sábado, 29 de diciembre de 2018

Habla Víctor ¡Feliz Año Nuevo!




Feliz Año Nuevo 2019. Víctor nos desea Paz, Alegría y Felicidad en el nombre del Señor y desde la casa del Padre nos envía esta bendición:

El Señor os bendiga y os proteja, ilumine su rostro sobre vosotros y os conceda su favor. El Señor se fije en vosotros y os conceda la paz” (Números 6, 24-26).

También nos anima a que comencemos el año alabando al Señor con alegría con las palabras del salmo 66:

“El Señor tenga piedad y nos bendiga, ilumine su rostro sobre nosotros; conozca la tierra tus caminos, todos los pueblos tu salvación.
Que canten de alegría las naciones, porque riges el mundo con justicia, riges los pueblos con rectitud, y gobiernas las naciones de la tierra.
¡Oh Dios!, que te alaben los pueblos, que todos los pueblos te alaben. Que Dios nos bendiga; que le teman hasta los confines del orbe”.
 
La Virgen Santa María Madre de Dios.

Y no quiere que nos olvidemos de que el día primero del año, la Iglesia celebra, como homenaje de gratitud a María, la solemnidad de María como Madre de Dios. Y de que es el Día Mundial de oraciones por la Paz.

Es lo que hacía Víctor en su hogar: Despedir el año en oración de acción de gracias y recibir el año nuevo pidiendo Paz, Alegría y Felicidad para sus seres queridos y para la humanidad entera, incluidos sus enemigos.


FELIZ AÑO NUEVO 2019



 
Paloma como símbolo de la Paz







miércoles, 26 de diciembre de 2018

Testimonios. P. Juan Jesús Sánchez (II)


P. Juan Jesús, sacerdote Carmelita Descalzo

Últimos recuerdos.
Es verdad que estaba informado, aunque fuera indirectamente, de la supuesta conversión y de la vida ejemplar del Sr. Víctor desde que sucedió su ruinoso negocio en Medina del Campo, y de su posterior establecimiento familiar y laboral en Madrid, pero no había tenido nunca la ocasión de tratarle personalmente de forma confidencial.
Tuve la oportunidad de conocer humana y espiritualmente al Sr. Víctor Rodríguez el 2002, durante sus últimos años de estancia en Medina del Campo, hasta que comenzó a tener síntomas profundos de su enfermedad.

Era un poco extraño y al mismo tiempo asombroso, oírle decir y proclamar sin el menor rubor posible, pues lo soltaba abiertamente a los demás cuando se presentaba la ocasión, que la mayor gracia que le había hecho Dios en toda su vida, fue permitir  que se arruinase económicamente, pues así le libró totalmente de la ceguera y de la esclavitud del dinero y de los bienes materiales, que habrían sido para él su perdición, sirviéndole al mismo tiempo de iluminación interior y de transformación de la mente y del corazón para progresar espiritualmente y entregarse al cumplimiento de la voluntad de Dios en toda su vida.

Víctor ya muy anciano.

Tenía una conciencia transparente en todos los ámbitos humanos, impregnada de sensibilidad cristiana. Manifestaba una fe muy sólida y coherente en todas sus situaciones personales, tanto de carácter espiritual como familiar, social y económico. Era admirable su espíritu de humildad, sencillez, caridad y pobreza, con una sensibilidad especial hacia los pobres y a las obras sociales de la Iglesia según sus posibilidades: Cáritas, Manos unidas, Domund, Vocaciones Carmelitanas y otras ayudas particulares. Practicaba un espíritu autocrítico muy riguroso y radicalista consigo mismo, sintiéndose al mismo tiempo muy lejos de la santidad.

Era extraordinariamente fiel a sus compromisos cristianos y prácticas piadosas: la Eucaristía y la comunión diaria, el rezo del santo rosario, los ejercicios espirituales anuales y sus obligaciones de terciario carmelita y de adorador nocturno.

