Contesté
a vuelta de correo para felicitarles y mostrar mi júbilo: “Acabo de recibir
su correo que me ha llenado de alegría al comunicarme que su hija Luisa, por
fin, ha quedado embarazada como veníamos suplicando que el Señor se lo
concediera por intercesión de su siervo Víctor. Desde que usted me dijo los
medios que venía poniendo Luisa para poder tener descendencia sin resultado, a
pesar de trabajar en NOVARTIS, y que de concebir sería un verdadero milagro que
ustedes venían pidiendo al Señor, les supliqué que se lo encomendasen por
intercesión de Víctor.
La
recuerdo unas palabras de su correo de 9 de enero de 2017: “De verdad se lo
digo que el día que obre el milagro yo seré la primera en publicarlo y
decírselo a todo el mundo que por intercesión del Sr. Víctor mi hija ha
concebido y logrado su hijo”. Pues bien: ha llegado el momento de que su
hija pida el historial médico que describa las dificultades que la impedían
quedar embarazada y los médicos certifiquen que no se explican lo que ha
sucedido. Es importante que añadan las pruebas, para que el día de mañana,
los peritos puestos por la Iglesia puedan certificar su veracidad”.
Sofía, la hija de Waleska con su primita Amelia en brazos |
Pocos
días después, el 8 de mayo recibía esta respuesta:
“Buenas
tardes padre. Espero que se encuentre bien de salud. Recibí su email y
enseguida hablé con Luisa Fernanda. Todos le estamos muy agradecidos por sus
oraciones y en especial por haber rezado a su hermano, el señor que están
tratando de beatificar.
Luisa Fernanda me dice que los médicos de USA, no
son los más tolerantes a dar informes de que los pacientes, en especial
mujeres que estando siendo fecundadas in vitro, en el futuro quedaran
embarazadas testimoniando que era imposible la concepción.
Sin
embargo nosotros, ninguno somos ni desagradecidos ni faltos de palabra. Yo le dije a usted que iba a decírselo a los 4
vientos que era un milagro el día que Luisa Fernanda quedara en embarazo, y así
estoy dispuesta a decirlo, porque la verdad, es lo que sentimos.
Luisa Fernanda me dice que la concepción debió ser un día 28 de febrero, y
desde ese día ella comenzó a gestar esa criatura.
Así
que yo, en orden a ser justa, le diré: si tengo que testificar que por
intercesión de su hermano mi hija concibió, así mismo lo haré, ya que usted
mismo me envió la NOVENA y yo la hice enseguida que la imprimí, y también le
hice la novena a la Virgen de la Concepción que una amiga me había enviado,
y le pedí a la Virgen de Shengstar que
también le concediera el milagro de ser madre. No puedo negarlo, ni tampoco lo
haré; sería muy atrevida de mi parte e ingrata decir algo contrario.
Igual mi hija Luisa Fernanda me dice que si ella
tiene que testificar que su hijo o hija es un milagro por las oraciones que
todos hicimos por esa causa, así hará. Así padre, que yo no
sé qué tendré que hacer. Usted me lo dirá. Pero me siento muy agradecida de
Dios y de usted por las oraciones que hace por nosotros. Dios lo bendiga
siempre.
Otra
cosa es, que en Estados Unidos son tan difíciles para estas cosas, que yo no
tengo palabras para describirle cómo es que piensan esos médicos respecto a
situaciones como esta, que sabemos fue un acto de Dios.
Pues
ya sabe usted, le iré contando que más acontece con este bebé que Dios nos ha
enviado para bendición de todos”.
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