sábado, 30 de mayo de 2020

Florecillas. Verdadera Madre.

 Fachada de la iglesia donde reside la religiosa a que alude Víctor.


Me dice que te han nombrado priora, creo que esa será la voluntad de Dios, pero también estoy seguro de que te han robado el silencio del corazón; qué descanso notarás cuando tengas silencio total. Espero que seas una verdadera madre y las hagas crecer en el amor de Dios a toda la comunidad, comprendiendo a cada una según sea y procurándolas llevar en el amor que Dios te da y seguirá dando, pero no olvides nunca que cada persona somos un mundo. Y hay que tratarlas siempre en la caridad. Que el Espíritu Santo te ilumine y te guíe en todo momento.

Debió ser D. José Luis Nombela quien le comunicó a Víctor que a su amiga común, que llevaba ya varios años de profesa agustina, la habían nombrado superiora de la comunidad, circunstancia que aprovechó para felicitarla y asegurarla que esa es la voluntad de Dios, aunque lamentándose, en cierto modo, de que al ser superiora dispondría de menos tiempo para disfrutar en silencio con el Amado.

Comunidad de agustinas recoletas en que reside la religiosa.

Santa Teresa de Jesús, en el libro “Constituciones”, establece las normas de vida que deben observar las carmelitas descalzas en la vida comunitaria. En el capítulo noveno, dedicado a lo que cada religiosa debe hacer en su oficio, al hablar del de la priora expone con claridad que debe ser la responsable de la buena marcha de la comunidad, “ansí en lo espiritual como en lo temporal”, pero que debe proceder siempre, “con amor de madre”, para concluir con este formidable consejo: “Procure ser amada, para que sea obedecida”.

Pues Víctor, como si de un experto director espiritual se tratara, la recomienda que como superiora se preocupe de que todas las religiosas sean fieles a sus compromisos con el Señor, pero tratándolas como verdadera madre y que, conociendo a cada una de las religiosas en particular, a todas las valore y las trate con cariño para sacar de ellas lo mejor y las ayude a crecer en el amor a Dios y a las hermanas.






miércoles, 27 de mayo de 2020

Testimonios. Andrés Villate Tellaeche

Andrés Villate en la Iglesia de Quintanadiez de la Vega el pueblo de Víctor


Carta a Víctor. 26 de noviembre de 2014.

Estimado Hno. Víctor:
Creo que fue hace tres años, cuando por primera vez supe de ti, y fue a través de un carta de presentación muy cariñosa que nos envió tu hermano, el P. José Francisco al Carmelo Seglar de Valladolid. Carta que al venir a mi dirección, fui el que se la presentó a los demás hermanos del Carmelo, era un miércoles, día elegido para la reunión semanal en honor de San José.

Y quiero compartir contigo, Víctor, la impresión que me causó el hablar por primera vez de ti, en el día además, en que la lectura correspondiente era ni más ni menos, que la de la Fundación de las Carmelitas Descalzas de Santa Teresa en Medina del Campo. Desde ese momento sabía que estabas especialmente entre nosotros.

Perdona Víctor que no hayamos sabido aprovecharnos de tu compañía. Y aprovecho para pedirte un favor: que extiendas el mismo sentimiento a Isabel Kindermann, la carmelita seglar que nació en Hungría unos años antes que tú, y que extendió por el mundo la Llama de Amor, consolada no pocas veces con el saludo de “mi pequeña hijita carmelita”, con el que comenzaban a hablarle Nuestro Señor y la Santísima Virgen.

Andrés Villate en Bustillo de la Vega (Palencia)

Gracias Víctor por haber ido vendiendo todo para comprar el terreno donde sabías que estaba el tesoro escondido. Gracias Víctor por mostrarnos el camino del desprendimiento tan cogidito de la mano de otro que vivió unos siglos antes en tu Medina del Campo. Gracias San Juan de la Cruz por las lecciones que nos dejaste. Y otra vez necesito pedir perdón por repetir tantos cursos de tus celestiales clases.