Iglesia de los Carmelitas Descalzos de Medina del Campo donde se encontraban

Vivía intensamente todas las alegrías, preocupaciones, problemas y esperanzas de su numerosa familia. Sentía verdadera ilusión y felicidad de recordar a sus religiosas carmelitas de su familia directa y se lamentaba al mismo tiempo de no haber podido tener algún hijo sacerdote carmelita.

Concluyo diciendo que el Sr. Víctor Rodríguez era una persona de una gran fe, de una gran virtud y de una gran ejemplaridad.


sábado, 22 de diciembre de 2018

Habla Víctor. ¡FELIZ NAVIDAD!

Con estas palabras felicitaba Víctor a su hermana Gloria y a su esposo Eleuterio en las Navidades de 1990.


Que la Virgen Madre junto con San José, os alcance la gracia de poder adorar al Niño Jesús. Al mismo tiempo que os sea propicio el Año 91 (2019).
Con estas palabras felicitaba Víctor a su hermana Gloria y a su esposo Eleuterio en las Navidades de 1990.


Que paséis felizmente las Navidades y vayáis a la Iglesia a misa para adorar al Niño Jesús, como lo hacen tantos niños, sobre todo los que os estáis preparando para hacer la primera comunión, les escribía en diciembre del año 1986 a sus primeros nietos Raquel y Carlos que se estaban preparando para hacer su primera comunión.´


Deseaba a sus familiares y desea para nosotros, no una felicidad externa y pasajera provocada por el clima de festejos y regalos, como pretende la sociedad de consumo, sino la felicidad y alegría internas y permanentes que el Señor nos ofreció la noche de Navidad por medio del Ángel: “No temáis, os traigo la buena noticia, la gran alegría para todo el pueblo: hoy, en la ciudad de David, os ha nacido un Salvador. El Mesías, el Señor" (Lc 2, 10-11).


FELICES PASCUAS

miércoles, 19 de diciembre de 2018

Florecillas. Víctor Vaquerillo.

Quintanadiez de la Vega donde Víctor hizo de vaquerillo


“Mi padre llevaba las vacas a pastar a los cinco años, y mientras pastaban, él jugaba con otro niño a quien sus padres habían encomendado la misma tarea, hasta que aparecía su hermano Natalio, de unos trece años de edad y le regañaba por no cuidar con responsabilidad las vacas de casa” (Eva María).

Eva nos habla de Víctor como vaquero desde los cinco años y nos parece una exageración que a los cinco años pudiera hacer algo semejante. ¿Cómo un niño de cinco años podía llevar a pastar animales tan grandes como las vacas, cuidarlas en el prado y volverlas a la cuadra?

Joven sacando vacas a pastar.

Parece que el oficio le gustaba y algunas de las travesuras que hizo cuidando las vacas, las recordó siempre con tanto agrado, que hasta se las contaba a sus hijos y a sus nietos. Así nos consta por una carta que tenía guardada su hijo José Francisco dirigida a su Nieto Ignacio para felicitarle el día que cumplía 6 años, en que aparecen detalles tan simpáticos, que merece la pena conocer. Está escrita en Velillas del Duque con fecha de octubre de 1992 y el texto dice:

Vacas pastando en un prado
“Querido nieto: Muchas Felicidades en tu 6 cumpleaños. Que lo pases muy bien junto a tus padres y amigos.
Te voy a contar las aventuras de un niño cuando tenía 6 años. Se levantaba temprano. Después de desayunar un buen plato de patatas, cogía un palo y se llevaba las vacas a pastar en los prados.
Allí se juntaba con otros niños que ejercían el mismo trabajo. Pescábamos peces, cangrejos y ranas. Hacíamos una hoguera y los asábamos y nos los comíamos. También cazábamos lagartos, culebras, ratas, topos, erizos y otros animales. Estos no los comíamos.
Buscábamos nidos de pájaros y mirábamos cuantos huevos tenían, y cuando nacían las crías las visitábamos todos los días, hasta que se hacían mayores y volaban. También recogíamos patatas y las asábamos en la lumbre. Estas también las comíamos.
Jugábamos a escondernos entre los matorrales. El que perdía, le tocaba buscar a los otros. También nos bañábamos, así aprendimos a nadar”.
Nos llevaban la comida al prado. De postre buscábamos moras y otros frutos silvestres. Continuará.

sábado, 15 de diciembre de 2018

Habla Víctor. Oración del alma enamorada. Míos son los cielos y mía es la tierra.

