miércoles, 31 de agosto de 2022

Habla Víctor Los siete Dones del Espíritu Santo

El Espíritu Santo con los nombres de sus Siete Dones.


Antes de escribir los textos que Víctor dedica a cada Don en particular, conviene recordar en que consisten los Dones del Espíritu Santo tan importantes para el desarrollo de la vida espiritual.

 

El Catecismo de la Iglesia Católica, tan amplio y minucioso en otros temas, solamente les dedica dos números, más bien breves, pero con palabras concisas nos enseña qué son los Dones y cuántos. Dicen así:

 

 Nº 1830. “La vida moral de los cristianos está sometida a los dones del Espíritu Santo. Estos son disposiciones permanentes que hacen al hombre dócil para seguir los impulsos del Espíritu Santo”.

 

Nº 1831. “Los siete dones del Espíritu Santo son: sabiduría, inteligencia, consejo, fortaleza, ciencia, piedad y temor de Dios. Pertenecen en plenitud a Cristo, Hijo de David (cf Is 11, 1-2). Completan y llevan a la perfección las virtudes de quienes los reciben. Hacen a los fieles dóciles para obedecer con prontitud a las inspiraciones divinas”.

 

Don, en general, es todo aquello que una persona da a otra por propia benevolencia sin exigir nada a cambio, ni siquiera la gratitud. El donante lo hace sin esperar nada a cambio, pues de esperar algo, no se distinguiría de la recompensa. Es lo que hace el Espíritu Santo cuando nos da sus dones. No nos exige nada a cambio.

 

Del mismo modo, tampoco debe suponer la exigencia de alguna compensación por parte del que lo recibe respecto a su generoso bienhechor. Sin embargo, la noción de don, no excluye la gratitud por parte de quien lo recibe, como es el caso de Víctor, que no se cansa de dar gracias al Espíritu Santo por sus Dones, que tanto le ayudaron a la práctica de las virtudes, especialmente la caridad.

 

sábado, 27 de agosto de 2022

Testimonios Ángel Arrabal

Sacerdote bendiciendo camiones de reparto en la planta de Pepsi-Cola en la calle Antonio López.


 

Madrid, 21 de julio de 2022

 

Amigo Luis: Tal como me sugeriste-animaste la última vez que hablamos por teléfono, he escrito unas páginas de mis recuerdos, en la fábrica, con Víctor. Te ruego que me confirmes si te ha llegado y si es, más o menos, lo que me pedías.

También un saludo cordial.

Ángel Arrabal.

 

Estas páginas que he recibido de D. Ángel Arrabal son tan importantes para conocer la etapa que Víctor vivió durante varios años como peón en la Embotelladora de Pepsi-Cola en Madrid, que merece la pena que todos las conozcan. Se las iremos dando  a conocer en esta sección de “Testimonios”.

 

Conocí a Víctor. Me llamo Ángel Arrabal, ahora pasados los 70, estoy jubilado de mis trabajos como sociólogo y como profesor. En enero de 2022, pasaba unos días en un pueblo de Murcia, llovía, fui a comprar la prensa (variada) para entretener la mañana y, ojeando el suplemento “Alfa y Omega” veo la noticia de un tal Víctor al que estaban abriendo proceso de canonización, miré fijamente la foto y le grité a mi mujer:

 

¡A este santo lo conocí yo en la fábrica de la Pepsi:

 

Ella me dijo: ¿Es ese que me has contado alguna vez que conociste en tu juventud y que te influyó para tomar decisiones importantes?

 

¡Justamente ese es: Víctor! Como si le estuviera viendo con el mono azul, sonriendo en medio del rechinar de botellas y el olor dulzón de la nave de producción en aquella fábrica del barrio de las Carolinas.

 

Esa imagen de Víctor sonriendo me empujó a un salto mortal de 50 años atrás, en otro siglo y en otro mundo cultural y social.




miércoles, 24 de agosto de 2022

Florecillas. Buen empleo de las propinas.

Modelo de lampadario que se coloca
junto a los santos más venerados en cada Iglesia.


Como el párroco estaba tan agradecido por los servicios que les prestaba mi padre, quiso recompensárselo de alguna manera. Como suele suceder en estos casos, son los hijos los que reciben las gratificaciones. Comenzó a darme, de vez en cuando, propinas para que comprase golosinas. Advirtiéndolo mi padre, me enseñó a sacar provecho espiritual de las propinas, enseñándome a gastarlas en encender velas al Cristo y a la Inmaculada de la Parroquia por alguna intención” (Eva).

