miércoles, 30 de junio de 2021

Florecillas. Esperando a las nietas.

Víctor y Asunción con sus nietas Rebeca y Sara.


Un verano no tenía con quien dejar a mis hijas pequeñas. Quería llevarlas a Velillas del Duque, pero tenía que ser en sábado y regresar, porque el domingo no había autobús para Velillas. Mi madre y mi hermano Luis empezaron a ponerle pegas y, ¿a quién encontré en la estación de Palencia? A mi padre (ya enfermo) con su sonrisa para las niñas y se las llevó al pueblo sacándome de un gran apuro” (Teresa).

 

Más de una vez hemos hablado de que a los nietos de Víctor les encantaba que llegara el verano para que sus padres les llevasen unos días con los abuelos a Velillas del Duque. Todos ellos guardan recuerdos entrañables que les hace añorar su infancia feliz al lado de sus abuelos.

 

Víctor y Asunción con Rebeca y Sara el día de la primera comunión de Rebeca

Recuerdan las comidas tan especiales de la abuela Asunción, que se pasaba las mañanas preparando las comidas que más les gustaban y de las que era una especialista. Pero lo que jamás olvidarán son los paseos con el abuelo cariñoso y consentidor que les acompañaba en sus juegos y aventuras. Lo maravilloso del caso es que, hasta las cosas religiosas se las hacía vivir como si de una aventura se tratara para que les resultasen amables.

 

Y es que el amor que les tenía y el amor que tenía a Dios, le inspiraba cómo debía acercarlos a Él a través de su cariño y dedicación. Cada nieto se consideraba muy querido y muy valorado por el abuelo, que no tenía inconveniente en abajarse y hacerse un niño con los niños.

 

Por sus nietos tan queridos no escatimaba realizar los esfuerzos que fueran necesarios, con tal de verles felices. El caso de ir a Palencia a recibir y hacerse cargo de de Rebeca y Sara, es un exponente de ese cariño. Sólo con ver la sonrisa con que las acogía, ¿Cómo no se iban a alegrar con su presencia? El amor hace milagros y hace a uno hasta olvidarse de las enfermedades y de los achaques.




sábado, 26 de junio de 2021

Testimonios. Hermana Aurora.

 Monasterio actual de las Carmelitas Descalzas de Salamanca.


Querido P. José Francisco.

 

Acabo de leer los últimos apuntes sobre nuestro querido y admirado hermano Víctor y cómo el Señor se está manifestando con tanta claridad por medio de su humilde vida, pero tan repleta de virtudes y amor.

 

Cada día me encomiendo a él para que me ayude a vivir con esa sencillez y generosa entrega que tan agradables le son al Señor. Creo que es la perfecta manera de vida para una carmelita. También le encomendamos algunas intenciones.

 

Mi sobrino hizo la primera comunión, pero tal vez fue una circunstancia social por su boda, sigo suplicando que reciba la luz que necesita para comprender esa inmensa gracia.

 

 Monjas en oración en este monasterio en el que reside la Hnª. Aurora

El sábado enterraron a uno de mis hermanos que estos últimos meses estaba bastante mal y era mayor. Gracias a Dios fue buen cristiano y ha estado bien atendido en todo. Encomiéndelo y a los que todavía seguimos caminando.

 

Le deseo que haya disfrutado una Navidad llena de amor y gozo y que el Nuevo Año lo empecemos abiertos al Señor para recibir todos sus dones.

 

Un fraterno abrazo.

 

Aurora

Carmelita Descalza



miércoles, 23 de junio de 2021

Habla Víctor. Silencio interior (II)

Persona orando en profundo silencio con las manos unidas.


