Tucumán. Catedral de Nuestra Señora de la Encarnación |
Fátima
Caram nos comunica una nueva gracia o milagro, obrado esta vez con un familiar
suyo residente en Tucumán (Argentina). Se lo comunicaba en estos términos al P.
José Francisco con fecha 9 de noviembre de 2013:
“En
esta carta, con gran alegría quiero dar a conocer lo que para mí es un gran
milagro de nuestro hermano Víctor Rodríguez Martínez.
Mi
hijo Julio Alberto, residente en Tucumán (Argentina), me contó que un primo
mío, el Dr. Carlos Aníbal Carám, (neuro-psiquiatra y, al cual aprecio
muchísimo) estaba muy enfermo con cáncer de estómago y que estaba sometido a
sesiones de quimioterapia (1). Me pidió que en mis oraciones pidiera a
Nuestro Señor y a la Virgen por Charles, como le llaman cariñosamente la familia
y los amigos.
Esa
misma noche hice con mucha fe y esperanza un pedido muy especial al Señor por
mediación de su siervo Víctor: (un milagro para Charle). Cada día en misa y en
mis oraciones le recordaba a nuestro hermano Víctor mi petición. Grande fue mi
alegría cuando el 22 de octubre llamé a mi hijo para saludarlo por su
aniversario y me contó que a Charles le habían operado reduciéndole el estómago
y que al poco tiempo en una analítica de rutina su médico le dijo: Esto es un
milagro. No hay señales de células malignas.
No
quiero entrar en detalles que no conozco. Ya le enviará mi primo Charles el
contenido de informes médicos. Yo le pedí, a través de mi hijo, si quería hacer
conocer su caso para aportar a la pronta beatificación de este hermano nuestro
Víctor Rodríguez Martínez y dijo que sí”.
(1)
NOTA. En este informe de Fátima Carám se hace alusión a que el favorecido
por el milagro había sido sometido a quimioterapia. Cuando Julio Alberto Salas,
su hijo, leyó este informe de su madre,
la dijo que le había entendido al revés, debido a las malas condiciones de la comunicación
telefónica, y que le había dicho justamente lo contrario: “que NO había
sido sometido a sesiones de quimioterapia”.
Carlos
Aníbal Carám, que es a su vez cirujano, no sólo corrobora que lo sucedido fue
algo milagroso, sino que certifica además que esto fue debido a que su prima Fátima Rosario Carám había pedido al
Señor por mediación de Víctor su curación milagrosa y lo pidió con tanta fe y
confianza que lo consiguió.
Posteriormente
el Dr. Carlos Aníbal envió al P. José Francisco las pruebas médicas que
comprueban que la curación fue un hecho milagroso, a la vez que le manifestó
sus deseos de declarar ante el tribunal eclesiástico aunque tuviera que
desplazarse de Tucumán a Roma. Desgraciadamente ya no podrá presentarse como
testigo, porque ha fallecido hace unos meses, pero no víctima del cáncer del
que se curó totalmente, sino de un infarto fulminante. Por eso no quita
importancia al milagro, al no tener su muerte relación con el cáncer, objeto
del milagro.
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