Víctor portando las andas de la Virgen del Carmen |
Se celebra en el día de hoy la solemnidad de Santísima Virgen
con el título de Reina y Hermosura del Carmelo, conocida popularmente como Virgen
del Carmen.
Víctor fue devoto de la Virgen del Carmen desde su infancia,
pues en el hogar paterno se celebraba todos los años la novena a la Virgen del
Carmen en familia y siempre llevó sobre su pecho el “Escapulario”. Este amor se
incrementó desde el momento en que pidió ser admitido en la Orden del Carmen
como seglar.
En la toma de hábito, a la pregunta: ¿Qué es lo que pide?
Respondió: “La misericordia de Dios y el hábito de la Orden Tercera de la
Santísima Virgen María del Monte Carmelo y de Santa Teresa de Jesús”.
Al año siguiente emitió su profesión con esta fórmula: “Yo,
hermano Víctor, hago mi profesión y prometo a Dios, a la Santísima Virgen María
del Monte Carmelo, a nuestra Madre Santa Teresa y a los Superiores de la Orden,
obediencia y castidad, conforme a la Regla de la Orden Tercera, la cual quiero
observar con la mayor perfección posible hasta la muerte”. Y cumplió
fielmente su promesa, pudiendo escribir al final de su vida: “En el
Carmelo moré”.
Se percató y asumió que una característica de la
espiritualidad carmelitana y elemento fundamental de la Orden del Carmen era su
faceta mariana: “El Carmelo es todo de María”. María, por su
cercanía a Cristo, es la Virgen orante, modelo de todo carmelita en la oración
contemplativa, y la Madre espiritual que acompaña toda nuestra vida
espiritual hasta el encuentro con Cristo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario