sábado, 29 de mayo de 2021

Florecillas. Ayudando a bien morir

 Interior de la Iglesia del Salvador en Quintanadiez de la Vega.


Viviendo en Velillas del Duque, fuimos un día al pueblo donde él había nacido y al llegar a su pueblo se enteró de que había en el pueblo un vecino que se estaba muriendo. Se llamaba Teófilo y había sido amigo suyo durante los años que vivió en el pueblo. Después de saludar a Teófilo y charlar un rato con él y con las personas que estaban  acompañándole, les dijo a los que le acompañaban que por favor le dejasen un rato solo con el enfermo. No sé lo que le diría. Lo cierto es que, a pesar de que su vida no había sido nada religiosa, al terminar de hablar con Víctor, pidió confesión y comunión y murió después de confesarse y recibir la comunión y unción de enfermos” (Asunción).

 

Si visitar a los enfermos es un acto de caridad tan grato a Dios, más aún es visitarles en los momentos en que la enfermedad es tan grave, que es presagio de una muerte casi inminente. Víctor, cuando se enteraba de que algún enfermo se encontraba en estas circunstancias, se acercaba a ellos con amor y prudencia para alentarles y ayudarles a recibir los últimos sacramentos.

 

Río y molino de Quintanadiez de la Vega, donde nació Víctor.

Consta que así lo hizo durante los años que vivió en un edificio de Madrid en la calle Príncipe de Vergara Nº. 93, donde uno de sus hijos era el portero. Cuando por medio de este hijo se enteraba de algún enfermo de cierta gravedad, aunque él no conociese a la familia ni al enfermo, se acercaba con humildad y caridad para alentarles en ese trance definitivo, y casi siempre conseguía que admitiesen un sacerdote. Víctor, inmediatamente se acercaba a la parroquia de Santa Mónica, regentada por padres agustinos para que le administrasen los últimos sacramentos.

 

Si esto hacía con los desconocidos, ¿Cómo no lo iba a hacer con un amigo de infancia? Con su presencia amorosa, con palabras llenas de esperanza y con la oración, consiguió que Teófilo en ese momento perdiera el miedo a la muerte ante la perspectiva de una vida llena de felicidad. Así le demostró que la amistad que tuvieron en la infancia y juventud, seguía viva después de tantos años lejos el uno del otro. Y esa amistad, ese amor, acompañado de petición humilde y confiada al Señor, obtuvo su fruto.



martes, 25 de mayo de 2021

Fallece Dª. Asunción Merino, esposa del siervo de Dios Víctor Rodríguez

Víctor y Asunción con su nieta Laura


El día 22 de mayo, a las dos de la tarde, falleció la esposa de Víctor Rodríguez, Dª. Asunción Merino, en el Hospital de Medina del Campo.

Había nacido en bustillo de la Vega (Palencia) el 9 de julio de 1926 y contrajo matrimonio con Víctor Rodríguez el 24 de julio de 1948 en el Santuario de Nuestra Señora del Valle de Saldaña. Desde ese momento hasta el de la muerte de Víctor, permanecieron siempre muy unidos y se convirtió en la colaboradora fiel que hizo posible la santidad de Víctor.

Su muerte ha sido verdaderamente ejemplar y no tiene una explicación sin una ayuda especial de su esposo desde la casa del Padre, por las circunstancias que se dieron.

Nada más ingresar en el hospital, lo primero que pidió con insistencia, hasta que lo consiguió, fue que le administraran el sacramento de la Unción de los enfermos sin demora. A su hija Begoña que la acompañó en todo momento, la insistía en que tenía que ser “ya”, por lo que tuvo que suplicar el párroco que le hiciera ese favor. El párroco, que podía entrar en el hospital en estos tiempos de pandemia por ser también capellán del hospital, aunque era ya muy tarde y no goza de buena salud, inmediatamente se fue al hospital y la administró la Unción de enfermos.


Asunción en su hogar hablando por teléfono.


 
Al día siguiente le llamaron de casa de su cuñada Gloria para animarla y al preguntarla cómo llevaba la enfermedad, respondió que estaba preparando el viaje. Entonces la preguntaron de qué viaje se trataba y qué estaba preparando, a lo que contestó: “Estoy preparando mi último viaje”.

Durante los pocos días que permaneció interna, rezaba todos los días el Rosario, besaba con devoción las cuentas del Rosario y seguía por Radio María otras devociones.

