recintos suficientemente amplios, separados por una reja. A un lado de la reja se reúne la comunidad o alguna religiosa, y al otro lado la persona o personas que se acercan a hablar. Y Madre, es el nombre que dan a la superiora de la comunidad.

 

En el caso que relata Eva, se trata de un sacerdote que estaba a punto de entrar en el locutorio, bien para hablar con la superiora, bien para dar una charla de cosas espirituales a las religiosas, pues en los locutorios de las carmelitas suele haber un letrero que dice: “Una de dos ha de ser: o no hablar o hablar de Dios, que en la casa de Teresa, esta ciencia se profesa”.

 

Pero, ¿de qué habló con Víctor antes de pasar al locutorio para que no pudiera contener su admiración, y sin que nadie le preguntara exclamase: Este hombre es un místico?

 

Probablemente del valor de la oración contemplativa y de la suerte que tienen las carmelitas descalzas de pasar la mayor parte del día en presencia del Señor alabándole, bendiciéndole e intercediendo por los que no pueden dedicarle el tiempo por estar absorbidos por los quehaceres de cada día.



miércoles, 23 de noviembre de 2022

Habla Víctor Don de Consejo (II)

Don de Consejo con el que el Espíritu Santo
nos habla al corazón.


Si la Sagrada Escritura compara el Espíritu Santo como un susurro, queda claro que sólo en silencio exterior e interior la puede escuchar el alma. San Juan de la Cruz dice que habla en silencio divino y en silencio le tiene que escuchar el alma. También nuestro juicio se pega a nosotros y nos impide razonar en la verdad. El apego a la propia opinión nunca es bueno, no es indicio de la acción de la gracia, el alma tiene que ser sensible a la obediencia, raíz de la humildad. El alma pegada a su propio parecer no puede gozar del Don de consejo. San Juan de la Cruz dice: “niega tus deseos y hallarás cuanto deseas”.

 

El Don de Consejo actúa en nosotros especialmente cuando se nos presenta de repente alguna dificultad a la que hay que dar respuesta rápida, puesto que el pecado o el heroísmo es cuestión de segundos. Sólo el Espíritu Santo nos dará la solución y el valor para hacer lo correcto.

 

Este Don suscita en los verdaderos espirituales el deseo de pedir luces a los legítimos representantes de Dios en la tierra, pues su voluntad es que el hombre se rija y gobierne por los hombres. El Espíritu Santo suscita en los santos tal sumisión a sus legítimos representantes en la tierra, que, en caso de que haya conflicto entre lo que Él les inspira y lo que les manda el superior o el confesor, quiere que obedezcan al superior o al confesor.

 

Así se lo manifestó a Santa Teresa; “Siempre que el Señor me mandaba una cosa en la oración, si el confesor me decía otra, me tornaba el mismo Señor a decir que le obedeciese; después Su Majestad le volvía para que me lo tornase a mandar”. (V. 26, 5) Y así lo cumplió Santa Teresa, llegando al extremo de hacer burla al Señor cuando se le aparecía, pues así se lo pedía el confesor por creer que se trataba del demonio.



sábado, 19 de noviembre de 2022

Testimonios Ángel Arrabal (IX)

Embotelladora madrileña de Pepsi-Cola en la que trabajó Víctor

 

A Víctor siempre le vi muy recto en el cumplimiento de las tareas del trabajo, sin participar en corrillos ni maniobras de pérdida de tiempo. Cuando, por una avería, se detenía la cadena y todos aprovechábamos para descansar un rato, él se ponía a colocar y ordenar cosas que andaban por medio e incluso barría los montones de cristal y basura que se acumulaban bajo la cadena.

 

En esa época en que le conocí, los peones de plantilla le respetaban bastante, aunque le consideraban un poco raro y demasiado recto. Si estaba cerca, bajaban la voz cuando, en algún descanso, contaban chistes procaces o fanfarronadas machistas.

