sábado, 2 de enero de 2021

Habla Víctor. Lectura espiritual.



“Hay que ejercitarse todos los días y el tiempo que sea posible en esta. Dime lo que lees y yo te diré quien eres. Tiene esta un influjo que traspasa hasta el interior del alma. Cualquier, por ignorante que sea, se da cuenta de esta influencia, motivo por el que hay que leer con frecuencia lectura espiritual buena, principalmente escritos de los santos, y mejor si son doctores de la Iglesia. Esta abre las puertas del alma para poder recibir el influjo del Espíritu Santo, además de ensancharla y hacerla crecer en deseos de servir y amar a Dios. Programar el tiempo para no dejar ni un solo día de ayudarse de este medio tan eficaz y provechoso”.

La lectura espiritual es una práctica que consiste en leer tratados espirituales y libros piadosos que animen a la práctica del bien, como pueden ser vidas de santos, comentarios bíblicos, temas morales, documentos papales etc.  En la tradición cristiana se consideró como fuente de formación cristiana y base para llegar a una vida de oración y no fue patrimonio sólo de los ermitaños o de las personas consagradas, sino de todos los cristianos interesados en su santificación, aunque hay que reconocer que es en las congregaciones en las que se reserva y suele estar programado un tiempo para este tipo de lectura.


Entre los laicos es más difícil sacar unos minutos diarios para este ejercicio, por eso Víctor insiste tanto en programar ese tiempo para no dejar de hacerla ningún día y de escoger aquellos autores o aquellos temas que más nos ayuden y estimulen a acercarnos al Señor, a descubrir su voluntad, y a sacar fuerzas para cumplir su voluntad.

Es conveniente disponer de una pequeña biblioteca en que no falten la Biblia, los documentos del Concilio Vaticano II, obras de los grandes maestros de espiritualidad como San Agustín, San Bernardo, Tomás de Kempis, Santa Teresa de Jesús, San Juan de la Cruz, San Francisco de Sales, San Alfonso María de Liborio, etc.

 


No hay comentarios:

Publicar un comentario