 

Efectivamente, el Párroco estaba sumamente agradecido a Víctor por todo lo que le estaba ayudando en la adaptación de los bajos de un edificio para convertirlo en una pequeña iglesia acogedora, y también le estaba agradecido porque le ayudaba en la oficina parroquial asentando en los libros parroquiales las actas de bautismos y matrimonios. ¿Cómo no mimar a la hija más pequeña de Víctor y darla alguna propina para que se comprase golosinas?

 

Como no podía impedir que el párroco siguiera dando propinas a su hija, lo que hizo Víctor fue enseñarla a que las emplease en algo que también encanta a los niños y a la vez desarrolla en ellos el amor a los santos, como es encender velas ante sus imagines. Es algo que todos los padres experimentan aun hoy día cuando acuden a la misa dominical, pues a sus hijos les encanta que les den alguna moneda para acudir a un velero, normalmente eléctrico. Les hace mucha ilusión ver que al echar una moneda se enciende una o varias luces.

 

Con este pequeño juego, los niños, sin darse cuenta, aumentan su devoción al Santísimo en el sagrario, a Cristo en la cruz, a la Virgen, a San José, etc… Por eso los padres, en lugar de echar ellos las monedas, se las entregan a sus hijos.



sábado, 20 de agosto de 2022

Habla Víctor. Valor del sufrimiento (VI)

El Papa Francisco dialogando con una sonriente anciana.


Gran don es la ancianidad: Es un regalo que Dios nos otorga para el encuentro definitivo con Él. Como vemos día a día el menguante de nuestras facultades, nos volvemos más impotentes que los niños. Aunque estemos muy acompañados, sentimos la marcha hacia el ocaso de esta vida terrena. Si somos abandonados por nuestros seres queridos y estamos en soledad, aprovechémonos de esta situación para reflexionar para el fin que fuimos creados, elevemos nuestro corazón a Dios, pidiendo perdón por todos nuestros pecados.

 

En una de las catequesis del Papa Francisco dedicadas a la vejez, en concreto en la pronunciada en la audiencia general el 1 de junio de 2022, comentando las palabras del Salmo 71, 9, “No me abandones cuando decae mi vigor”, hace un precioso elogio del “don de ser anciano”. Estas son algunas de sus palabras.

 

“El anciano redescubre la oración y da testimonio de su fuerza. Jesús, en los Evangelios, nunca rechaza la oración de quien necesita ayuda. Los ancianos, por su debilidad, pueden enseñar a los que viven otras edades de la vida que todos necesitamos abandonarnos en el Señor, invocar su ayuda. En este sentido, todos debemos aprender de la vejez: sí, hay un don en ser anciano entendido como abandonarse al cuidado de los demás, empezando por Dios mismo. Existe entonces “un magisterio de la fragilidad”, no esconder las fragilidades, no. Son verdaderas, hay una realidad y hay un magisterio de la fragilidad, que la vejez es capaz de recordar de manera creíble para todo el arco de la vida humana….

 

Y concluye con estas palabras: “Recuerda que también tú serás anciano o anciana. La vejez viene para todos. Y como tú querrías ser tratado o tratada en el momento de la vejez, trata tú a los ancianos hoy. Son la memoria de la familia, la memoria de la humanidad, la memoria del país. Custodiar los ancianos que son sabiduría. Que el señor conceda a los ancianos que forman parte de la Iglesia la generosidad de esta invocación y de esta provocación. Que esta confianza en el Señor nos contagie. Y esto, por el bien de todos, de ellos y de nosotros y de nuestros hijos”.



miércoles, 17 de agosto de 2022

Testimonios. José María Ponz.

Iglesia de San Pedro en Lleida, donde celebran 
la adoración al Santísimo los miembros de la Adoración Nocturna 



Lleida 6 de diciembre de 2014

P. José Francisco Rodríguez

C/ Álvaro Cunqueiro 12 VIGO

Muy estimado P. José Francisco Rodríguez.

Recibí en su día el libro que tan amablemente tuvo a bien enviarme, que con el título: VIDA IMPACTANTE DE UN CRISTIANO DE A PIE”, es una biografía de D. Víctor Rodríguez Martínez.

 

La verdad es que la idea del autor es encomiable, pues dada la situación actual de nuestra sociedad, cada día hacen más falta ejemplos próximos que sean capaces de despertar las conciencias.

 

Abundando sobre lo anterior, quizás en estas tierras catalanas, hoy tan convulsas con temas que nada tienen que ver con la fe, centrarse en el impacto de una vida modelo de vida cristiana es algo que puede ayudarnos a serenar los ánimos un tanto revueltos.