Y una cosa Víctor, la que más me sorprendió de las muchas que podría decirte: Hace unos días saludé al P. Juan Luis, tu otro hermano sacerdote y también del Carmelo, que ahora está con nosotros en Valladolid. Y es que al hablarme de ti, me llenó de asombro al decirme que no conocía ni él ni vuestro hermano el P José Francisco, esa vida tan escondida de oración y sacrificio que llevaste –prendas sublimes del Carmelo-, hasta que salió a la luz a través de su esposa e hijas, cuando ya estabas en el cielo.

¡Qué prueba más preciosa y elocuente de que habías encontrado el Tesoro!
Intercede, Víctor, por el Carmelo Seglar. Y ya sabes que en Valladolid tienes reservado un sitio, pues te necesitamos y queremos contar contigo.

Andrés Villate Tellaeche





sábado, 23 de mayo de 2020

Habla Víctor. Oración mental

Cristo en la cruz orando en silencio al Padre.


Mental, más íntima. Si es muy imaginativa, ayudarse de lectura intercalada (Imitación de Cristo, Evangelios y libros afectivos). No abandonar.
Hay almas que se pasan años en estado de aridez, es muy importante no abandonar. Esta meditación nos hace rumiar o gustar los pasajes que hemos leído. A más tiempo sobre el mismo punto, más impreso queda en el alma. Se saca noticia y amor de Dios, punto básico de la meditación no es el saber, sino el amor.
Aunque en la meditación el pensamiento ocupe un lugar secundario, hay que esforzarle para ponerle en Dios, Santísima Trinidad, Corazón de Jesús, Pasión, etc. Más que razonando consigo, hacerlo con el Señor.

La oración mental es la que se practica en silencio y en la que, en lugar de dirigirnos al Señor con fórmulas establecidas, tratamos de pensar en el amor que Dios nos tiene para que en nuestro corazón surjan sentimientos de gratitud y de amor. Suele comenzar con un acto interior por el que somos conscientes de que estamos en presencia del Señor y, después de reconocer nuestras debilidades, entrar en diálogo con Jesús. Lo importante no es discurrir mucho, sino entablar un diálogo amoroso con Jesús, el verdadero Maestro que nos enseña toda la verdad y nos descubre su amor.

 Creyente en actitud de profunda oración en silencio y soledad.

Como tema de diálogo puede ser el propio conocimiento, reconociendo con humildad nuestras faltas y lo indignos que somos de estar en su presencia, pero lo más normal es leer algún pasaje del Evangelio o de algún libro de meditaciones para convertirlo en tema de diálogo con Jesús, pidiéndole que como Maestro nos manifieste lo que quiere decirnos a través de esas lecturas, e inflame nuestros corazones en su amor.

Como dice Víctor, hay que poner nuestro pensamiento “en Dios, Santísima Trinidad, Corazón de Jesús,  Pasión, etc”, y más que razonando, escuchando humildemente al Señor. Cuánto más meditemos en un paso de la vida de Cristo, nos recuerda con mucho acierto Víctor, “más impreso queda en el alma  y se saca noticia y amor de Dios”, que es lo verdaderamente importante, porque la meditación no es para saber más, sino para amar más.



miércoles, 20 de mayo de 2020

Florecillas. Dios te bendiga.

Monasterio en Extremadura,donde reside la religiosa agustina.


Tengo el Santo Cristo en estampa que me enviaste hace años, como registro para rezar laudes. En ese momento me recuerda que también tú, junto a la comunidad también lo haces. Por todo ello, que el Señor te bendiga junto a tu comunidad, y a todos los miembros de la Iglesia; de esta, en verdad, es lo único de esta vida que me siento satisfecho. Por ella me lo ha dado y continúa dando el Señor gracia sobre gracia.

Su amiga, la religiosa agustina que había compartido con él tantos momentos de oración cuando coincidían en la parroquia de San Clemente Papa en Madrid, le pedía por carta que la recordase y pidiese por ella todos los días en la oración, y Víctor la contesta diciendo que es imposible olvidarla y que todos los días ora por ella, especialmente en el rezo de laudes, que es la primera oración del día, donde ha colocado como registro y para recordarla, una estampa del Santo Cristo que ella le había enviado.