Míos son los cielos y mía es la tierra.

Se celebró ayer la solemnidad de San Juan de la Cruz, a quien Víctor leyó y leyó hasta identificarse con su espiritualidad para poder ponerla en práctica. Buena prueba de ello son las palabras de Víctor que ponemos a continuación como homenaje a su Maestro, por las que podrán comprobar como algunas de sus experiencias, las expresa casi con las mismas palabras del Santo. Se trata en concreto de la experiencia de poseer y disfrutar de todo cuanto existe, porque Dios nos lo ha dado todo a través de Cristo.

Dice Víctor: “La Santísima Trinidad mía es y todas las criaturas también. Los cielos míos son. Los ángeles y los santos también. La Santísima Virgen, Madre de Dios, mía es. Las gentes buenas o malas mías son. Tierra, aire, agua y sol míos son, porque Dios es mío y para mí”.

Las gentes buenas o malas, mías son.

Son como un resumen de la “Oración del alma enamorada” de San Juan de la Cruz, una de las oraciones más bellas que se conocen, en que el santo místico y poeta ha  plasmado su gratitud y su alabanza al Dios que nos ha dado todo en Cristo. Disfruten y hagan propia esta oración:    

“¡Señor Dios, amado mío! Si todavía te acuerdas de mis pecados para no hacer lo que te ando pidiendo, haz en ellos, Dios mío, tu voluntad, que es lo que yo más quiero, y  ejercita tu bondad y misericordia y serás conocido en ellos. Y si es que esperas a mis obras para por ese medio concederme mi ruego, dámelas tú y óbramelas, y las penas que tu quisieres aceptar y hágase. Y si a las obras mías no esperas, ¿qué esperas, clementísimo Señor mío? ¿Por qué te tardas? Porque si, en fin, ha de ser gracia y misericordia la que en tu Hijo te pido, toma mi cornadillo (moneda de ínfimo valor) pues le quieres, y dame este bien, pues que tú también lo quieres…
 No me quitarás, Dios mío, lo que una vez me diste en tu único Hijo, Jesucristo, en quien me diste todo lo que quiero. Por eso me holgaré que no te tardarás si yo espero.
¿Con qué dilaciones esperas, pues desde luego puedes amar a Dios en tu corazón?

 La Madre de Dios y el mismo Dios, míos son.

Míos son los cielos y mía es la tierra. Mías son las gentes, los justos son míos y míos los pecadores. Los ángeles son míos, y la Madre de Dios, y todas las cosas son mías. Y el mismo Dios es mío y para mí, porque Cristo es mío y todo para mí.

¿Pues qué pides y buscas, alma mía? Tuyo es todo esto, y todo es para ti. No te pongas en menos ni repares en meajas que se caen de la mesa de tu Padre” (Dichos de Luz y Amor 25).

miércoles, 12 de diciembre de 2018

Testimonios. P. Juan Jesús Sánchez (I)


P. Juan Jesús, sacerdote Carmelita Descalzo

 Primeros recuerdos

Conocí al Señor Víctor en 1956 en Medina del Campo. Era un hombre en plena juventud y madurez humana, pues aunque sólo tenía 33 años, llevaba ya varios años casado, y era padre de familia numerosa. Parecía una persona rebosante de personalidad y muy seguro de sí mismo, apoyado en su familia y en sus prósperos negocios. Era dueño de una buena granja avícola en las afueras de Medina del Campo y era dueño también de una tienda de comestibles en la calle Maldonado, situada en la zona céntrica de la ciudad, teniendo vivienda en ambos lugares.

