miércoles, 4 de julio de 2018

Habla Víctor ¿Otro milagro en su infancia?

Carro como los que conoció y usó Víctor


 Seis años tenía y un carro sobre mí volcó e ileso me dejó.
Con estas escuetas palabras está aludiendo a un hecho que le sucedió cuando solamente tenía seis años y un carro volcó sobre él y el Señor de nuevo le libró de una muerte segura. Al menos así lo consideró Víctor y siempre dio gracias a Dios por ello.

No da detalles de por qué ni cómo fue el vuelco y menos aún de las circunstancias que se dieron para que el carro cayera sobre él. De los hermanos que le sobreviven, ninguno tiene noticia. Claro está que, al ser más pequeños, no fueron testigos del suceso, pero bien pudieron oír a sus padres o a él mismo referir lo sucedido. Puede ser que prefirieran olvidarlo para no alarmar a los más pequeños.
 
Cargando un carro con mies

Pero si como dice, volcó un carro sobre él, es prácticamente imposible que no le matara en el acto, o que al menos no le quedaran graves secuelas a no ser por un milagro. Los carros solamente volcaban cuando estaban muy cargados, en cuyo caso, al pasar por algún camino inclinado o en muy malas condiciones, algo frecuente en aquellos tiempos, el carro podía inclinarse hacia un lado sobre el que recaería más peso, perdería el equilibrio y volcase

La escena pudo suceder cuando en los meses de verano tenían que madrugar mucho para ir a recoger las mies de las tierras, cargarlas en los carros antes de que saliera el sol, aprovechando el rocío de la mañana para que no se desgranasen las espigas y llevarlas a las eras, donde las trillaban para poder separar el grano de la paja. Es difícil hoy hacerse idea del proceso y de los riesgos que suponía, pues no se trataba simplemente de cargar el carro, sino que, a ambos lados del carro, se le colocaban maderos arqueados y altos con lo que conseguían ganar altura y que la mies sobresaliese al menos un metro por cada lado del carro.

Eso quiere decir que la colocación de la mies debía hacerse de forma muy justa para que estuviera bien equilibrado el peso. Los agricultores eran verdaderos expertos. Pero ese equilibrio podía romperse al encontrarse en el trayecto con un desnivel en que una rueda quedase más baja que la otra; sobre ella recaería más peso que provocaría el desequilibrio y podría volcar. Posiblemente esto fue lo que sucedió.

Carro cargado con mies camino de la era


Para que puedan hacerse una idea, en la parte gráfica verán un carro vacío, como los que había en tiempo de Víctor, que al tener las ruedas en la parte exterior, sería muy difícil volcar, y otro lleno de mies que se eleva y sobresale por ambos lados en que cualquier desequilibrio podría provocar un vuelco.

Cuando iban a acarrear –y Víctor fue desde los 6 años- todos iban montados en el carro, pero  una vez lleno de mies, el regreso se hacía andando. En una de estas ocasiones pudo suceder que el carro, desnivelado por el peso de la mies volcara y cayera sobre Víctor. ¿Cómo se salvó siendo tan pequeño? ¿Fue por una intervención especial del Señor? Víctor así lo reconoce cuando hablando de las intervenciones milagrosas del Señor en su vida dice: “Seis años tenía y un carro sobre mí volcó e ileso me dejó”.


No hay comentarios:

Publicar un comentario