 

A Víctor no le gustaba que nos divirtiéramos con las “azañas” de un hurdano rechoncho y bajito que acababa de incorporarse como peón y decía, muy serio, que le habían engañado nada más llegar a Madrid, porque había comprado un televisor y solo se veía a los hombres pequeñinos, pequeñinos… o que batía repetidamente la puerta de su frigorífico para sacar el aire caliente.

 

El hurdano se sentía protagonista haciendo reír a todos y sus dichos corrían por la fábrica, incluso por los despachos de los jefes, aumentados y corregidos por el ingenio de los más locuaces. Víctor no participaba en estas chanzas que, en parte, distraían la monotonía y una vez le oí decir: “Esas bromas no le hacen ningún bien a él, y a vosotros menos”.



miércoles, 16 de noviembre de 2022

Florecillas. Obediencia al confesor

D. Ramón Pedreira Ancochea, 
director espiritual de Víctor.

Su director espiritual le indicó que no debía seguir yendo a visitar enfermos en el hospital porque le afectaban mucho los desinfectantes… Como tenía experiencia de que cuando se encontraba mal e iba a misa, al llegar el momento de comulgar, su salud se fortalecía, quiso hacer la prueba de asistir a la santa misa, justo unas horas antes de la visita a los enfermos. Pero llegó la hora de la comunión y no sintió la acostumbrada mejoría, sino que seguía decaído. Entonces comprendió que lo que Dios quería era que obedeciese a su confesor y así lo hizo. (Eva)

 

Su confesor y director espiritual, D. Román Pedreira Ancochea, del mismo modo que le aconsejó que no se quedase orando en la parroquia  avanzada la noche, para evitar los problemas de los atracos nocturnos, de nuevo le aconsejó que no visitase a los enfermos en los hospitales, porque comenzaban a afectar a su salud los desinfectantes que usan para evitar los contagios.

 

En esta ocasión, consciente de la mejoría que solía tener al comulgar, se le ocurrió la idea de comulgar antes de hacer la visita a los enfermos con la esperanza de poder atenderlos sin que le afectaran los desinfectantes, pero el Señor, en este caso no le ayudó.

 

Así cayó en la cuenta de que, más valoraba el Señor su obediencia al confesor, que sus visitas a los enfermos, e inmediatamente dejó de prestar ese servicio y se limitó a orar al Señor por ellos, pero por obediencia, pues hubiera preferido seguir visitando a los enfermos, en los que veía al Señor, aunque tuviera que soportar molestias respiratorias y sufrimientos físicos.



sábado, 12 de noviembre de 2022

Habla Víctor Don de Consejo (I)

Espíritu Santo. Don de Consejo


El Espíritu que mi Padre os enviará en mi nombre y os recordará todo lo que hice (Jn 14, 26). Él mora en todas las almas para recordarnos y aconsejarnos todas sus enseñanzas. Solo este Don nos ilumina a dejar nuestros groseros pareceres y nos hace comprender todas las sugerencias divinas, en susurro interior, que enseña sin palabras. A su vez es auxiliar de la virtud de la prudencia, guiados por ella nos damos cuenta cómo debemos comportarnos en todas las circunstancias de la vida. Nos hace percibir la luz del Espíritu Santo, nos hace ver el camino que tenemos que recorrer. A más profundidad en el Espíritu Santo, más luz recibe. “Habla Señor que tu siervo escucha” (1 Sm 3, 9). Por medio de este Don, es nuestro consejero en el camino a la santidad. Si no lo percibimos, es porque nuestra alma queda ensordecida por las criaturas.

 

Una de las cuatro virtudes llamadas cardinales, porque deben estar presentes en todas las obras buenas que realizamos, es la Prudencia. Gracias a esta virtud, aplicamos sin error los principios morales a los casos particulares y superamos las dudas sobre el bien que debemos hacer y el mal que debemos evitar.

 

Para completar a la Prudencia, el Señor nos concede el Don de Consejo, que es un hábito por el que el alma en gracia, bajo la inspiración del Espíritu Santo, juzga rectamente, en los casos particulares, lo que conviene hacer en orden al fin último sobrenatural.