Por nuestra parte, solamente con humildad se puede demostrar nuestra correspondencia, despojándonos de nuestro orgullo y vanidad, dejando de afirmar nuestros derechos, pisoteando esa honrilla que corroe nuestro interior. La humildad del Verbo encarnado es nuestra meta. Amar a Dios, es despojarse de todo lo que no es Dios. Por él se deben abandonar las riquezas, honores, comodidades, caprichos, etc. Quien guarda la ley divina, goza de paz y da gloria a Dios; el que no la guarda, pierde su paz en proporción al distanciamiento. Quien la vive en interioridad, la posee en plenitud. Simeón era justo y piadoso, por eso pudo ver al Niño Dios y regalarnos sus exclamaciones. Al igual que Ana, que no se apartaba del templo con ayunos y oraciones. “Permaneced en Mí y yo en vosotros (Jn 15, 4).

 

¿Cómo corresponder al amor de Dios derramado sobre nosotros? Reconociendo en primer lugar, que todo lo bueno que tenemos, es porque Dios nos lo ha otorgado gratuitamente, no porque lo hayamos ganado por nuestra buena conducta. Ante Dios sólo cabe una actitud de humildad, de reconocimiento de la gratuidad de ese amor, de que si algo bueno se tiene, es porque Dios nos lo ha concedido por puro amor.

 

Persona orante en actitud de humildad.

En segundo lugar, reconociendo que amar a Dios, correspondiendo a su amor, solamente se consigue despojándonos de todo lo que no es Dios. De ahí el desprendimiento de las riquezas, de los honores, de las comodidades, de los caprichos, de seguir los criterios del mundo, etc., para ponernos incondicionalmente en manos del Señor para hacer en todo su voluntad. Y si Jesús, el Dios hecho hombre fue humilde y servicial, ese es el camino a seguir por sus amadores.



sábado, 19 de junio de 2021

Florecillas. Nosotros te ayudaremos.

Víctor y Asunción con Sara el día de su bautizo en Velillas del Duque.


“Cuando supo que estaba embarazada de mi última hija con la situación tan difícil que tenía en mi matrimonio, me dijo: Nosotros te ayudaremos. Y así fue. Fue un gran consuelo para mí oír estas palabras de mi padre y que no estaba sola con todo lo que se me venía encima” (Teresa).

 

Efectivamente, Teresa, al poco tiempo de quedar embarazada de la que sería su última hija, no tuvo más remedio que romper con su marido que la estaba siendo infiel y no aportaba nada para el mantenimiento de sus hijos. Ante esta situación tan delicada, podemos hacernos una idea de las angustias que estaba pasando pensando en cómo sacar adelante su hogar.

 

Víctor con Sara, la última hija de Teresa

Cuando Víctor se enteró, le faltó tiempo para brindarse a ayudarla y para darla confianza en que la nueva criatura sería una gran bendición de Dios para su hogar. El modo de brindarse fue el mejor consuelo y estímulo que pudo recibir para llevar con gozo su embarazo, con la seguridad de que a falta de un esposo irresponsable, sería su padre amoroso y providente el que se encargaría de que nada faltase en su hogar.

 

Como Teresa para esas fechas ya había experimentado su propia conversión, comprendió que su embarazo era una bendición, pues Dios, por medio de ella, creaba una nueva vida por amor, y llevó su embarazo con la esperanza y la alegría de toda buena madre.

 

Y Víctor no faltó a su compromiso, pues siempre estuvo atento y dispuesto para que nada faltase en ese hogar y cuando Teresa necesitaba de su presencia, sabía que no tenía más que insinuarlo.




miércoles, 16 de junio de 2021

Testimonios. Carmelitas Descalzas de Segovia.

Patio del convento de las Carmelitas de Segovia fundado por Santa Teresa.


Rvdo. P. José Francisco.

Estimado Padre en Jesús:

 

Aunque no hayamos escrito hasta ahora, sepa que agradecemos mucho toda la información que nos manda sobre nuestro hermano Víctor, y se lo agradecemos de corazón. También hemos recibido el libro de su vida.

 

El día de N. P. San José celebró la Eucaristía de la tarde el P. Juan Luis, hermano suyo y de Víctor. Nos dijo cosas preciosas sobre el santo Patriarca, en el locutorio hablamos entre otras cosas del hermano Víctor y nos regaló cuatro ejemplares de su vida, que estamos leyendo y nos servirán para darlo a conocer.