Imagen del Cristo de la Victoria
que Víctor tenía como registro de laudes.

Inmediatamente añade que no solamente pide por ella, sino que todos los días pide también bendiciones especiales para la comunidad en que ella vive y para toda la Iglesia, que es la madre de todos y en la que recibimos todas las bendiciones. Con estas palabras alude a que, por pertenecer a la Iglesia a la que ama con delirio y de la que se fía plenamente, está en comunión con todos los santos, y del mismo modo que él se beneficia de las obras de todos, también sus obras y sus oraciones las pone en manos de la Iglesia.

Es lo que se conoce por la “Comunión de los santos”, término que, según el Catecismo de la Iglesia Católica Nº. 961, “designa también la comunión entre las “personas santas” en Cristo que ha “muerto por todos”, de modo que lo que cada uno hace o sufre en y por Cristo da fruto para todos”. Es en definitiva lo que dice San Pablo: “Si sufre un miembro, todos los demás sufren con él. Si un miembro es honrado, todos los demás toman parte en su gozo. Ahora bien, vosotros sois el cuerpo de Cristo, y sus miembros cada uno por su parte” (1 Co 12, 26-27).

Por eso Víctor pedía todos los días bendiciones para todos los miembros de la Iglesia,  especialmente para sus familiares y amigos; y para que sus oraciones fueran acogidas por el Señor, trató de cumplir en todo momento su voluntad. Nada le hubiera causado tanto dolor, como ser motivo de sufrimiento para los demás miembros de su amada Iglesia.







sábado, 16 de mayo de 2020

Testimonios. Carmelitas Descalzas de Mallorca.

Monasterio de las Carmelitas Descalzas de Palma de Mallorca.


 “Viva escondido con Cristo en Dios en el Inmaculado Corazón de María”.
Carta al P. José Francisco de 30 de mayo de 2013.

Rvdo. P. José Francisco Rodríguez.
Jesús sea siempre en su alma y la Santísima Virgen María en su compañía, muy estimado Padre:

Nuestra reverenda madre priora María Belén de la Trinidad y San José, me encarga acuse recibo de su carta y todas las buenas noticias que nos da de nuestro hermano Víctor Rodríguez, que no son pocas y además con milagro incluido si nuestra madre la Santa Iglesia lo aprueba.

El Carmelo se dice que es una fábrica de santos, así que no nos quedemos atrás en nuestro quehacer de cada día, que como el hermano Víctor seamos conscientes de nuestra responsabilidad propia y ajena en la colaboración de la salvación de todas las almas que el Señor pone en nuestro camino. Muchísimas gracias por ponernos al corriente de este proceso de canonización y no nos olvide en este quehacer de estímulo para nosotras.

Sagrada Familia en la cocina del monasterio.
La Sierva de Dios, madre Concepción y Santa Teresa, tiene también un milagro para presentar en su causa de canonización, está en los trámites de comunicarlo al obispado.
Desde el 19 de marzo tenemos una postulante de 37 años y ha dejado su despacho de psicóloga. Está contentísima y nosotras con ella.

No nos olvide en sus oraciones y eucaristías. Muchísimas gracias. Salude a Begoña de parte de nuestra reverenda madre María Belén de la Trinidad y San José y de la hermana María Amada de Jesús.
Carmelitas Descalzas







miércoles, 13 de mayo de 2020

Habla Víctor. Oración vocal.

Obispos y sacerdotes en una celebración con oraciones litúrgicas.


Oración vocal. Padre nuestro. Ave María. Salve…

Estas son las únicas palabras que Víctor dedica a la oración vocal en los pocos folios que serían como el esquema a desarrollar en los que posteriormente envió a su hija Begoña. Estas palabras le servirían para recordarle que debía comenzar hablando de la oración vocal.