 

Tanto la virtud de la Prudencia como el Don de Consejo, coinciden en juzgar rectamente en los casos particulares cual es la voluntad de Dios, pero entre una y otro hay una gran diferencia, y es que, por la prudencia, actúa guiada por la razón iluminada por la fe, mientras que por el Don de Consejo, actúa movida directamente por el Espíritu Santo, es decir, por razones divinas.



miércoles, 9 de noviembre de 2022

Testimonios. Ángel Arrabal (VIII)


Acciones de la Fábrica Embotelladora madrileña de Pepsi-Cola.


ACCIONES EN EL RECUERDO.

Durante un turno de noche, a altas horas de la madrugada, estaba metiendo en las cajas botellas de litro. Esto se hacía sin guantes y de una forma mecánica, casi sin mirar. De pronto sentí un trallazo de dolor y vi sangre en la mano que había cogido una botella que venía rota de arriba a bajo, como un bisturí.

 

 En el alboroto siguiente, mientras me vendaban, bajó el encargado y dispuso que, de momento, dejara de coger botellas y fuese a otro puesto más tranquilo. Víctor, que había aparecido desde el principio, se enfrentó con energía al encargado y dijo que me tenía que ir inmediatamente a urgencias para saturar convenientemente la herida. Todos callaron y se hizo como había dicho Víctor. Todavía conservo la huella de la cicatriz que recorre todo el dedo índice.

 

Víctor conocía la legislación laboral, y sabía de una norma que concedía el tiempo necesario para asistir a misa en el caso de que se trabajase en domingo. Nos lo comunicó a unos cuantos que sabía que estaríamos de acuerdo y, a media mañana del domingo, íbamos en pequeño grupo a la cercana parroquia de los Almendrales. Al acabar la misa, intentábamos dar un rodeo para no llegar tan pronto a la fábrica, pero Víctor se puso muy serio y nos dijo que el permiso era para ir a misa y no para holgazanear ni escaquearnos de nuestro trabajo, por eso debíamos volver lo antes posible y trabajar duro para intentar recuperar algo del tiempo concedido.



sábado, 5 de noviembre de 2022

Florecillas. Hablando por teléfono

Modelo de teléfono de los que usaba Víctor

 

El cargo de Hermano Mayor (de la Congregación de San Felipe Neri) le obligaba a atender a los hermanos de la Congregación que le llamaban por teléfono, en algunas ocasiones casi todos los días, coincidiendo casi siempre con el corto descanso nocturno que daba a su enfermo cuerpo, conversaciones que la mayoría de la veces se hacían interminables y que él soportaba pacientemente, atendiéndoles con bondad. (Eva)

 

Los asuntos ordinarios de la Congregación de seglares de San Felipe Neri, se trataban en las reuniones de la Junta directiva que se celebraba una vez al mes. Los asuntos más importantes se trataban y decidían en las Juntas Generales, que se celebraban generalmente dos veces al año, la más importante en torno a la fiesta de San Felipe Neri, en que se renovaban los cargos directivos.

 

Como para muchos de los asuntos, especialmente los relacionados con la economía y con los problemas jurídicos, se nombraba como responsables un Secretario y un Administrador, ambos necesitaban comunicarse con el Hermano Mayor para tomar decisiones.

 

Para ayudar a los pobres enfermos, la Congregación tenía unos terrenos en Peña Grande, unos pisos en la calle Atocha y acciones en la empresa Ibertubo, ubicada en Toledo. Estas tres fuentes de ingreso fueron motivo de frecuentes pleitos a los que Víctor tuvo que hacer frente durante los nueve años que estuvo al frente de la Congregación. Por eso le llamaban con tanta frecuencia y las conversaciones solían ser largas.