Aprovechó también para dar instrucciones a su hija Begoña de cómo quería que la amortajaran, para lo que entablaron un entrañable diálogo en el que manifestó que deseaba que fuera con un camisón rosa prácticamente sin estrenar, porque consideraba que era el más bello y pidió a su hija que la peinara muy bien. Así quería presentarse ante el Señor. Begoña, en ese clima tan positivo ante su tránsito añadió: “Mamá, y te pondré a la cabecera un frasco de colonia”. A lo que dijo: No, eso no es necesario.

La doctora que la atendía, al comprobar que dada gravedad de la enfermedad fallecería en pocos días, permitió que sus hijos pudieran visitarla para despedirse de ella, y lo hizo con el propósito de sedarla para que se muriera lentamente y sin sufrimiento. Al proponérselo a Begoña, se opuso rotundamente y dijo a la doctora que lo hablara con Asunción, que efectivamente también se opuso. Solamente admitió que la administraran calmantes para hacer llevadera la sensación de ahogo al no poder respirar, y es lo que en definitiva se hizo.

 

Asunción en el Hospital con dificultad para respirar.

Para que nada faltara, pidió que cuando falleciera encargaran por ella las “misas gregorianas” y que se las aplicasen en el desierto de Las Batuecas, donde Víctor pasó parte de sus vacaciones durante varios años.

Así, consciente, valiente y llena de esperanza entregó su vida al Señor, con el Santo Escapulario sobre su pecho el sábado día 22 de mayo, por lo que tuvo la dicha de disfrutar no solamente del principal privilegio del Escapulario del Carmen: “El que muera con él no padecerá las penas del infierno”; es decir, que se salvará, sino también del “privilegio sabatino” de dicho Escapulario que dice: “El que muera con él puesto y haya rezado todos los días tres avemarías con esa intención, saldrá del purgatorio a más tardar al sábado siguiente de su muerte según la promesa de la Virgen”. ¡Qué mejor bendición al final de su vida!

Finalmente, su misa de entierro no fue de funeral de difuntos, sino de la Fiesta de Pentecostés, celebrada con toda solemnidad con seis sacerdotes concelebrando y resaltada con cánticos  dirigidos por unas religiosas Hermanitas de los pobres desamparados. El Señor premiaba así a su hija Asunción que tanto había ayudado a Víctor a alcanzar la santidad. Y seguro que Víctor intercedió para que así de hermosa fuera su muerte.

 

sábado, 22 de mayo de 2021

Testimonios. Carmelitas Descalzas de Elche (I).

 

Vista general de Elche.

Elche 14 de mayo de 2014.

 

La gracia del Espíritu Santo sea siempre en su alma, muy estimado P. José Francisco.

 

Hace unos días nos llegó su carta de primeros de mes, segunda que usted nos ha escrito referente al libro  VIDA IMPACTANTE DE UN CRISTIANO DE A PIE, biografía de Víctor Rodríguez Martínez (1925 – 2012).

 

Un ejemplar de este libro del P. José Vicente Rodríguez, estimado Padre, nos hicieron llegar desde la Editorial “Arca de la Alianza”, deferente obsequio de su dueño y director D. Natalio Babiano. A este señor dirigimos palabras de gratitud y nuestras oraciones al Buen Dios y a la Reina del Carmelo para que, en retorno de su caridad, lo bendigan copiosamente.

 

Estimado Padre, la biografía de nuestro hermano Víctor, hermano en Cristo y hermano en el Carmelo, no por recoger la experiencia de un “cristiano de a pie”, como se le define, ha de ser leída un tanto “de pasada”, sino con gran detenimiento, a fin de poder valorar, en su justo grado, las “pequeñas grandes cosas” que configuraron su vida de entrega y fidelidad.

 

La figura de la abuela Ramona es, realmente encantadora. Cautiva, a vuelo de lectura, su testimonio cristiano: tan coherente y tan aleccionador. Sin duda que, en aquel hogar que formaron los padres de Víctor, era toda una institución.

 

También llama la atención las páginas que se dedican al matrimonio formado por D. Víctor y Dña. Asunción, así como las disposiciones que esta última expresa acerca de la apertura a la vida –diez hijos lo confirman-, y de su unión al sobrellevar cuanto la vida les fue trayendo: así ¡65 años! Sólo unas personas de fe profunda pueden ver, con los ojos de Dios, tantas calamidades humanas y elevarlas a nivel sobrenatural.

 

Qué aleccionador es este seglar, que bebió en las fuentes limpias de la Sagrada Escritura y de los Santos Padres de la Iglesia, y en las del Carmelo Descalzo: nuestros Santos Padres Teresa y Juan, y Santa Teresita. Y fue consecuente con todo ello, no sólo en su vida espiritual, entendida unilateralmente, sino que supo llevarla a la vida práctica, como debe ser….


miércoles, 19 de mayo de 2021

Habla Víctor. Oración de repetición.

