Niñas y niños con vestidos lindos y sencillos en su primera comunión. |
Él daba importancia a lo esencial, como cuando en la
preparación de mi primera comunión, que todo fue sencillo. El vestido que me
compraron mis padres fue un vestido normal de vestir, no uno de primera
comunión. Lo importante era recibir el sacramento. (Begoña).
Declara Dª. Carmen Arias, secretaria de la Empresa
Embotelladora de Pepsi-Cola, en la que trabajaba Víctor, que la pedía sobres
para poner en ellos el dinero que ganaba en las horas extra para entregarlo a
familias pobres, y se lo recriminó diciendo: “que tenía 7 hijos y debería
guardarlo para ellos”, a lo que Víctor le contestaba diciendo, “que sus
hijos comían todos los días y había gente que no comía”.
A sus hijos no les faltó lo necesario y a todos les dio
carrera universitaria a base de hacer horas extraordinarias en Pepsi-Cola hasta
que se graduaron y pudieron ganarse la vida por su cuenta. A partir de ese
momento, Víctor siguió haciendo horas extraordinarias, pero no para acaudalar
dinero y permitirse lujos, sino para ayudar a familias pobres.
Eso es lo que hizo en la primera comunión de su hija Begoña.
Nada de gastarse un dineral en un vestido de primera comunión como si fuera una
pequeña novia, que sería desperdiciar el dinero, pues no serviría nada más que
para ese día. Por eso optó por un vestido blanco y bonito, pero apropiado para
usarlo en otras ocasiones, especialmente los domingos y festivos.
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