 

Víctor, a pesar de regresar a casa muy cansado del trabajo en Pepsi-Cola, donde hacía con frecuencia horas extra para ayudar a los pobres, siempre dialogaba con ellos por teléfono el tiempo que fuera necesario y terminaba agradeciéndoles lo que hacían por los enfermos.

 

 

 

miércoles, 2 de noviembre de 2022

Habla Víctor Don de Piedad (II)

Frutos del Don de Piedad.

El Padre testifica que somos hijos suyos y nos inspira la paternidad divina sobre todos los seres humanos, sea cual fuere su situación, haciéndonos ver que Dios es Padre de todos y está sobre todos. Nos hace comprender este Don que nuestra hermandad espiritual es un lazo más fuerte que los de la sangre, siendo todos hermanos en Nuestro Señor Jesucristo; considerando a todos hermanos en Él, que lo somos, amaremos a todos por malos comportamientos que tengan. “Aprended de mí. Que soy manso y humilde de corazón y hallaréis reposo en lustras almas” (Mt 11, 29). No debemos molestarnos nunca, sea cual fuere lo que nos hagan. Este Don es implorado por tres veces al inicio de las misas.

 

Es sin duda el afecto filial que suscita en el alma el Don de Piedad lo más importante de este Don, pero también es trascendental el sentimiento de fraternidad. Las almas, dominadas por este Don de Piedad, aman a todos los hombres, viendo en ellos hermanos en Cristo, a los que quieren colmar de toda clase de bendiciones, como lo hacía San Pablo a los filipenses: “Hermanos míos queridos y añorados, mi alegría, mi corona, manteneos así fieles al Señor” (Fil. 4, 1).

 

Llevada de estos sentimientos, el alma se entrega a toda clase de obras de misericordia con los pobres, considerándolos verdaderos hermanos, y soporta cuantos sacrificios suponga el servicio del prójimo, aún el ingrato y desagradecido, porque en cada uno de ellos ve a Cristo, y hace por él lo que haría con Cristo.

 

Este Don llevó a San Pablo a afligirse con los afligidos, llorar con los que lloraban, reír con los que reían, y soportar sin enfado las flaquezas, enfermedades y miserias del prójimo, haciéndose todo a todos a fin de salvarlos a todos (1Co. 9, 19-22).



sábado, 29 de octubre de 2022

Testimonios Ángel Arrabal (VII)

La Embotelladora de Pepsi-Cola


4- VÍCTOR

En ese marco es donde conocí a Víctor, un peón de plantilla durante todo el año, que muy pronto me llamó la atención porque, a diferencia de otros peones de plantilla, nunca se aprovechaba de los novatos eventuales dejándoles los peores puestos o demorándose en las sustituciones.

 

Víctor era un hombre fuerte y tranquilo, de unos cuarenta años, que, cuando te veía en un apuro porque las cajas se te amontonaban en la cadena, aparecía de pronto y liberaba el atasco cogiendo con una sola mano las cajas llenas de botellas de litro que yo apenas podía remontar en el palet con las dos manos. Y luego se iba a su puesto, siempre sonriente y natural, sin darlo importancia.

 

Los otros peones de plantilla, muy dados a la chanza y la pillería, le tenían mucho respeto porque se expresaba con pocas palabras pero mucho sentido y porque sacaba adelante su trabajo sin errores y echaba una mano, sin reproches, cuando hacía falta.

 

En el descanso para el bocadillo, nos sentábamos en el suelo de un pequeño patio de la fábrica y, con frecuencia, hacíamos por coincidir. Era increíble en aquel ambiente, pero hablábamos de S. Juan de la Cruz y me contaba de un monasterio perdido en Las Batuecas, cerca de las Hurdes, donde iba en vacaciones, de un hospital donde colaboraba como voluntario durante el curso y de grupos de oración en los que participaba. Aunque era evidente su nivel cultural y su experiencia, nunca comentó nada de su pasado, ni de su trayectoria laboral anterior. Alguna vez comentamos algo sobre la educación de los hijos (creo que   tenía 7) y de los ideales de los jóvenes en un mundo desacralizado y sin espiritualidad.

