miércoles, 28 de febrero de 2024

Florecillas. Pensando en Batuecas

 

Víctor en una celda del Monasterio de San José en Las Batuecas.

 

En el torno, tenía frecuentes conversaciones con la hermana tornera, y aunque era más bien silencioso y con aspecto recogido, allí recordaba sus estancias en el Desierto de Batuecas, períodos de gran sufrimiento espiritual donde él mismo reconocía que iba a sufrir, pero no podía dejar de ir, pues algo allí le atraía. (Carmelitas Descalzas de Sabarís).

 

Quienes hemos conocido a Víctor, podemos confirmar que su aspecto, después de su conversión, era siempre recogido y prefería escuchar a los demás a ser protagonista, y cuando intervenía, lo hacía con sencillez y humildad.

 

Las conversaciones en el torno son siempre breves, pero la hermana tornera, que conocía muy bien su vida de oración, notoria a toda la comunidad por las horas que se quedaba en la iglesia después de asistir a la Eucaristía y de comulgar, aprovecharía para preguntarle cómo siendo seglar había llegado a tan alta perfección, y Víctor la hablaba de su experiencia en el Desierto de San José de las Batuecas, pues fue dónde el Señor le hizo pasar por la Noche Oscura, muy dolorosa si, pero que le purificó de todas sus imperfecciones.  

 

En el torno, tenía frecuentes conversaciones con la hermana tornera, y aunque era más bien silencioso y con aspecto recogido, allí recordaba sus estancias en el Desierto de Batuecas, períodos de gran sufrimiento espiritual donde él mismo reconocía que iba a sufrir, pero no podía dejar de ir, pues algo allí le atraía. (Carmelitas Descalzas de Sabarís).

 

Quienes hemos conocido a Víctor, podemos confirmar que su aspecto, después de su conversión, era siempre recogido y prefería escuchar a los demás a ser protagonista, y cuando intervenía, lo hacía con sencillez y humildad.

 

Las conversaciones en el torno son siempre breves, pero la hermana tornera, que conocía muy bien su vida de oración, notoria a toda la comunidad por las horas que se quedaba en la iglesia después de asistir a la Eucaristía y de comulgar, aprovecharía para preguntarle cómo siendo seglar había llegado a tan alta perfección, y Víctor la hablaba de su experiencia en el Desierto de San José de las Batuecas, pues fue dónde el Señor le hizo pasar por la Noche Oscura, muy dolorosa si, pero que le purificó de todas sus imperfecciones. 

sábado, 24 de febrero de 2024

Habla Víctor. Carta a Maria del Carmen (III)

 


María del Carmen García Rodríguez, sobrina de Víctor.



Es muy difícil saber mucho y creerse poco. El Señor te enseñará ciencia muy sabrosa. Sabes que me siento orgulloso de ti, pero si sólo tuvieras la ciencia investigadora, me darías pena. ¡Qué mal terminan los déspotas, avaros, avasalladores! Creen en ellos mismos, y se hacen dioses de sí mismos”.

 

Sabios consejos para su sobrina María del Carmen. Tiene la experiencia entre sus familiares de que, los que consiguen éxitos en los estudios y logran puestos relevantes, suelen sentirse superiores a los demás, atribuyéndose a sí mismos el éxito, olvidándose de que todo es un don de Dios.

 

No es el caso de María del Carmen, que aprovecha muchos fines de semana para retirarse en busca de soledad para meditar y estar a solas con el Señor, en la hospedería de las religiosas de Santa Clara en Calabazanos (Palencia) , o en el monasterio de monjes cistercienses de San Isidro en Dueñas (Palencia).

 

Víctor la anima a seguir en esas prácticas, pues de ser perseverante, “el Señor te enseñará ciencia muy sabrosa”. Y así ha sucedido, pues a sus conocimientos científicos, ha añadido una sencillez, una humildad, un amor a Dios y una actitud de servicio a los demás, que solamente pueden ser fruto  de “esa ciencia sabrosa” que solamente puede proceder del Señor.

miércoles, 21 de febrero de 2024

Testimonios. Sor Esperanza Martín.

 


Monasterio del Stmo. Cristo de la Victoria

MM. Agustinas Recoletas

Serradilla (Cáceres)

Serradilla 4-4-2014

Alabado sea Jesucristo:

Muy querida Begoña:

Asunción y todos vosotros, estad muy agradecidos a Dios que os dio un esposo a ti Asunción, y a sus hijos un padre ejemplar y santo... Seguid su doctrina, que él ha dejado mucho.

 

Las cartas os entrego las originales, para que sirvan el día de mañana. Me quedo con una copia de cada una. Son una maravilla. Los primeros años que me escribió, las cartas eran muy completas. Luego va perdiendo facultades, pero lo más importante está ahí.

