Iglesia de San José en el desierto de Las Batuecas. |
Aguantar
no podía. Luché contra mí y seguí. Gran ganancia me gané, sin sentirlo ni
gustarlo.
Víctor,
por lo que dice de su experiencia en Batuecas, parece que fue allí donde el
Señor le concedió la gracia especial de la contemplación. El Señor, tras
haberle tratado como una amorosa madre a su hijo pequeño, concediéndole grandes
gozos en las cosas que por Él hacía, le quitó los gozos para que como varón
fuerte realizara obras grandes y sustanciales. Ese paso le resultó
desconcertante y doloroso, como suele suceder a todos los espirituales.
Para
entender algo de esa tremenda y desconcertante experiencia de Víctor en Batuecas,
tenemos que acudir a la doctrina que San Juan de la Cruz expone en los dos
libros de La Noche oscura.
San Juan de la Cruz maestro de "las noches oscuras". |
Comentando
la primera estrofa del poema: En una noche oscura,/ con ansias en amores
inflamada,/ ¡oh dichosa ventura!,/ salí sin ser notada,/ estando ya mi casa
sosegada, declara: “Cuenta el alma en esta primera canción el modo y manera
que tuvo en salir, según la afición, de sí y de todas las cosas, muriendo por
verdadera mortificación a todas ellas y a sí misma, para venir a vivir vida de
amor dulce y sabroso en Dios, y dice
que este salir de sí y de todas las cosas fue en una noche oscura, que aquí
entiende por la contemplación purgativa, como después lo dirá, la cual
pasivamente causa en el alma la dicha negación de sí misma y de todas las
cosas” (1 Noche ).
Y en
otra parte añade: “Esta noche oscura es una influencia de Dios en el
alma, que la purga de sus ignorancias e imperfecciones habituales, naturales y
espirituales, que llaman los contemplativos infusa o mística teología, en que
de secreto enseña Dios al alma y la instruye en perfección de amor, sin ella
hacer nada ni entender cómo es esta contemplación infusa. Por cuanto es
sabiduría de Dios amorosa, hace dos principales efectos en el alma, porque la
dispone purgándola e iluminándola para la unión de amor con Dios. De donde la
misma sabiduría amorosa que purga los espíritus bienaventurados, ilustrándolos,
es la que aquí purga al alma y la ilumina.
Noche oscura, símbolo de la prueba espiritual más profunda |
Pero
es la duda: ¿Por qué, pues la lumbre divina que, como decimos, ilumina y purga
al alma de sus ignorancias la llama aquí el alma noche oscura? A lo cual se
responde que por dos cosas es esta divina Sabiduría no sólo noche
y tiniebla para el alma, mas también le es pena y tormento; la
primera es por la alteza de la Sabiduría divina, que excede al talento del
alma, y en esta manera le es tiniebla; la segunda, por la bajeza e impureza de
ella, y de esta manera le es penosa y aflictiva, y también oscura”.
A
Víctor le resultaba insoportable esta experiencia, pero como estaba convencido
de que era el Señor quien le había impulsado a ir a Batuecas, luchó contra su
deseo de abandonar, y confiando en el Señor, siguió adelante.
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