sábado, 4 de junio de 2022

Florecillas. Promoviendo la vocación

Parroquia de San Clemente Romano en Madrid


Cuando acudía a la parroquia de San Clemente Romano, una vez una mujer entabló conversación con él. Estaba en búsqueda de su vocación y él le ayudó en tantas conversaciones espirituales que tuvieron. Ella entró en un convento de clausura. (Begoña)

 

Víctor siempre oró por las vocaciones sacerdotales y religiosas. Deseaba ardientemente que alguno de sus hijos eligiera esa vocación, y de hecho, a tres de ellos les llevó con esa intención al colegio preparatorio de los carmelitas descalzos en Medina del Campo, aunque sin éxito. Una de sus grandes alegrías fue cuando la hija más pequeña determinó ingresar en las carmelitas descalzas.

 

Pero no solamente oraba por las vocaciones de sus hijos, sino por las vocaciones en general, como se comprueba en el caso de la joven que entabló conversación con él en la Parroquia de San Clemente Romano y que, gracias a sus orientaciones, se decidió a seguir a Jesús en un monasterio de clausura.

 

El encuentro de esta joven con Víctor fue providencial, pues fue quien más y mejor la orientó a la hora de elegir su modo de vida, que no fue el de car

melita, orden con la que Víctor se identificaba por ser carmelita seglar y por su espiritualidad, sino el de orden agustiniana.

 

Las oraciones y las orientaciones  por su perseverancia se mantuvieron a lo largo de su vida, como lo demuestra su correspondencia epistolar, en que Víctor ejerce prácticamente de director espiritual, respondiendo con sabiduría a sus inquietudes.




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