Florecillas. Difícil saber mucho y creerse poco. (día 29 de noviembre de 2023)

 

Edificio IBGM  en Valladolid

En referencia al mundo científico en que me muevo escribió: “Es muy difícil saber mucho y creerse poco. El Señor te enseñará ciencia muy sabrosa. Sabes que me siento orgulloso de ti,  pero si solo tuvieras la ciencia investigadora, me darías pena…Vacíate de ti y te llenarás  de Dios y aprenderás a amarle como Él quiere ser amado. Te llenarás de los Dones del Espíritu Santo y aprenderás ciencia sabrosa, y te verás sorprendida que aprendes lo que no estudiaste”.  MARÍA DEL CARMEN (Sobrina)

 

Maria del Carmen es de las sobrinas carnales que más comunicación mantuvo con Víctor, debido a que, a pesar de su dedicación a la investigación, es persona muy creyente y comprometida con el Señor. Cuando las circunstancias se lo permiten, busca pasar unos días de retiro en alguna hospedería de monjas, para descansar de sus trabajos y poder recuperar la paz en compañía de Jesús.

Así se explica la confianza de Víctor para recordarla lo difícil que es estar metida de lleno en el mundo y ambiente de la investigación, y a la vez poder mantener la humildad y sencillez que el Señor desea, para dotarla de una sabiduría superior, que solamente el Señor nos puede conceder, sin esfuerzo por nuestra parte.

María del Carmen ha conservado esta carta como un verdadero tesoro por sus sabios consejos, que la han ayudado a poder compaginar su trabajo profesional con una profunda piedad.

Habla Víctor Carta a Begoña (II)

 

San Juan de la Cruz: Subida del Monte Carmelo.

Los apetitos de que habla San Juan de  la Cruz, los cuales esclavizan el alma y no la dejan crecer, lo explica perfectamente en la Subida del Monte Carmelo. Por ejemplo: al oído le gusta oír cosas agradables, como música del gusto de la persona, alabanzas, que hablen bien de ella, que la tengan por buena, etc.

La vista es curiosa y desea ver toda clase de objetos e imágenes, etc. El olfato busca lo que le agrada, oler perfumes, buenas comidas. Al paladar igualmente le gustan manjares. Todos estos son exteriores, pero son las puertas por donde entran en el alma.

 

Ya que alude a la Subida del Monte Carmelo de San Juan de la Cruz, conozcan algunas de sus palabras:

 

“Privando el alma de su apetito en el gusto de todo lo que el sentido del oído puede deleitar, según esta potencia se queda el alma a oscuras y sin nada. Y privándose del gusto de todo lo que al sentido de la vista puede agradar, también según esta potencia se queda el alma a oscuras y sin nada. Y privándose de toda la suavidad de olores que por el sentido del olfato el alma puede gustar, ni más ni menos según esta potencia, se queda a oscuras y sin nada. Y negando también el gusto de todos los manjares que puedan satisfacer al paladar, también se queda el alma a oscuras y sin nada. Y, finalmente, mortificándose el alma en todos los deleites y contentamientos que del sentido del tacto puede recibir, de la misma manera se queda el alma según esta potencia a oscuras y sin nada”. (2 Subida 3, 2).

Testimonios. Pilar Mérida García

Vista exterior de la Catedral de Burgos

R. P. José Francisco.

27 de julio de 2015

Muy estimado en el Señor:

Perdone mi tardanza en contestar a su envío y segunda carta.

El curso al final ha sido complicado y con demasiadas actividades.

 

Le agradecemos se haya acordado de nuestro Movimiento al hacernos llegar el libro testimonio de vida de un auténtico cristiano. ¡Ojalá seamos capaces de hacer llegar a los hermanos y personas cercanas un testimonio de vida como el que tenía su hermano!

 

El libro lo estoy leyendo con mucho interés ahora que me encuentro de ¡¡Vacaciones!! Llena de nietos, hijos y familia, pero doy gracias al Señor por poder tenerlos a todos conmigo y disfrutar del mar y la playa aquí en mi rincón del Mediterráneo.

 

Hasta octubre, que comenzaremos el nuevo curso, no regresaremos a Burgos, pero si le parece puede enviar los libros al apartado 345 de nuestro Movimiento de Cursillos de Cristiandad en Burgos.

 

Como está allí mismo la Editorial Monte Carmelo, haremos que en nuestras Ultreyas sea conocido este libro y lo podamos adquirir para la gente que esté interesada.

 

Agradezco de nuevo su envío y su recuerdo para nuestro Movimiento y perdón también por el retraso.

 

Siempre estaremos cerca en el Señor y le recordaremos en nuestras oraciones.

Un saludo.

 

Pilar Mérida García

Florecillas. Austeridad y desapego de Víctor.

Víctor sencillo, trabajando en el patio de su casa en Velillas del Duque.