 

Fue una víctima de amor entregado a Dios por la conversión de los pecadores. Seguid la doctrina que os enseñó vuestro padre. Las religiosas como tal, y los demás en vuestro oficio y vida de cada día.

 

Begoña: si tienes alguna carta de las que yo le enviaba, haces una fotocopia y (me) la envías, para saber lo que le decía. Sus hermanos carmelitas eran muy queridos por él.

 

Nos encomendamos a su poder intercesor en el cielo.

 

Un fuerte abrazo para todos.

 

Sor Esperanza Martín.

Agustina Recoleta




sábado, 17 de febrero de 2024

Florecillas. Víctor, mensajero de paz.

 

Dándose la paz en la misa.

Tenía un don especial, algo distinto, de paz. Sólo al verle, se reflejaba la paz y tranquilidad de su alma, siempre con la misma serenidad, parecía en presencia de Dios”. (Carmelitas descalzas de Sabarís)

En una de las misas del día de la Natividad del Señor, escuchamos estas palabras del profeta Isaías: “¡Qué hermosos son sobre los montes los pies del mensajero que anuncia la paz, que trae la buena nueva, que pregona la victoria, que dice a Sión: “Tu Dios es Rey”. (Is 52, 7)

Víctor fue uno de esos mensajeros de la paz. Fue uno de los elegidos por el Señor para transmitir la paz, pues  ya antes le había llenado de paz derramando sobre él esta bendición: “El Señor te bendiga y te proteja, ilumine su rostro sobre ti y te conceda la paz”. (Nm 6, 24-26). El Señor le concedió su paz, y Víctor se convirtió en un hombre pacífico y pacificador.

No son las monjas de Sabarís las únicas que hablan de esa faceta de Víctor, sino que también muchos testigos que le conocieron resaltan esta faceta de su vida, porque la experimentaron en momentos de dolor, de enfermedad, del fallecimiento de algún familiar, de conflictos familiares, de angustias espirituales, etc. Para todos tenía palabras de aliento. Pero era especialmente su presencia, tan llena de paz, la que les reconfortaba. Seguro que, mientras hablaba con ellos o les acompañaba, estaba orando al Señor para que les aliviara sus penas y les llenara de paz.  



miércoles, 14 de febrero de 2024

Miércoles de ceniza.

 

Su Santidad el Papa Francisco imponiendo la ceniza.


Celebramos hoy el Miércoles de Ceniza. El Martirologio Romano anuncia la celebración con estas palabras: “Día de ceniza e inicio de la muy sagrada Cuaresma: he aquí que vienen días de penitencia para la remisión de los pecados, para la salvación de las almas; he aquí el tiempo favorable, en el que se asciende a la montaña santa de la Pascua”.

 

Se trata, pues, de días de penitencia, de ayuno y de la abstinencia, pero se nos habla de esas prácticas para conseguir la verdadera conversión de nuestra vida,  para que nuestra vida se desarrolle según las exigencias del Evangelio, que son las que Jesús nos pide para alcanzar la felicidad, no los criterios del mundo.

 

Así lo resalta la fórmula con la que se nos impone la ceniza: “Conviértete y cree el Evangelio”. Son las primeras palabras que Jesús pronunció al comenzar el anuncio de la Buena Noticia. La conversión consiste en que vivamos conforme al Evangelio, cosa nada fácil, y a veces dura toda nuestra vida.

 

Hasta a los santos les ha costado mucho la conversión. Por ejemplo, a Santa Teresa, que no logró la verdadera conversión hasta los 39 años. Fue siempre  buena, incluso se consagró al Señor como religiosa carmelita, pero no se entregó por entero al Señor hasta que se encontró con una imagen de Cristo muy llagado y cayó en la cuenta de que estaba tan llagado por su culpa y por amor a ella.

 

A víctor le sucedió algo semejante. Fue muy religioso desde su infancia. Siguió manteniendo el fervor en su nuevo hogar, e incluso lo aumentó al hacerse carmelita descalzo seglar, pero se afanaba y disfrutaba a la vez de los bienes materiales, hasta que llegó la ruina de sus negocios. En ese momento cayó en la cuenta de que el único que no falla nunca es Dios, confió en Él, y cambió radicalmente.



sábado, 10 de febrero de 2024

Testimonios. Carta a Víctor de Sor Esperanza

Cristo de la Victoria en el monasterio de las Agustinas Recoletas de Serradilla.


Serradilla 21 de junio de 2004

Alabado sea Jesucristo.

Querido Víctor:

La gracia y la Paz de Dios sea siempre contigo, con tu mujer, tus hijos, nietos y todos los que formáis la familia, bendecida por Dios con dos vocaciones Religiosas de vuestras hijas.

