miércoles, 4 de mayo de 2022

Florecillas. Rezo durante el descanso del fútbol. Vícto y Asunción con sus siete hijos.

Víctor y Asunción con sus siete hijos.


Recuerdo que antes que se casaran sus hijos, los domingos, cuando estábamos en casa, se rezaba el Rosario. Era durante el descanso del fútbol, así nadie se escapaba. (Begoña).

 

Los hijos mayores de Víctor, a medida que terminaban sus carreras universitarias y encontraban trabajo, se independizaban aún antes de casarse, pero acudían con frecuencia al hogar paterno, especialmente los domingos. Los varones eran muy aficionados al fútbol y no se perdían de ver ninguno de los que televisaban.

 

Qué alegría sentía Víctor con la presencia de todos sus hijos en el hogar. Ese día había comida especial, y su esposa Asunción, muy buena cocinera por cierto, se esmeraba en ofrecerles sus platos preferidos, que todos sus hijos recuerdan y añoran hoy día. Víctor no se cansaba de dar gracias a Dios por los hijos que le había concedido.

 

Pero si disfrutaba viendo a todos sus hijos juntos y alegres en el hogar, más deseaba que permanecieran fieles a los principios y a las prácticas religiosas que desde niños les había inculcado de palabra y con el ejemplo, para que consiguieran la felicidad que solamente el Señor les puede conceder. Por eso aprovechaba el cuarto de hora que hay entre la primera y la segunda parte de los partidos de fútbol, para rezar en familia el Rosario con todos los hijos, tanto con los que aún permanecían el hogar, que lo rezaban todos los días, como con los que ya vivían fuera del hogar.

 

Aprovechaba esa oportunidad para suplicar a María que protegiera y defendiera a sus hijos en los peligros que ya se presentaban en sus vidas.

 

 



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