En el catecismo del P. Astete que se estudiaba en las escuelas, se definía la oración como una “elevación del corazón a Dios para pedirle mercedes”, definición que coincide con la de Santo Tomás de Aquino: “La oración es la elevación de la mente a Dios para alabarle y pedirle cosas convenientes a la eterna salvación”. Inmediatamente se añadía que había dos clases de la oración: Vocal y Mental. La vocal se manifiesta con palabras, mientras que la mental se hace en silencio.

Grupo de fieles orando y cantando en una procesión.

La oración es para el cristiano fruto y expresión de su condición de hijo de Dios, y es en la Sagrada Escritura, fuente de toda oración, donde encuentra los mejores modelos. La Palabra que Dios le dirige, le asegura de sus capacidades para poder responder a sus beneficios y le da las palabras con que puede hacerlo. Todas las oraciones vocales y  litúrgicas están tomadas de la Sagrada Escritura y la más importante de todas ellas es el Padrenuestro. Por eso San Cipriano nos recomienda dirigirnos siempre a Dios Padre con las palabras que Cristo nos enseñó. Sigamos su recomendación como hizo Víctor:

El Señor enseñó a su pueblo la manera de orar, y a su vez, Él mismo nos instruyó y aconsejó sobre lo que teníamos que pedir. El que nos dio la vida nos enseñó también a orar, con la misma benignidad con la que da y otorga todo lo demás, para que fuésemos escuchados con más facilidad, al dirigirnos al Padre con la misma oración que el Hijo nos enseñó…. Oremos hermanos como Dios, nuestro maestro nos enseñó. A Dios le resulta amiga y familiar la oración que se le dirige con sus mismas palabras, la misma oración de Cristo que llega a sus oídos.

Cuando hacemos oración, que el Padre reconozca las palabras de su propio Hijo; el mismo que habita dentro del corazón sea el que resuene en la voz, y, puesto que le tenemos como abogado por nuestros pecados ante el Padre, al pedir por nuestros delitos, como pecadores que somos, empleemos las mismas palabras de nuestro defensor. Pues, si dice que hará lo que pidamos al Padre en su nombre, ¿cuánto más eficaz será nuestra oración en el nombre de Cristo, si la hacemos, además, con sus propias palabras?”.







sábado, 9 de mayo de 2020

Florecillas. Rogar por los que nos humillan.

Jesús en la cruz perdonando a los que le crucificaron


 Hay que rogar mucho por todos los que nos humillan, dándoles gracias por ello. Por mucho que me desprecien a mí, siempre se quedarán cortos; quizá sea mentira lo que digan de mí; pero cuánto no pueden decir por no saberlo. Alabado sea el Señor que se aprovecha de estas personas para hacerme ver la nada que soy. Pero si soy algo. Soy pecador.

Dice casi al pie de la letra lo que Santa Teresa y lo pone en práctica como ella: “Nunca oí decir cosa mala de mí que no viese quedaban cortos; porque, aunque no era en las mismas cosas, tenía ofendido a Dios en otras muchas, y me parecía que habían hecho harto en dejar aquéllas; y siempre me huelgo yo más que digan de mí lo que no es, que no las verdades.
Ayuda mucho traer consideración de lo mucho que se gana por todas vías, y cómo nunca, bien mirado, nunca nos culpan sin culpas, pues siempre andamos llenos de ellas, pues cae siete veces al día el justo, y sería mentira decir no tenemos pecado. Así que, aunque no sea en lo mismo que nos culpan, nunca estamos sin culpa del todo, como lo estaba el buen Jesús (C. 15, 3-4).

San Esteban apedreado pidiendo
que el Señor perdonara su pecado.

Pero añade dos importantes matices: Primero, el de rogar por quienes le despreciaron y humillaron, que es lo que hizo Jesús en su pasión y muerte: Perdónalos, porque no saben lo que hacen, y lo que hizo el primer mártir, San Esteban: No les tomes en cuenta este pecado. Y segundo, no sólo orar y perdonar a los que lo humillaron, sino además dar gracias a Dios por quienes le humillaron, porque gracias a ellos pudo descubrir su propia nada que tanto le ayudó a poner toda su confianza únicamente en Dios que lo es todo.






miércoles, 6 de mayo de 2020

Testimonios. Teófilo Antolín.