 

Doy gracias a DIOS por todo lo bueno que recibí en Madrid cuando estuve en la Congregación y visitábamos a los enfermos. Aún lo recuerdo como si fuera ayer. Aquello me ayudó a madurar la vocación. Nuestra vocación de un Sí continuo al Señor hace falta mucha madurez espiritual. La gente hoy día no entiende esto.

 

Con la gracia de DIOS, hay en mi alma un deseo grande de santidad, regalo de DIOS, con la intercesión de Nuestra Madre Bendita que acompaña mi vida y ruega a Jesús por mí en todo momento… Tengo ganas de hablar contigo y comunicar nuestro espíritu, me hizo mucho bien todo lo que hablábamos. Recuerdo, tenías mucha razón. La vida religiosa es una gracia muy grande, es un don de DIOS.

 

Estoy muy contenta de mi vocación, la Cruz lleva a DIOS, es el Camino. El dolor llevado con amor y dando gracias cuando lo recibimos de DIOS, trae muchas gracias, une al SEÑOR….

 

Es una gracia que puedas venir Víctor, si puedes llamar por teléfono antes de venir te lo agradecería. El teléfono es: 927 40 70 80.

 

Así conoces al Santísimo Cristo de la Victoria. Modelo en el padecer y en el amar. Hasta cuando te puedan traer. Unidos en el amor de Jesús y María tu menor hermana con afecto fraterno en Cristo.

 

Sor Esperanza Martín Barbero.

 

 

 

(P.D. El horario por la mañana es de 9 ½ a 1 ½. Por la tarde a las 5)





miércoles, 7 de febrero de 2024

Florecillas: O no hablar, o hablar de Dios.

 

            Víctor en el locutorio de Sabarís. Sobre su cabeza el letrero a que se alude.


Todas las hermanas que le conocieron, pueden decir que su tema principal de conversación era Dios. Tanto en el locutorio como en el torno, no se perdía tiempo con él. Nunca hablaba de cosas del mundo y decía que éste había que llenarlo de Dios”. (Carmelitas Descalzas de Sabarís).

 

En todos los conventos de religiosas Carmelitas Descalzas, y el de Sabarís no es excepción, hay una sala llamada “locutorio”, que es el único lugar donde las religiosas pueden recibir visitas y hablar con los seglares, y un pequeño “torno”, en que la hermana que hace de portera, atiende a los que se acercan al monasterio.

 

En el locutorio, en la parte destinada a los visitantes, separados de las religiosas por una reja, hay un letrero con esta inscripción: “Hermanos: Una de dos ha de ser: o no hablar o hablar de Dios, que en las casas de Teresa, esta ciencia se profesa”.

 

Es de suponer que no todas las personas que se acercan a hablar con las religiosas, especialmente sus familiares más cercanos, se atengan rigurosamente a esta norma, pero en el caso de Víctor se cumplía con tanta perfección, que llamaba la atención de las mismas monjas, porque era él el que más hablaba de cosas espirituales, hasta el punto de reconocer “que su tema principal de conversación era Dios”.




sábado, 3 de febrero de 2024

Habla Víctor. Carta a Maria del Carmen (II)

 

María del Carmen García Rodríguez,
sobrina carnal de Víctor.


Vacíate de ti y te llenarás de Dios y aprenderás a amarle como él quiere ser amado. Te llenarás de los Dones del Espíritu Santo y aprenderás ciencia muy sabrosa, y te verás sorprendida que aprendes lo que no estudiaste. “Si alguno me ama, le amará mi Padre y vendremos y moraremos dentro de Él”. “Yo estoy a la puerta y llamo, si alguno me abre, entraré y comeremos juntos”. Vacíate de ti y te llenarás de Dios…

 

Víctor se está dirigiendo a una sobrina carnal, doctora en ciencias químicas por la Universidad Complutense de Madrid, con dos master por la famosa Universidad de Harvard (Boston) y dedicada plenamente a la investigación en el Instituto de Biología y Genética Molecular del CSIC en Valladolid, y lo primero que la recuerda, como buena creyente, es que Dios está dentro de nosotros y que por medio de la oración podemos comunicarnos con Él y descubrir el infinito amor que Dios nos tiene.

 

Pero para experimentar ese amor, añade, no se llega a través de los conocimientos humanos, por muy importantes que sean, sino a través de la experiencia de fe. De ahí su consejo: “Vacíate de ti y te llenarás de Dios”. Allí donde uno pone su mente, allí está su corazón. En la medida que nuestra mente esté puesta en el amor que Dios nos tiene, aumentará nuestro amor a Dios, y Él se encargará de enseñarnos “ciencia muy sabrosa” y cosas muy superiores a las que podemos adquirir mediante los estudios.