Entre los adoradores nocturnos siempre han surgido verdaderos ejemplos de vida espiritual, y es que, el contacto frecuente y casi permanente con el Señor forzosamente tiene que dar sus frutos.

 

Por desgracia aquí no somos muchos adoradores, pero, eso sí, procuramos ser unos fervientes adoradores. Prueba de ello es que somos de las pocas secciones de Cataluña que seguimos realizando los turnos de cinco horas, como está establecido.

 

Ante su amable oferta de petición gratuita de libros, no sé si sería un abuso pedirle 20 ejemplares, de modo que cada uno de los adoradores tuviera uno con el que poder ir trabajando y reflexionando. Si el número es excesivo, envíenos los que considere oportunos y los iríamos alternando entre los distintos adoradores.

 

Esta noche tenemos vigilia de adoración e incluiremos, en cada uno de los turnos, una oración por el rápido proceso de beatificación de nuestro hermano Víctor.

Unidos en la oración ante el Señor, reciba un afectuoso saludo.

 

José María Ponz


sábado, 13 de agosto de 2022

Florecillas. Padrino de gitanos.

Víctor haciendo de padrino en el bautismo de dos gitanos.




Aceptó, con mucho gusto, ser padrino de dos gitanos que deseaban bautizarse. No sólo aceptó, sino que se le notaba lleno de gozo por tener dos ahijados gitanos. Le pedía a mi madre alimentos para llevárselos. Ellos se acercaron en un a ocasión hasta nuestra casa, acompañados de sus padres, para traerle un obsequio, en agradecimiento por todo lo que hacía con ellos” (Eva).

 

En pocas palabras nos describe Eva la alegría que sintió su padre cuando el párroco de San Clemente Romano, D. Paco Teresa, le propuso hacer de padrino de dos gitanos de los que la madrina sería su hermana Dª. Carmen Teresa, que, como experimentada catequista, les había preparado para recibir el sacramento.

 

Es curioso que Víctor, del que no tenemos ninguna foto en los bautismos de sus hijos, aparezca por primera vez en el bautismo de estos gitanos, muestra evidente de la alegría que le produzco poder acompañarles en el desarrollo de su fe.

 

Seguro que cumplió fielmente con los compromisos que la Iglesia pide a los padrinos, cuya responsabilidad, no es la de dar de vez en cuando regalos a sus ahijados, sino de enseñarles las verdades cristianas y acompañarles en las prácticas religiosas, especialmente si los padres no están preparados para cumplir esa misión.

 

Y por lo que vemos, no se limitó a la asistencia espiritual, sino que tuvo con ellos detalles de ayudas materiales. ¡Cómo no hacerlo así quien les enseñaba la importancia de la caridad cristiana que se manifiesta especialmente con las obras! Se interesó por su desarrollo integral, humano y religioso.

 

El hecho de que los gitanos acudieran con sus padres con un obsequio para mostrarle su gratitud, es la mejor prueba del seguimiento que Víctor hacía con sus ahijados.



miércoles, 10 de agosto de 2022

Habla Víctor. Valor del sufrimiento (V)

Foto del cuadro original desde el que Cristo
habló a San Juan de la Cruz.


El sufrimiento de Cristo: No se identifica con la pasividad, pasando haciendo el bien. Esta parábola está en San Mateo: “Venid benditos de mi Padre” (Mt. 25,34). Por Cristo y en Cristo se ilumina el enigma del dolor y de la muerte. Es menester acudir a la cruz del Calvario. En todos los creyentes que sufren en la cruz, está el Redentor del hombre. Todos los que sufren en comunión con la Iglesia y que son débiles, pero son fuente de fuerza para esta y toda la humanidad.

 

Los sufrimientos de Cristo no fueron fruto de la pasividad, sino la consecuencia de su plan redentor mediante sus sacrificios, especialmente en su pasión y muerte, pues por ellos realizó el misterio de nuestra redención.

 

 Recordemos de nuevo lo que dice San Juan de la Cruz comentando las palabras de Jesús “¡Dios mío, Dios mío!, ¿por qué me has desamparado?”: “Lo cual fue el mayor desamparo sensitivamente que había tenido en su vida. Y así, en él hizo la mayor obra que en toda su vida con milagros y obras había hecho ni en la tierra ni en el cielo, que fue reconciliar y unir al género humano por gracia con Dios. Y esto fue, como digo, al tiempo y punto que este Señor estuvo más aniquilado en todo” (2Sub. 7, 10).