El Sr. Víctor era un buen amigo de la comunidad y del seminario menor carmelitano de Medina del Campo, pues además de tener dos hermanos religiosos carmelitas, él mismo era terciario carmelita y colaborador del centro. A los seminaristas nos resultaba una persona familiar.

Seminario carmelitano de Medina del Campo
donde se conocieron el P. Juan Jesús y Víctor.

 Siendo seminarista tuve la oportunidad de tratar directamente con el Sr. Víctor en una campaña de vacunación del gallinero carmelitano enclavado en una finca cercana a la ciudad. Me tocó ser uno de sus ayudantes o colaboradores en la provisión de las aves. Me quedó muy buena impresión humana de las horas que pasé a su lado: sociable, alegre, optimista e interesado por nuestros estudios y vocación religiosa.

Es cierto que se le notaba también que llevaba un estilo de vida un tanto aburguesado. Centrado, como era normal, en el mundo material. Pienso que le gustaba vivir bien y disfrutar de la vida sin demasiadas preocupaciones ni compromisos cristianos. Le recuerdo fumando siempre puros de marca.

Desde 1959 perdí prácticamente, durante mucho tiempo, toda clase de relación, debido a mi trayectoria vocacional y sacerdotal de carmelita descalzo, aunque supe posteriormente que fracasaron espectacularmente todos sus negocios medinenses, afectados por la crisis nacional e internacional del sector.

Víctor y Asunción con sus tres hijos mayores en la granja de Medina del Campo

Sabía también que la quiebra económica del Sr. Víctor le había impactado profundamente, replanteándose completamente toda su vida, hasta producir en él una auténtica conversión espiritual.

Vivía plenamente centrado en su familia y en su nuevo trabajo, dedicando el mayor tiempo posible a su vida cristiana: sacramentos, especialmente la eucaristía diaria, los ejercicios espirituales, la oración y el cumplimiento fiel de su ideal de terciario carmelita y adorador nocturno, procurando cumplir al mismo tiempo sus compromisos cristianos a favor de la justicia, el bien común y los más pobres y necesitados.


sábado, 8 de diciembre de 2018

Habla Víctor. Inmaculada Concepción.


 Inmaculada Concepción de Murillo


Virgen Santa Madre de Dios. Por todos los día 3 avemarías rezar y el escapulario llevar, de muerte natural varias veces me libraste. En este caminar que tantas veces caí, una tras otra me ayudaste a salir, hasta llegar a alcanzar rectamente caminar y de tu Hijo enamorar”.

Aprovechamos este día de la solemnidad de la Inmaculada Concepción de María para felicitarla y darla gracias, como lo hace Víctor, por tantas gracias como vamos consiguiendo a lo largo de nuestra vida por la presencia maternal de María que siempre esta junto a nosotros para levantarnos en las caídas y curar nuestras heridas.

Inmaculada Concepción de Velázquez.

Es posible que no tengamos que agradecer a María, como lo hace Víctor, el habernos librado varias veces de la muerte, pero es más que probable que haya intervenido, sin darnos cuenta, en determinadas circunstancias de nuestra vida, como salir ilesos de un accidente que atribuyamos a la casualidad lo que pudo ser su ayuda providencial. La experiencia de Víctor a los dos años, cuando le tomó de la mano y le volvió a la vida es única e inolvidable, pero hay otras más sencillas que nos pueden pasar desapercibidas.

Pero seguro que sí tenemos que lamentar frecuentes caídas morales, por no decir diarias, y que agradecer a María su ayuda para levantarnos. La petición que todos los días la hacemos: “Ruega por nosotros pecadores ahora y en la Hora de nuestra muerte” siempre es escuchada y por eso el Señor nos da valor para levantarnos. Si esa protección la sentimos a diario, ¿qué no hará a la hora de nuestra muerte para conseguir nuestra salvación?