 

Con la lectura de su vida y la información que V. R. nos va mandando, nos damos cuenta de que es un seglar muy santo, con virtudes fuera de lo común, pero que son imitables y pueden servir de ejemplo a muchos seglares y también a los consagrados. El Papa Francisco quiere suban a los altares muchos santos seglares. Víctor puede ser uno de ellos.

 

Su vida de oración, adoración al Santísimo, las obras de caridad que hacía, el cumplir tan cabalmente con sus deberes de esposo y padre de familia y de trabajador, su amor a la Iglesia y el interés por estar al día con la lectura de “L’Osservatore Romano”, etc., son todas cosas que deben ser conocidas para gloria de Dios, bien de las almas y… ¡Ojalá sea pronto!, para reconocimiento de su santidad por parte de la Iglesia. Nos ha impresionado toda su vida, y cómo asumió su enfermedad tan dolorosa. En fin, un ejemplo en todo.

 

Locutorio donde se revisaron "Las Moradas" en presencia de la Santa.



Confiamos que la lectura de esta biografía, tan bien lograda por el P. José Vicente, contribuya a que nuestro hermano Víctor sea más conocido. Nos alegramos mucho de los posibles milagros que se le atribuyen. A ver si pronto se abre oficialmente esta Causa.

 

Le estamos pidiendo una gracia: que le alcance un trabajo estable a la hermana de una de nuestras monjas que está en paro desde hace ya bastante tiempo. Él, que pasó por esta situación, esperamos se compadezca y se lo alcance del Señor a Elena, que es una cristiana ferviente y el Señor la prueba así. A Vd.  como hermano, seguro que le hará más caso, si hace la caridad se lo pida también. Dios se lo pague. Le agradeceríamos nos mandase algunas estampas para repartir entre las familias. Dios se lo pague.

 

Que el Señor le conceda seguir trabajando por dar a conocer a nuestro hermano Víctor, el verlo en los altares, y que su ejemplo estimule a muchos seglares a vivir para Dios como él lo hizo.

 

Sin otro particular le pedimos su bendición sacerdotal y le aseguramos que le incluimos en nuestras oraciones.

 

Sus hermanas

Las Carmelitas de Segovia.




sábado, 12 de junio de 2021

Habla Víctor Silencio interior (I)

Ahora coma... sea con el corazón puesto en Dios.


Ahora coma, trabaje, trate con personas, sean de la condición que fueren, andar deseando con el corazón a Dios. El pensamiento también desasido de todo lo creado. El alma se une más a Dios por la voluntad que por el entendimiento. Aun en medio de trabajos y estudios puede el alma estar elevada a Dios, que es amor, por ello hay que dejarse enamorar y que penetre en lo más profundo de nuestro ser, que es el alma. Ayudarse a comprender todo esto por medio de los Evangelios, especialmente por el de San Juan. Dios es caridad y se nos manifiesta en Jesucristo, que a su vez es hombre como nosotros. En su encarnación, nacimiento, muerte y resurrección, se encierra todo el misterio del Amor infinito.

 

Víctor, que pasó varios años de aridez durante la oración, en la que los minutos se le hacían horas, llegó, como vemos, a convertir su vida en vida de oración permanente al conseguir tener siempre presente a Dios, incluso durante el trabajo y cuando hablaba con otras personas, pues su corazón estaba con Dios.

 

Jesús orando en profundo silencio interior.

Dios se había convertido para él en el mayor amor de su vida y por eso le recordaba constantemente. Le sucedía a él con Dios, lo que sucede a todas las madres con sus hijos pequeños, a quienes aman tan entrañablemente, que siempre les tienen presentes, estén donde estén, hagan lo que hagan, hablen con quien hablen. Su mente y su corazón  están siempre con sus hijos.

