Fachada de la Iglesia del monasterio de las Carmelitas Descalzas de Ciudad Real. |
Ciudad Real, 8 de octubre de 2012
R. P. José Francisco.
El Señor esté con nosotros, muy amado padre:
Si que me acuerdo de V. R., aunque con el nombre de Daniel.
Han pasado ya muchos años y nunca más hemos tenido noticias de V. R., pero
repito, si que nos acordamos muy bien de cuando los teníamos aquí tan cerca con
nuestro P. Ludovico, q.e.p.d. Cuando predicó la Novena llevaba yo aquí tres
años, así que hace ya muchos, muchos años. ¡Cómo se pasa la vida!
Nos alegramos muy mucho de que tenga un hermano de esa
categoría de santidad. Por supuesto que difundiremos su memoria con todo lo que
pueda enviarnos. Aquí se pone en la Iglesia y se lo llevan todo. También
enviamos en los paquetes de formas, que son muchos al mes. Si lo hacemos por
tantas personas que nos piden, muchísimo más lo haremos, como dice V. R., por
un hermano nuestro. Hemos leído el escrito y realmente es un gran santo, pues
la vida de oración que llevaba lo dice
todo. Pedimos por su pronta canonización para ejemplo de padres de familia, y
carmelita seglar.
Enhorabuena, Padre, por tener un hermano tan santo. Que nos
ayude para que sepamos como él, a darnos con esa intensidad a Dios por medio de
la oración. Le pediremos nos ayude en tantas necesidades como siempre hay en
los conventos. Ahora mismo, aunque es una cosa material, también es muy
importante para nosotras. Tenemos que reparar, bueno, hacer nuevos los tejados
del Noviciado, que supone mucho dinero. Se lo voy a encomendar a él, que sabe
lo necesitamos.
Bueno, Padre, le dejo. Envíe el material que tenga, que aquí
lo daremos a conocer con mucho cariño.
Con todo afecto en Jesús, María y José.
Carmen Teresa del Sagrado Corazón O.C.D.
Priora.
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