Inmaculada Concepción del Greco.

Víctor no se limita a dar gracias a María por ayudarle a conseguir el perdón de sus caídas, sino que la agradece su ayuda para salir de esa situación de caídas permanentes para poder correr por el camino que le llevó a Cristo para enamorarse de Él. Con la ayuda de María podemos conseguirlo. Lean sino lo que dice San Bernardo:

“Si eres agitado por el viento de la soberbia, si de la detracción, si de la ambición, si de la emulación, mira a la Estrella, llama a María. Si la ira, o la avaricia, o el deleite carnal impelen involuntariamente la navecilla de tu alma, mira a María. Si, turbado a la memoria de la enormidad de tus crímenes, confuso a la vista de la fealdad de tu conciencia, aterrado por el horror del juicio, comienzas a ser sumido en la sima sin suelo de la tristeza, el abismo de la desesperación, piensa en María. En los peligros, en las angustias, en las dudas, piensa en María, invoca a María. No se aparte María de tu boca, no se aparte de tu corazón; y para conseguir los sufragios de su intercesión, no te desvíes de los ejemplos de su virtud. No te descaminarás si la sigues, no desesperarás si le ruegas, no te perderás si en ella piensas. Si ella te tiene de su mano, no caerás, si te protege, nada tendrás que temer; no te fatigarás si es tu guía; llegarás felizmente al puerto si ella te ampara; y así, en ti mismo experimentarás con cuánta razón se dijo: Y el nombre de la Virgen era María” (Homilía  sobre la Virgen Madre).


miércoles, 5 de diciembre de 2018

Florecillas. Víctor Monaguillo.

Grupo de monaguillos


 A nuestros padres les gustaba que sus hijos fueran monaguillos como así lo fueron varios de mis hermanos.” (Gloria Rodríguez).

Los padres de Víctor siempre fueron de las personas más cercanas y colaboradoras de los párrocos, todos ellos muy estimados en el pueblo. Dada esa cercanía y trato amistoso con los párrocos, fue normal que sus hijos fueran solicitados como monaguillos, como en el caso de Víctor.

Era muy poco lo que tenían que hacer, pero contribuían con su presencia a resaltar las celebraciones litúrgicas. Las cosas que solían hacer eran las siguientes: Acompañar al sacerdote desde la sacristía hasta el altar, responder al sacerdote en las oraciones introductorias que se hacían en latín y los niños se aprendían las respuestas de memoria sin saber lo que decían, cambiar el misal de la derecha del altar a la izquierda al llegar la lectura del evangelio, presentar las vinajeras en el ofertorio y luego ayudarle en el lavatorio de las manos; tocar la campanilla en el momento de la consagración y elevar un poco la casulla del sacerdote por detrás en el momento de la elevación; asistirle con una bandeja al dar la comunión y acompañar de nuevo al sacerdote hasta la sacristía. Hoy todo esto nos parece extraño, pero así se hacía y así lo hizo Víctor con mucha devoción.

Monaguillo en el lavatorio de las manos.

También solían tocar por turno las campanas para convocar a los fieles, pues no tenían reloj y era el modo de saber cuando comenzaba la Misa. Esto les encantaba a todos los monaguillos. Debajo de la torre había una soga conectada al badajo de la campana y desde allí se tocaba tres veces para que los fieles se fueran preparando. La primera cuando el sacerdote llegaba a la Iglesia. Tras un toque prolongado, terminaba con un toque separado. La segunda, unos minutos más tarde, terminaba con dos campanadas. La tercera y definitiva concluía con tres campanadas e indicaba que el sacerdote ya iba a iniciar la celebración.

A muchos niños les encantaba ser monaguillos y participar, pues de esa forma se les hacía más breve la estancia en la iglesia y además solía el párroco compensarles con alguna moneda o caramelos como propina.

