sábado, 9 de marzo de 2024

Florecillas. Amado del Señor

 

D. Román Pedreira Ancochea



Veo a Vd. Muy amado del Señor y adornado con las joyas de las cruces, por las que, pareciéndonos más a Cristo, seremos un día reconocidos como hijos por el Padre Celestial”. Román Pedreira Ancochea.

 

Se cuenta de Santa Teresa, que ya muy anciana y enferma, yendo de camino a su última fundación en Burgos, y en la misma ciudad de Burgos, fueron tantos los sufrimientos y contratiempos que tuvo que soportar, que en un momento se quejó al Señor diciendo: “¿Todo esto lo hago por ti, y así me tratas?” A lo que el Señor le respondió: “Así trato yo a mis amigos”, dándola a entender el valor del sufrimiento, a lo que Teresa replicó: “Por eso tienes tan pocos”.

 

En el convento de Segovia, fundado por San Juan de la Cruz y en el que se conservan sus restos, hay un cuadro de Cristo con la Cruz a cuestas camino del calvario al que tenía especial devoción y ante el que oraba con frecuencia. Un día, Jesús le habló desde ese cuadro diciéndole: “Juan, ¿qué quieres por tanto como has sufrido por Mí? A lo que el Santo respondió: “Padecer y ser despreciado por Ti”.

 

Por eso, D. Ramón Pedreira, su director espiritual, que conocía muy bien su vida de oración, su amor a los pobres, sus atenciones a los enfermos, sus sacrificios y privaciones, no duda en ver a Víctor “Muy amado del Señor y adornado con las joyas de las cruces por las que nos parecemos más a Cristo”.


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