 

Por esa experiencia de tener el alma puesta en Dios, que es Amor, aun en medio de los trabajos  y ocupaciones, bien pudo exclamar con San Pablo: “Para mí vivir es Cristo y morir ganancia. Por otra parte, si vivir en este mundo me supone trabajar con fruto, ¿qué elegir? No lo sé. Las dos cosas tiran de mí: deseo morirme y estar con Cristo (y esto es con mucho lo mejor); sin embargo, quedarme en este mundo es más necesario para vosotros” (Fil. 1, 21-24).

 

 

 

 

miércoles, 9 de junio de 2021

Florecillas. Gracias a Dios por la enfermedad.

 San Ignacio de Loyola como militar antes de su conversión.


“Siempre le oí decir que daba gracias a Dios por su enfermedad y yo pensaba: ¿Será tonto? ¿Cómo puede dar gracias al Señor por algo así? Hoy no necesito que me lo explique” (Teresa).

 

Pues lo que le pasó a su hija Teresa, nos parece lo más normal a la mayoría de los creyentes, que, aunque queremos seguir a Jesús, rechazamos todo lo que nos limita y nos hace sufrir. Y es que no hemos entendido el valor de la enfermedad y del sufrimiento. No ha habido Santo que no haya pasado por estas pruebas, ya que el mismo Jesús nos redimió mediante su pasión y muerte. Víctor, como buen carmelita descalzo seglar, conocía muy bien el lema de Santa Teresa: “O padecer o morir”, y el de San Juan de la Cruz: “Padecer y ser despreciado por Vos”.

 

El sufrimiento es una dura prueba de nuestra madurez humana y cristiana, que destruye nuestras seguridades y pone en crisis muchas de nuestras motivaciones, pero a veces se convierte en estímulo para una revisión de nuestra forma de ver la vida y de nuestro modo de comprender y aceptar a Dios. Uno de los casos más conocidos, es el de San Ignacio de Loyola, que debe su conversión al tiempo que permaneció en el hospital para curar de sus heridas, donde, para pasar el tiempo, a falta de libros de caballería, se dedicó a leer vidas de santos que cambiaron  totalmente su vida.

 

Víctor ya muy enfermo acompañado de su hija Tere y su nieta Sara.

Víctor no fue de los que, ante las enfermedades y sufrimientos, dudan de la bondad y la sabiduría de Dios que permite tales sufrimientos incluso en los niños, al contrario, los consideró providenciales, tanto en su ruina económica, como en los sufrimientos y limitaciones de su larga enfermedad.

 

Cristo fue especialmente sensible con los enfermos, curando a muchos de los que se encontró en su vida apostólica y siempre de compadeció de sus sufrimientos. Eso mismo hizo Víctor, dedicando los domingos a visitar a enfermos en los hospitales procurando llevarles alivio y esperanza. Por eso daba gracias a Dios por su propia enfermedad y ofrecía sus limitaciones al Señor y le daba gracias por sentirse amado por Jesús, tan amigo de los enfermos.




sábado, 5 de junio de 2021

Testimonios. Carmelitas Descalzas de Elche (II)

Exterior de la Iglesia de las Carmelitas Descalzas de Elche.

La pertenencia de D. Víctor, tanto al Carmelo Descalzo como a la Congregación de San Felipe Neri, en sus ramas seglares, le hizo, por definirlo de alguna manera, poder expresar su pertenencia al Señor en la Iglesia, tanto en la vertiente contemplativa, como en la atención a los pobres, con los cuales se identificó, particularmente, Nuestro Señor Jesucristo.

 

También hemos reparado en los escritos que UD. ha recogido sobre su biografiado, en el capítulo 9, “Víctor escritor”. Encantadores, profundos, y muy prácticos sus escritos, donde pudo verter la profundidad de su espíritu, tan colmado de la gracia de Dios.

