sábado, 18 de mayo de 2019

Testimonios Quinidio Martín y Carmen Díez


D. Quinidio Martín y su esposa Dª. Carmen Díez


Conocimos a Víctor aquí en Villarmienzo. Venía desde Velillas del Duque, donde vivía, a oír misa cuando no la había en Velillas y la había aquí en el pueblo. Venía siempre andando cualquiera fuera la inclemencia del tiempo. Comulgaba siempre en la misa. Solía llegar a la misa antes que el párroco y hasta que llegaba el párroco, se ponía a hablar muy amablemente con la gente.

Era una buenísima persona y el párroco le tenía por santo, como a veces así nos lo decía. ¡Qué testimonio no habría dado el párroco sobre la vida santa de Víctor si le hubiera sobrevivido!, pero falleció antes que Víctor. Y no sólo el párroco le tenía por santo, sino que por tal le teníamos todos los que le tratábamos. Nosotros damos fe de que era un santo de cuerpo entero.

Panorámica de Villarmienzo.

Siempre estaba sonriendo. Era muy amable con la gente. Su vida era de una entrega total a Dios y a los hermanos. Un gran ejemplo para nuestra generación y para las generaciones venideras.

Por eso es tan importante que se le beatifique y se le canonice cuanto antes, para que todo el mundo conozca lo santa que fue su vida y arrastre a las almas a llevar una vida de tanta entrega a Dios y a los hermanos, que es en lo que consiste la santidad, como lo fue la suya.

Esperamos que así sea y que sea cuanto antes.
 
 Señales de tráfico en el término de Villarmienzo.


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