La Última Cena por Leonardo da Vinci. |
“Ya tenía experiencia de la eficacia de la oración, ya
me había pasado muchas horas enteras adorando al Santísimo en la Custodia. Allí
las noches parecían eternas, me hacían reflexionar en la oración del Huerto de
los Olivos y toda esa noche amarga que pasó el Señor, quien fuerte me hacía en
el sufrimiento”
El Jueves Santo, la noche en que Jesús iba a ser entregado,
habiendo amado a los suyos hasta el extremo, instituyó el sacramento de la
Eucaristía, en él que celebramos el memorial de la vida de Jesús: su entrega
hasta la muerte por amor. Jesús nos da su cuerpo y su sangre como alimento,
para proclamar que el amor, es el único mandamiento en el que se resumen
todos.
De ahí, que en ese momento proclamara: Os doy un
mandamiento nuevo, que os améis los unos a los otros como yo os he amado. En
esto conocerán que sois discípulos míos, en que os amáis los unos a los otros.
Y a continuación, al anochecer, como prueba de ese amor extremo, inició su
pasión voluntariamente aceptada para redimirnos de nuestros pecados.
El Siervo de Dios, Víctor Rodríguez, nos invita con su
ejemplo a acompañar al Señor Jesús en estos momentos dolorosos de su vida, a
participar con frecuencia en la Eucaristía, y a amar a los demás como Jesús nos
ama.
No hay comentarios:
Publicar un comentario