Portada de una edición
del Peregrino Ruso.


Esta oración es la más simplificada. El alma enamorada repite constantemente alguna frase que sale del interior, puede durar horas. Cualquier forma de oración es buena, aprovechar según las circunstancias interiores.

 

Desde el siglo IV, con el origen del monaquismo, se comenzó a dar una gran importancia a la vida de oración, que ocupaba la mayor parte del día. Querían cumplir el precepto del Señor de orar siempre, sin interrupción, día y noche. Era prácticamente imposible realizar ese deseo, pero se dieron cuenta de que se podía hacer mediante la oración implícita, que consistía en impregnar todo del espíritu de oración acordándose del Señor mientras se trabajaba.

 

Los monjes encontraron el modo de orar noche y día sin interrupción en la recitación frecuente de jaculatorias, dichas más con el corazón que con la lengua, pero constantemente repetidas, aunque fuera en silencio.

 

Este tipo de oración recuperó su importancia cuando en la segunda mitad del siglo XIX apareció un libro de autor anónimo que se ha editado con el título de “El Peregrino ruso”, que relata la peregrinación de un laico que se ejercita en este método de oración continua, que allí mismo se define “como una llamada continua a su nombre divino, con los labios, en el espíritu y en el corazón; consiste en representarlo siempre presente en nosotros e implorar su gracia en todas las ocasiones, en todo tiempo y lugar, hasta durante el sueño, repitiendo las siguientes palabras: Jesús mío, ten misericordia de mí”.

 

Un momento de oración en Taizé.

En 1940 surgió un movimiento ecuménico en Taizé, fundado por el hermano Roger, que ha tenido y sigue teniendo repercusión especialmente entre los jóvenes. En ese movimiento se da importancia a los momentos de oración en que se compaginan cantos, silencios interrumpidos de vez en cuando por unas palabras tomadas de la Sagrada Escritura que repiten con frecuencia, a manera de mantras para que se graben en el corazón. Es algo parecido a lo que recomienda Víctor al decir: “El alma enamorada repite constantemente alguna frase que sale del interior”.



sábado, 15 de mayo de 2021

Florecillas. Acompañar a los enfermos.

Santa Soledad fundadora
de las Siervas de María con un enfermo.


En Velillas del Duque había un enfermo llamado Eulogio que estuvo 20 años en cama. Sólo cuidado por su mujer, pues no tenía hijos. Víctor iba a charlar con él y hacerle compañía” (Asunción).

 

Víctor sintió un gran amor por los pobres en general y por los más pobres entre los pobres como son los enfermos, que en todo dependen de los demás. Se acercaba a ellos con verdadero cariño, compartía con ellos y les transmitía confianza en el amor misericordioso del Señor. Siempre se preocupaba de que recibieran los últimos sacramentos y les preparaba para recibirlos.

 

San Camilo de Lelis fundador de Camilos,
orden hospitalaria.

 Fue este amor a los pobres enfermos lo que le impulsó a integrarse en la Congregación de San Felipe Neri, cuyo título es: “Congregación de San Felipe Neri de Seglares Siervos de los pobres enfermos del Hospital general”. Una de sus grandes alegrías fue cuando recibió la Cédula de su adscripción definitiva a la Congregación en la que se le dice: “La divina Providencia que con benéfica mano ha conducido a vuestra caridad a esta santa Congregación, le llama a ella para que como siervo fiel sirva a los pobres enfermos, los consuele, los asista y ayude en sus necesidades, a imitación de nuestro Soberano Maestro”.

 

Todo un programa de entrega y servicio a los enfermos que Víctor practicó con ilusión y cariño mientras el Señor le concedió salud, y especialmente durante los nueve años que estuvo al frente de la Congregación, en que además estimuló a los demás miembros de la Congregación como se deduce de estas palabras que pronunció en la Junta General de 25 de noviembre de 1979: “Es muy necesario rezar, y que cuando vamos a ver al enfermo, debemos darnos cuenta que si no estamos llenos de Cristo, mal se lo podemos transmitir al enfermo”.

 

El caso de Eulogio es una muestra más de su amor entrañable a los enfermos convertido en delicadeza. Su larga experiencia en el Hospital Gregorio Marañón le hizo ver, que lo que más valoraban los enfermos, era que les visitaran con cariño, se interesaran por ellos, les escucharan con interés y les dirigieran palabras de aliento, de fe y de esperanza. Eso es lo que Víctor hacía en sus visitas a los enfermos, y por eso les transmitía paz y esperanza.


miércoles, 12 de mayo de 2021

Testimonios. Carmelitas descalzas de Coruña (III).

