miércoles, 28 de noviembre de 2018

Florecillas. O lo dejas de hacer o te dejo.

Tienda de piensos para animales.


Con un socio tuvieron en Medina del Campo una tienda de piensos. Víctor llegó a darse cuenta que el socio mezclaba arena con el pienso. Enseguida le dijo que eso no era lícito, que no lo hiciese nunca. Pero él continuó haciéndolo. Entonces Víctor le dijo: O lo dejas de hacer o te dejo, y como no dejó de hacerlo, dejó al socio (P. Jacinto María).

La picaresca siempre ha convivido con los españoles de todos los tiempos y hasta ha dado origen a una literatura especial llamada “picaresca”. El añadir agua a la leche o al vino ha sido tan común, que los compradores partían del principio de que les engañaban. Se contentaban con que el engaño fuera mínimo y que tanto la leche como el vino pudieran tomarse sin problemas.

Tienda de venta de huevos.

Lo que nadie hubiera pensado es que, para aumentar el peso y volumen de la harina y de los piensos compuestos para animales, a alguien se le ocurriera añadir arena, que por ser indigesta para los animales, les podría ocasionar daños irreparables.

¿Cómo se enteró Víctor de lo que estaba haciendo su socio? ¿Se quejó algún cliente de la mala calidad o de las molestias que sufrían sus animales? Una vez enterado, advirtió al socio y controló si seguía o no mezclando arena con los piensos, y como comprobó que seguía haciéndolo a pesar de sus advertencias, rompió con él. No le importó dejar de ganar y ampliar los bienes de su familia.

Ejemplo de pienso para animales

Cuando  Víctor se dio cuenta de que la venta de huevos le era rentable a los precios que le ofrecían los grandes compradores y comprobó que en el mercado de Medina los precios eran superiores a los que le ofrecían, concibió y llevó a la práctica la idea de abrir una tienda para la venta directa y para ello necesitaba un socio que pudiera atenderla. La tienda que se abrió para la venta de huevos, muy pronto la amplió para la venta de piensos. Ya que tenía que comprar piensos para sus gallinas, y le resultaban más baratos cuánto mayor era el volumen de pedidos, decidió vender también piensos en la tienda a precios de competencia con los que ofrecían otras tiendas de Medina del Campo.

Seguro que el socio elegido sería persona conocida y considerada como responsable, pues de lo contrario no habría abierto ese negocio. Por eso fue duro para él tener que despedir al socio. Por eso le advirtió y le exigió un cambio radical. Al proseguir con su práctica avariciosa e irresponsable, en lugar de despedirle, optó por dejarle a él la tienda y alejarse de la corrupción.

Pudo hacer la vista larga, como solemos decir, y no vigilar ni controlar ni meterse en lo que hacía el socio y limitarse a comprobar el cuadre diario de caja sin más, pero consecuente con su honradez, prefirió apartarse y entregar el negocio al socio a conseguir ganancias ilícitas.


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