 

Los últimos capítulos, en los que se recoge la enfermedad de D. Víctor, dejan traslucir a qué grado de intimidad con el Señor había llegado, a través de su vivencia, como no puede ser de otra manera, de las “noches oscuras”. Pero, en medio de tanta oscuridad, la gracia de Dios lo mantuvo hasta el momento de su muerte, o de “comenzar a vivir”, como diría Nuestra Santa Madre. Siempre rodeado del cariño de esa  querida esposa, hijos y nietos.

 

 Visión del presbiterio de dicha Iglesia.

Estas son unas pinceladas, que podemos expresar en unas líneas, acerca del libro que el P. José Vicente ha escrito: VIDA IMPACTANTE DE UN CRISTIANO DE  PIE. Sin duda que UD. escuchará muchas veces este estribillo de parte de todos los que lean el libro, “no es posible comentar todo lo que nos ha llamado la atención de él”.

 

Mi estimado padre, vidas como estas de nuestros cristianos “de a pie”, nos estimulan también a los que hemos recibido del Señor una vocación de especial consagración, en la Iglesia. ¡Ojalá que hubiera muchos!

 

Hacemos votos por la difusión de esta vida ejemplar, hasta ver en los altares, si el Señor así lo dispone, a un hermano nuestro en el Carmelo Descalzo.

 

De nuevo, estimado Padre, nuestra felicitación por este libro. Que el Señor se lo premie y la Reina del Carmelo acompañe a UD. siempre con su protección maternal.

 

Sus hermanas de este Carmelo le pedimos nos bendiga, en el Nombre del Señor.

En los Tres y en María, su menor hermana.

 

María Antonia de Jesús

Priora



miércoles, 2 de junio de 2021

Habla Víctor. Coloquios con Nuestro Señor.

Una edición de la Imitación de Cristo.


En el Kempis o Imitación de Cristo, se establecen coloquios entre Él y el alma. Esta forma de oración es muy fructífera por su contenido, además porque en ella se manifiesta su interioridad y deseos, que pueden ser de agradecimiento por algún beneficio recibido o por todos, incluidos los que nos pasan desapercibidos, por los deseos que se tiene de amarle y seguirle, por ello suplica ayuda, le renueva los pasos de su vida, desde su nacimiento hasta su resurrección, rogando aprovecharse de todo ello, ofreciéndose a recibir cuanto sea su deseo. Sobre todo pedir gracias para poderle recibir sacramentalmente todos los días y sacar provecho de su presencia física y divina dentro de sí. No dejar de leer el Kempis, sobre todo los últimos capítulos en que se refieren a la Eucaristía.

 

El Kempis o Imitación de Cristo, es un libro de devoción y ascética escrito en forma de breves consejos con el fin de instruir al alma en la perfección cristiana, proponiéndole como modelo al mismo Jesucristo. Surgió como fruto de la corriente de espiritualidad conocida como Devotio moderna. Desde su primera edición en 1418 ha tenido numerosas ediciones y es de los libros que más influencia han tenido en la espiritualidad  cristiana por su carácter cristocéntrico. Cristo es el modelo de todas las virtudes, pero un modelo práctico, nada especulativo, por lo que se centra en la vida histórica de Jesús mediante la meditación de los misterios de la Humanidad de Cristo, como medio para llegar a la contemplación. Víctor leyó y meditó con frecuencia este libro y le recomendó a sus amistades.

 

Jesús dialogando y enseñando a sus discípulos.

Es un libro que no necesita leerse seguido, sino que se puede abrir por cualquier página, pues se trata de sentencias que tienen sentido en sí mismas. Vean un par de ejemplos: “Señor, ten misericordia y piedad de los que te la demandan. Da tu gracia a los necesitados, y haz que seamos tales, que seamos dignos de gozar de tu gracia y que aprovechemos para la vida eterna”.

Te ofrezco estas oraciones y sacrificios agradables, especialmente por los que en algo me hayan dañado, enojado o vituperado, y por todos los que yo alguna vez enojé, turbé, agravié y escandalicé por obra o de palabra, por ignorancia o a sabiendas”.