 

Estas conversaciones eran extraordinarias en el ambiente zafio de la fábrica, pero tenían un tono muy normal, sin beaterías santurronas ni afán de proselitismo.



miércoles, 26 de octubre de 2022

Florecillas Pelo al cero

Víctor con su nieta Sara cubierta la cabeza con un típico gorro.


En otra época, en la que aún no se había puesto la moda el corte del pelo al cero, se lo pidió así al peluquero. El peluquero no se atrevió a tanto y se lo cortó al dos y aún así se reían de él por la calle al verle con semejante corte de pelo.  Lo mismo sucedía cuando llevaba en invierno un gorro para protegerse del frío, que parecía un aviador. Él iba sumergido en Dios y que pensaran de él lo que quisieran. (EVA)

 

Víctor, por esas fechas ya había superado el miedo al que dirán y tanto en el vestir como en las demás cosas, quería proceder con humildad y pobreza. Si de joven se preocupaba de su apariencia física y frecuentaba las peluquerías, en su madurez se preocupaba más de vivir como pobre, y por tanto de gastar lo menos posible, y el corte de pelo le ofrecía una oportunidad.

 

Cortarse el pelo al cero, resultaría más barato y además le duraría más tiempo con lo que tendría que acudir menos veces al peluquero y así ahorraría doblemente. De ahí su decisión de cortarse el pelo al cero. Lo que hoy es normal y frecuente, especialmente entre los de calvicie pronunciada, en aquellos tiempos resultaba llamativo y ridículo.

 

Hoy, ya no extraña ningún corte de pelo, por ridículo que sea, y hasta se busca expresamente que sea extravagante. No hay más que fijarnos en muchos jóvenes, sobre todo si son artistas o deportistas, para comprobar que entre ellos hay una especie de desafío para ver quien consigue un corte de pelo más raro para llamar la atención.

 

El gorro que se ponía en invierno para defenderse del frío, resultaba no sólo práctico, sino hasta necesario para él, ya que era muy friolero; de hecho, aparte de no ser tan llamativo como el corte del pelo al cero, se lo ponía aún dentro de la casa.



sábado, 22 de octubre de 2022

Habla Víctor Don de Piedad (I)

 El Don de Piedad.


Este Don, toque del alma en dulzura y suavidad, perfecciona y simplifica nuestras relaciones con el prójimo, siendo mas justos con nuestros semejantes con sentimiento de piedad filial, que rebasa la justicia, en especial con relación al Padre Celestial que nos invita a entregarnos a su servicio, así nos son los deberes arduos fáciles y suavemente llevaderos, elevándonos a la virtud de nuestra religión. Así se transforma nuestra simple oración en trato íntimo con Dios, haciéndose más cordial y filial, atendiendo con mayor felicidad a todo culto divino, así invocamos este Don en los momentos que nos sentimos secos y fríos, y seremos ayudados en todos nuestros trabajos interiores. A falta de la devoción sensible, es esta una de las mejores disposiciones para atraer el fruto de este Don.

 

El Don de Piedad es un hábito sobrenatural infundido con la gracia santificante para excitar a la voluntad, por inspiración del Espíritu Santo, un afecto filial hacia Dios Padre y un sentimiento de fraternidad para con todos los hombres, hermanos nuestros e hijos del mismo Padre.

 

Lo fundamental de este Don es el afecto filial a Dios como padre. A través de la razón. Iluminada por la fe, llegamos al conocimiento de Dios como creador de cuanto existe y le tributamos culto y veneración, como hicieron durante siglos los israelitas, pero solamente Jesús nos dio a conocer a Dios como Padre.

 

Por el Don de Piedad, el alma experimenta con dulzura las palabras de San Pablo: “Porque no habéis recibido el espíritu de esclavitud para reincidir de nuevo en el temor, antes habéis recibido el espíritu de filiación adoptiva, por el que clamamos: ¡Abba! ¡Padre! Ese mismo Espíritu asegura a nuestro espíritu que somos hijos de Dios! (Ro. 8, 15-16).