 

Convento de las Carmelitas Descalzas en Coruña.

 

    Coruña, 16 de Abril de 2014 

Rvdo. P. José Francisco Rodríguez:

La alegría y la Paz del Señor Resucitado sean siempre en nuestras almas.

Con gran consolación y acción de gracias al Señor, hemos recibido y leído el libro que han tenido a bien enviarnos: “Vida impactante de un cristiano de a pie”´.

 

No es posible en unas breves líneas, como deseamos que lo sean estas, poder plasmar con toda verdad y realismo el “impacto” que esta hermosa y santa vida de su hermano ha dejado en nosotras.

 

De todos modos, nos parece oportuno hacerle saber que le estamos dando gracias al Señor por este gran don que ha hecho a su Iglesia en este hombre bueno, paciente, humilde, coherente fiel…. Una vida vivida en plenitud. En plenitud de amor. De amor a DIOS y a los hombres. Fruto de su constante vivir “hacia a dentro”.

 

En esta sociedad superficial y carente de experiencia gozosa del Dios vivo, nos parece un espejo nítido y veraz en que el hombre de hoy debería mirarse, para poder experimentar el gozo, la alegría de vivir con “Aquel que tanto nos ama”. Pensamos que puede hacer mucho bien. Y rogamos para que de todas maneras pueda divulgarse.

 

Que la dulce Madre “Virgen de la escucha y la contemplación, que acogió al Verbo de la Vida en la profundidad de su humilde fe, llene de la presencia de Cristo; que recibió alegre el consuelo de la Resurrección y recogió a los discípulos en la espera del Espíritu… Ella, la Madre del Evangelio viviente, Manantial de Alegría para los pequeños” (Papa Francisco, Evangelii gaudium), ruegue por nosotros, y quiera llevar a buen término esta Causa de este hombre, pequeño a los ojos del mundo, pero, sin duda, muy grande a los ojos de Dios.

 

Afmas. En Cristo y esperando su más amplia bendición Pascual. Le quedan siempre unidas las

 

Carmelitas Descalzas de Santa Teresa de Jesús de La Coruña.




sábado, 8 de mayo de 2021

Habla Víctor. Oración Contemplativa (VII).

Orante alabando y glorificando al Señor.


Incluso en este estado quedan afectadas las potencias del alma: La memoria se pierde, sin poder tener raciocinio ni imaginación, el entendimiento deja de entender humanamente, y en principio queda vacío, como tierra de nadie, y la voluntad queda tan vacía y seca, como si no la tuviera. Esta situación se prolonga en unos más tiempo que en otros. Causas: según donde Dios la quiere llevar y los graves pecados que tengan que purificar; de todas formas es largo. Solamente las lágrimas de dolor, antes citadas, dan algún desahogo. Como digo, en esta situación, ni se puede meditar, ni contemplar, ni siquiera hacer oración vocal, forzadamente se consigue pronunciar interiormente alguna jaculatoria.

¡Dichosas las almas que pasan por este estado sin dar marcha atrás! Aun en este estado Dios lleva a cada alma por derroteros distintos, porque solo Él las conoce y dirige, si ellas no se oponen.

 

Unas palabras de San Juan de la Cruz pueden ayudarnos a comprender lo que aquí dice Víctor: “En oscuridad de mi entendimiento y aprieto de mi voluntad, en aflicción y angustia de la memoria, dejándome a oscuras y en pura fe, la cual es noche oscura para las dichas potencias naturales, sólo la voluntad tocada de dolor y aflicciones y ansias de amor de Dios, salí de mi misma, esto es, de mi modo de entender, y de mi flaca suerte de amar, y de mi escasa y pobre manera de gustar de Dios, sin que la sensualidad ni el demonio me lo estorben.

 

Lo cual fue grande dicha y buena ventura para mí, porque en acabándose de aniquilarse y sosegar las potencias, las pasiones, apetitos y aficiones de mi alma, con que bajamente sentía y gustaba de Dios, salí del trato y operación humana mía a operación y trato de Dios. Es a saber, mi entendimiento salió de sí, volviéndose de humano y natural en divino; porque uniéndose por medio de esta purgación de Dios, ya no entiende por su vigor y luz natural, sino por la divina sabiduría con que se unió. Y la voluntad salió de sí, haciéndose divina, porque unida en el divino amor, ya no ama bajamente con su fuerza natural, sino con fuerza y pureza de Espíritu Santo, y así la voluntad ya acerca de Dios no obra humanamente; ya ni más ni menos, la memoria se ha trocado en aprehensiones eternas de gloria” (2N. 4, 1-2).

