sábado, 5 de noviembre de 2022

Florecillas. Hablando por teléfono

Modelo de teléfono de los que usaba Víctor

 

El cargo de Hermano Mayor (de la Congregación de San Felipe Neri) le obligaba a atender a los hermanos de la Congregación que le llamaban por teléfono, en algunas ocasiones casi todos los días, coincidiendo casi siempre con el corto descanso nocturno que daba a su enfermo cuerpo, conversaciones que la mayoría de la veces se hacían interminables y que él soportaba pacientemente, atendiéndoles con bondad. (Eva)

 

Los asuntos ordinarios de la Congregación de seglares de San Felipe Neri, se trataban en las reuniones de la Junta directiva que se celebraba una vez al mes. Los asuntos más importantes se trataban y decidían en las Juntas Generales, que se celebraban generalmente dos veces al año, la más importante en torno a la fiesta de San Felipe Neri, en que se renovaban los cargos directivos.

 

Como para muchos de los asuntos, especialmente los relacionados con la economía y con los problemas jurídicos, se nombraba como responsables un Secretario y un Administrador, ambos necesitaban comunicarse con el Hermano Mayor para tomar decisiones.

 

Para ayudar a los pobres enfermos, la Congregación tenía unos terrenos en Peña Grande, unos pisos en la calle Atocha y acciones en la empresa Ibertubo, ubicada en Toledo. Estas tres fuentes de ingreso fueron motivo de frecuentes pleitos a los que Víctor tuvo que hacer frente durante los nueve años que estuvo al frente de la Congregación. Por eso le llamaban con tanta frecuencia y las conversaciones solían ser largas.

 

Víctor, a pesar de regresar a casa muy cansado del trabajo en Pepsi-Cola, donde hacía con frecuencia horas extra para ayudar a los pobres, siempre dialogaba con ellos por teléfono el tiempo que fuera necesario y terminaba agradeciéndoles lo que hacían por los enfermos.

 

 

 

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