Así lo experimentó Santa Teresita y por eso dijo: “Mi camino es un camino completamente de confianza y de amor. No entiendo a las almas que tienen miedo de un Amigo tan tierno”.


 

miércoles, 19 de octubre de 2022

Testimonios Ángel Arrabal (VI)

Vista parcial del interior de la Embotelladora de Pepsi-Cola de Madrid.


Para los jefes que vigilaban desde la oficina refrigerada todo iba bien mientras el traqueteo agudo de las botellas indicase que la cadena estaba en marcha. Cuando algún percance o alguna avería detenían la cadena, el jefe que era mecánico y el subjefe que era electricista, cambiaban el traje por el mono y se presentaban inmediatamente en el lugar que hiciese falta. Los peones de plantilla, al ver moverse a los jefes, ya sabían que era cosa de unos minutos o si el problema era más grave y les pondría a todos a barrer la nave que acumulaba toneladas de cristales rotos y de suciedad. La limpieza general sólo se hacía en caso de avería en la cadena de producción o cuando los jefes habían recibido el chivatazo de que se avecinaba una inspección oficial.

 

Es fácil hacerse la idea de lo que suponían doce horas diarias, siete días a la semana, con una hora para comer, quince minutos para el bocadillo y cinco minutos para ir al baño. Los eventuales cada hora cambiábamos de puesto en la cadena, pero era difícil acostumbrarse al tableteo de las máquinas, al rechinar de las botellas y al calor pegajoso y dulzón de la nave.

 

Había que acercarse mucho a gritar para entenderse con el compañero; imposible mantener una conversación. Mi sensación era la de un trabajo alienante que había que hacer mecánicamente y el domingo por la tarde caer rendido y dormir hasta el lunes.




sábado, 15 de octubre de 2022

Habla Víctor. Fiesta de Santa Teresa de Jesús.

Santa Teresa de Jesús, Maestra de los espirituales.


“Yo, hermano Víctor, hago mi profesión y prometo a Dios, a la Santísima Virgen María del Monte Carmelo, a nuestra Madre Santa Teresa y a los Superiores de la Orden, obediencia y castidad, conforme a la Regla de la Orden Tercera, la cual quiero observar con la mayor perfección posible”.

 

Al coincidir este día con la celebración de la fiesta de Santa Teresa, queremos destacar la influencia que la Santa tuvo en la vida de Víctor desde que hizo promesa a Dios, a la Virgen y a Santa Teresa de seguir sus enseñanzas con la mayor perfección posible.

 

Un año antes de hacer su profesión, al iniciar el noviciado se le preguntó: ¿Qué es lo que pide?, a lo que respondió: La misericordia de Dios y el hábito de la Orden Tercera de la Santísima Virgen María del Monte Carmelo y de Santa Teresa de Jesús.

 

Desde ese momento, su compenetración con la espiritualidad carmelitana fue más profunda mediante el conocimiento de la vida y escritos de Santa Teresa y de San Juan de la Cruz, que fueron los que marcaron su espiritualidad.

 

 La lectura asidua de los escritos de ambos doctores de la Iglesia le fue llevando a un encuentro personal con Jesús a través de la oración. El trato de amistad con quien sabemos que nos ama, como Santa Teresa define la oración, fue transformando la vida de Víctor, hasta el punto de que, cuando llegó el fracaso económico, lejos de alejarse de Dios, lo aceptó como la mayor gracia de Dios, pues le había hecho ver que las riquezas humanas pueden desaparecer, pero no Dios, que es siempre fiel.

 

En su vida podemos ver hechas realidad las palabras de Santa Teresa:
Nada te turbe,/ nada te espante,/ todo se pasa,/ Dios no se muda,/ la paciencia/ todo lo alcanza;/ quien a Dios tiene,/ nada le falta:/ Sólo Dios basta.