 

miércoles, 5 de mayo de 2021

Florecillas. Confianza ilimitada en los demás.

 Modelos de algunas taquillas hoy día.


En la fábrica nunca dejaba la taquilla cerrada y en varias ocasiones se dejó el sueldo en ella. Cuando yo se lo pedía, decía que se le había olvidado y al día siguiente siempre lo encontraba intacto” (Asunción).

 

En todas las fábricas solían tener armarios individuales, a los que se denominaban taquillas, para que cada obrero tuviera un pequeño lugar donde colocar y proteger sus efectos personales, y la fábrica Embotelladora de Pepsi-Cola en la que trabajaba Víctor, no fue excepción. Allí dejaba fundamentalmente ropa para cambiarse al finalizar la faena,  el bocadillo para tomar durante el descanso y el libro del Oficio Parvo de la Viren que rezaba diariamente, pero como podemos comprobar también dejaba alguna vez el cobro de su nómina.

 

Todos sus compañeros tenían una taquilla como él, pero siempre la cerraban con la llave cuando regresaban a sus casas y especialmente cuando dejaban algo de valor, mientras que Víctor nunca cerraba, ni siquiera cuando recibía la paga mensual, que, dados sus despistes, podía permanecer allí algunos días, hasta que su esposa se lo recordaba.

 

En el Kempis encontramos sentencias que nos pueden ayudar a comprender el por qué de esta conducta, como la que dice: “El hombre bueno y pacífico todas las cosas echa a buena parte. El que está en buena paz de ninguno sospecha. El descontento y alterado, con diversas sospechas se atormenta; ni él sosiega ni deja descansar a los otros” (Imitación de Cristo, libro 2, cap. 3).

 

Víctor, incapaz de robar ni de hacer mal a nadie, no podía ni siquiera imaginar que otro lo hiciera, y al ni siquiera plantearse la posibilidad de sospechar en los demás, ¿para qué cerrar la taquilla?

 

sábado, 1 de mayo de 2021

Proceso de Beatificación y Canonización de Víctor Rodríguez. NIHIL OBSTAT de la Santa Sede.


Los procesos de beatificación y canonización son largos porque tienen que pasar por una serie de pruebas para garantizar su veracidad. En el caso de Víctor ya se han dado los pasos siguientes:

1) Nombramiento del “Actor” de la causa y su aceptación por el Cardenal Arzobispo de Valladolid. 2) Nombramiento del “Postulador” de la Causa y su aceptación por el Cardenal Arzobispo. 3) Presentación del “Libelo de demanda”, que es la instancia escrita con la que el Postulador, en nombre del Actor de la causa, pide oficialmente al Obispo competente que inicie la causa acerca de las virtudes del Siervo de Dios. 4) Aceptación del Libelo de demanda después de comprobar la fama de santidad auténtica y difundida. 5) Consulta con otros Obispos de la región para comprobar la oportunidad de iniciar la causa. En este caso los 11 obispos de la región del Duero. 6) Publicación del Libelo de demanda mediante un edicto del Obispo, expuesto en la catedral o publicado en el boletín diocesano. 7) Consulta a la Congregación de las Causas de los Santos, para saber si, por parte de la Santa Sede, existe algún obstáculo para continuar la causa. 8) Respuesta de la Santa Sede mediante el “Nihil obstat”, que es su SÍ a que prosiga la causa. De haber encontrado algún obstáculo, la causa no podría seguir.

El contenido de este documento fundamental, dirigido al Cardenal de Valladolid Excmo. Sr. D. Ricardo Cardenal Bláquez Pérez, redactado en latín, la lengua oficial del Vaticano, dice así:

 

Eminentísimo Señor.

En su escrito del 21 de septiembre de 2020, Su Eminencia preguntó a esta Congregación de las Causas de los santos si de parte de la Santa Sede había algún obstáculo para la Causa de Beatificación y Canonización del Siervo de Dios Víctor Rodríguez Martínez, fiel cristiano laico, padre de familia, miembro de la Orden Seglar de los Carmelitas Descalzos que falleció en el año del Señor de 2012.

Estudiado el asunto, me agrada comunicar a Su Eminencia, que de parte de la Santa Sede no hay ningún obstáculo para que prosiga la Causa de Beatificación y Canonización de dicho Siervo de Dios, observando lo que se dice en la instrucción, “Las normas que han de cumplir los Obispos en las causas de los Santos”.

 

De su Eminencia muy admirador en el Señor.

 

Marcellus Card. Semeraro             Fabius Fabene

Praefectus                                      a secretis