Colegio de los Carmelitas de Medina donde se conocieron Teófilo y Víctor.


 Carta al P. José Francisco de 20 de junio de 2016.

Querido amigo José Francisco:
En primer lugar te quiero expresar mi agradecimiento por el envío de la Biografía de Víctor, tu hermano, que, tras recibirla, dejé apartados todos los libros que estaba leyendo y me dediqué exclusivamente a leer dicha biografía. Me ha hecho mucha ilusión su lectura, recordando a un amigo con el que compartí en no pocas ocasiones y durante varios años en Medina del Campo.

Su lectura no ha sido sólo un recuerdo de amistad, que también ha sido; ha sido de una manera especial la emoción de contemplar la grandeza de Dios que ha hecho tantas maravillas de gracia en persona tan singular.

Vista del patio y aulas del colegio en que estudiaron 3 hijos de Víctor.

Toda su lectura me ha emocionado mucho, especialmente su Autorretrato en el que se puede ver toda su grandeza de espíritu y la altura de su santidad, así como los capítulos 9 y 1º dedicados a “Víctor escritor” llenos de sinceridad, que reflejan también la grandeza de su vida y de su espíritu. Su ascetismo hace de él un ejemplo a seguir, aunque muy difícil de conseguir, pero sobre todo es su misticismo donde se ve la actuación de Dios, que poco a poco va moldeando su alma hacia la santidad.

Mañana mismo te envío por correo postal la cantidad de 50 euros para cooperar a los gastos que te supone la divulgación y propaganda a favor de Víctor. Cuando te sea posible me envías treinta estampitas para repartirlas entre amigos seglares de aquí, de Salamanca.
Un fuerte abrazo.
Teófilo Antolín




sábado, 2 de mayo de 2020

Habla Víctor. Maestro de oración.

 Jesús orando


A través de sus escritos autobiográficos hemos podido comprobar que el Señor le concedió gracias muy propias de los contemplativos. Esta clase de gracias es bastante frecuente entre monjes y monjas de clausura, no tanto entre religiosos y religiosas de vida activa y muy rara en laicos, por muy comprometidos que estén con las cosas del Señor. Por eso el caso de Víctor es una verdadera excepción.

Y como de la abundancia del corazón habla la boca, no podía por menos de hablar a los demás del amor de Dios que él había experimentado gracias a una intensa vida de oración. No lo podía ocultar en sus conversaciones. Quería que todos tuvieran una experiencia tan gozosa. Y cuando le pidieron que lo hiciera también por escrito, tampoco les defraudó.

Jesús enseñando a orar a sus discípulos.

Una de sus hijas, Begoña, siendo novicia con las Misioneras de la Caridad, ante las dificultades que sufrió en los inicios de esa vida de oración, conocedora de la experiencia de su padre, no dudó en pedirle que le escribiera algo acerca de la oración que la sirviera de guía. Así nos consta por la carta que dirigió al P. José Vicente, autor de la biografía de Víctor, al tiempo que le enviaba fotocopia de los originales, le decía: “Las páginas sobre la oración las escribió a petición mía. Yo le pedí que me explicase sobre la oración y escribió todo lo que tiene usted, no esperándome que fuese tan abundante y detallado como lo hizo”.

Pues además de esas páginas sobre la oración que Begoña envió al P. José Vicente, han aparecido posteriormente unos folios que hablan de esos mismos temas, aunque de manera muy abreviada. Puede tratarse de un esquema previo.

En estos escritos, Víctor no pretende hacer un manual de oración, o de enseñar un nuevo método de oración, sino solamente ofrecer unas consideraciones prácticas a su hija –validas para todos- que la ayudaran a recorrer el largo camino de la oración contemplativa, advertirla de las duras pruebas a las que Dios somete a esas almas, y animarla a no desfallecer en el empeño, porque el Señor siempre premia con creces esos esfuerzos.

Comenzaremos con el contenido de esos pocos folios, más difíciles de entender por no estar bien desarrollados los temas.