 

Por eso, cuando Juan de la Cruz, orando ante un cuadro de Jesús camino del Calvario que le infundía especial devoción porque representa muy bien los sufrimientos del Señor, escuchó que Jesús le dijo: “Juan, que quieres por lo mucho que has hecho por mí”, la respuesta de Juan de la Cruz fue: “Padecer y ser despreciado por Ti”. Así quiso San Juan de la Cruz corresponder a los que Jesús sufrió por él.

 

Es lo mismo que sintió el apóstol San Pablo al exclamar: “Lo que es a mí, Dios me libre de gloriarme más que de la Cruz de nuestro Señor, Jesús Masías, en la cual el mundo quedó crucificado para mí y yo para el mundo” (Gal. 6, 14).





sábado, 6 de agosto de 2022

Testimonios. María Jesús Marcos (III)

Aitona, Villa donde nació el Beato Francisco Palau,
fundador de las Carmelitas Misioneras Teresianas.


25 de noviembre de 2014

 

Estimado hermano en el Carmelo, José Francisco.

Me alegro mucho, así como mi comunidad de que siga propagándose la vida de nuestro querido hermano Víctor, ciertamente muchas familias encontrarán en él un ejemplo a seguir especialmente en las dificultades de todo tipo que la sociedad presenta hoy, a las familias cristianas especialmente. Mucho tiene que enseñarnos su pasión por el Reino y los más pequeños y sus gestos de caridad hacia ellos a semejanza del Maestro.

 

Me causa mucha alegría el inicio del proceso de beatificación. El milagro de la mujer argentina, ¿se ha estudiado? Yo le encomiendo una situación difícil de relación familiar. Él, que tenía algo especial en el trato con los suyos y en el ejemplo de vida cristiana que les daba, interceda por esta situación para que los miembros de esta familia vuelvan a relacionarse como hermanos, perdonando todo lo que les separa, que a veces son cosas sin demasiada importancia. Que aprendan a perdonar.

 

Me alegra también el que se haya agotado la primera edición y vaya a salir la segunda, también en forma gratuita. Esto también es una gracia de Dios, en estos momentos de crisis. Ciertamente el Señor bendecirá a esa editorial dándole trabajo y mucho amor.

 

Con mucho gusto pido me enviéis otros 50 volúmenes. Ya los he repartido todos. Muchísimas gracias y que pronto podamos ver a Víctor en los altares para que sea modelo y ejemplo para tantas familias.

 

Un abrazo y unidos en la oración por un mundo más fraterno y justo.

 

María Jesús Marcos

cmt

 

 

miércoles, 3 de agosto de 2022

Florecillas. Tarjeta especial.


Documento Nacional de identidad de Víctor Rodríguez.


Cuando una persona sufre un accidente por la calle, suele ser trasladado al hospital. Pero, ¿quién se ocupa de buscarle un sacerdote? Mi padre, con toda prevención, llevaba siempre en su bolsillo una tarjeta en la que figuraba la siguiente petición: “Soy católico, en caso de accidente deseo un sacerdote”. Acompañaba la tarjeta con un billete para así recompensar a la persona que le  hiciese ese favor. (Eva)

 

Hay detalles que solamente se les ocurren a los santos. ¿A quien de nosotros se nos ha  ocurrido jamás portar junto a nuestra documentación una tarjeta indicando: “Soy católico y en caso de accidente deseo que me asista un sacerdote?”. Lo más que se nos puede ocurrir, por precaución, es llevar una nota indicando las enfermedades que padecemos y si somos alérgicos a determinados medicamentos para que los médicos que nos atiendan en caso de emergencia las tengan en cuenta.

 

Pero el colmo de los detalles es poner con la tarjeta un billete para recompensar a quien le hiciese el favor de llevarle al hospital. Y es que los santos siempre son agradecidos y más los hijos de Santa Teresa, como lo era Víctor por pertenecer al carmelo descalzo seglar, que llegó a decir: “Por una sola sardina que me den, me sobornarán”.

Es normal que Víctor pensase en la posibilidad de que, sufriendo como sufría frecuentes y fuertes taquicardias, tanto en la fábrica como en el hogar, pensase que eso mismo podía sucederle en la calle y tendrían que llevarle a un hospital. Pues bien, sin negar la asistencia de los médicos cirujanos, pues para eso le llevarían al hospital, se preocupaba más por los auxilios espirituales, que solamente un sacerdote se los podía proporcionar.