Era muy frecuente que, aprovechando algún descuido del párroco, se bebieran algo del vino de la misa. Es muy probable que, aunque Víctor fuera de los formales, también lo hiciera alguna vez. Y para que no se notase, añadían algo de agua al vino. Ha sido una práctica general.

Monaguillos alzando la casulla por detrás en el momento de la elevación.

Lo que seguro no hizo, ni nada parecido, es lo que sí hizo años más tarde su hermano José Francisco, hoy edificante sacerdote carmelita. Siendo monaguillo, su padre le mandó que fuera a Saldaña, distante poco más de dos kilómetros a que comprara una reja para el arado. Muy obediente se acercó a Saldaña y compró la reja, pero antes de regresar se metió en una cantina en que estaban varios mozos de Quintana que le invitaron a beber, y como le gustaba el vino, le emborracharon.

Al regresar tuvo que hacer de monaguillo en un entierro y le tocó llevar la Cruz desde la casa del difunto hasta el cementerio. Iba tambaleándose por el camino y al llegar junto a la tumba, mientras se hacían las últimas oraciones, su padre tuvo que acercarse y sostenerle para que no se cayera dentro de la tumba. Al terminar el entierro su padre le dijo: Anda, vete a casa a que se te pase la mona (borrachera). Cómo estaría, que lo que le contestó fue: Ya la he dejado en casa.


sábado, 1 de diciembre de 2018

Gracias y favores. ¡ Feliz cumpleaños, Amelia!

Amelia Grace con el número 1 de su cumpleaños.

El día 19 de noviembre cumplió Amelia Grace su primer año. Desde aquí la felicitamos y ya que el Señor la concedió la vida de forma que podemos considerar milagrosa, le pedimos que la llene de alegría y de bendiciones a lo largo de toda su vida.

Recordarán que en este blog de Víctor hemos dedicado cinco post, los correspondientes a los días 19, 23, 26 y 30 de mayo y 2 de junio de este año, para hablar del proceso del nacimiento de esta niña, que muy bien puede atribuirse a la intercesión de Víctor. Pueden verificarlo visitando esas fechas.

Amelia Grace al cumplir su primer año.

Sus padres, Luisa Fernanda y Jasón, llevaban tratando de tener hijos desde el año 2012 y al no conseguirlo, como trabajaban en los laboratorios NOVARTIS lo intentaron por tratamientos in vitro también sin resultado. El 24 de diciembre de 2016, el P. Juan Luis, al felicitar las Navidades a sus amigos Dª. Inés y D. Germán, padres de Luisa Fernanda, sabiendo que tenían ya nieta Sofía, hija de Maria Waleska,  les preguntó si tenían más nietos. La respuesta no solamente fue negativa, sino llena de preocupaciones por los problemas con su otra hija Luisa Fernanda, frustrada, triste y angustiada por no tener hijos.

Amelia Grace con sus padres Jacson y Luisa Fernanda
El 6 de enero de 2017 les envió por correo electrónico una novena de Víctor Rodríguez para que la imprimieran y comenzaran a pedir al Señor que por su intercesión, Luisa Fernanda alcanzara la gracia de quedar embarazada.

El 30 de abril Dª: Inés le comunica al P. Juan Luis: “Luisa está embarazada. Tiene diez semanas”. Es decir, que Luisa quedó embarazada a mediados de febrero a los pocos días de terminar la novena que por esa causa habían hecho sus padres y otras amistades.

Otra foto de Amelia Grace.
Con alegría y regocijo les ofrecemos hoy las fotos que hemos recibido de la celebración del primer año de su nacimiento por intercesión de Víctor. De ser un día reconocido como milagro, sería el más bonito de los que se le atribuyen. La verdad es que, como comprobarán, es preciosa. Todos los seguidores del blog de Víctor nos unimos a la alegría de sus padres, abuelos y familiares cercanos.