Recuerdo que desde siempre me llamaron la atención la austeridad y el marcado desapego de lo material con que vivía Víctor, que se reflejaba, por ejemplo en su sencillo modo de vestir. También destacaba la profunda paz que de él emanaba, así como la alegría en su mirada y su generosidad. MARI CARMEN (Sobrina)

 

El amor a los pobres lo aprendió en el hogar paterno donde nunca se dejó de ayudar a los abundantes pobres y necesitados que acudían en busca de ayuda en los años que siguieron a la guerra civil española en los que, gran parte de la sociedad, pasó necesidad y hasta hambre. Ese amor fue en aumento desde su conversión a partir de su ruina económica, en que sintió en carne propia lo que es tener que dar de comer a sus hijos cuando se ha perdido todo.

Esto le llevó a no solamente amar a los pobres, sino a desear ser pobre y vivir como pobre, confiando siempre en la divina providencia. Desde ese momento, como muy bien dice su sobrina Mari Carmen, no solamente amó a los pobres, sino que vivió como pobre. Él, que en su juventud gustaba de vestir con cierta elegancia, cortó de raíz para vestir y vivir con la mayor pobreza que su estado le permitía.

 

Víctor, pobre, humilde  y confiando plenamente en la providencia y en la misericordia de Dios, gozó de esa Paz que solamente puede darnos el Señor, Paz que se reflejaba ya en su encantadora sonrisa.

 

Habla Víctor Carta a su hija Begoña (I)

Begoña,(la que viste de azul) y su hermana Teresa en la Iglesia de Velillas del Duque.

 

Velillas del Duque, año 1995

Begoña Rodríguez Merino.

 

Querida hija muy amada:

…Esas desconfianzas que tienes de Dios, pueden ser del demonio tentaciones, o de Dios para purificar el alma.

Como el demonio no puede entrar en el alma, si son de este, son superficiales; pero si son del Espíritu Santo, que desde dentro la purifica, entonces se establece la lucha que tiene el alma de desear toda la confianza en Dios, y lo contrario que siente dentro de sí.

Quizá por ello vengan las lágrimas, que en este caso serán de dolor y que darán al alma un respiro para volver una y otra vez a la misma situación. Por eso, en este estado no podrás hacer más que jaculatorias y quizás recitar padrenuestros, avemarías y salves, implorar continuamente al Espíritu Santo y poner la mente en la oración del Huerto, donde las tristezas del alma y las angustias le hicieron sudar sangre a Cristo.

 

Pocos directores espirituales, y no digamos confesores ordinarios, hubieran podido dar unos consejos tan certeros a su hija Begoña, ante las desconfianzas que sentía de Dios por lo que tan angustiada se sentía. Pero Víctor, que había pasado por situaciones similares y había encontrado la respuesta y la paz en la doctrina de San Juan de la Cruz, acierta plenamente en su diagnóstico.

 

Efectivamente, el demonio no puede penetrar en lo íntimo del alma que pertenece exclusivamente a Dios, por eso sus tentaciones no pasan de ser superficiales y fáciles de vencer relativamente. Pero cuando es Dios el que permite esas situaciones para purificar al alma de toda imperfección, el sufrimiento es un verdadero martirio. El remedio es pedir con humildad que el Espíritu Santo venga en nuestra ayuda y poner la mente y el corazón en la pasión de Cristo, que incluso se vio abandonado del Padre hasta el punto de exclamar: “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?”. (Mt. 27, 46).

Testimonios. José Mª. Ponz Callén

Parroquia de San Pedro Apóstol en Lérida, donde se celebra la Adoración Nocturna.

 

Adoración Nocturna Española

Lérida, 24 de junio de 2015

P. José Francisco Rodríguez

Pro Causa Víctor

 

Muy estimado P. José Francisco Rodríguez:

Con alegría recibí la noticia de mi hija en la que me decía que, durante mi ausencia, había recibido un paquete procedente de la editorial Monte Carmelo. Llegado a casa de nuevo, procedí a comprobar que, tal como me había informado, ya tenía a mi disposición 20 volúmenes de la obra “Una vida impactante de un cristiano de a pie”.

 

En la pasada vigilia de adoración pude distribuirlos entre los adoradores que agradecieron enormemente el detalle de su envío, que les permitirá conocer la vida ejemplar de D. Víctor Rodríguez Martínez.

 

Algunos ya me han comentado el impacto que les ha producido lo que llevan leído, yo pienso aprovechar el mes de julio en que, apartado del mundanal ruido, podré saborear mejor su contenido.

 

En mi nombre y en el de los adoradores de esta sección de Lérida, le manifiesto mi sincero agradecimiento por esta aportación que sin duda nos ayudará con un ejemplo muy cercano en el tiempo a mejorar nuestro trato con el Señor.

 

Aprovecho para solicitarle sus oraciones por esta tierra catalana un tanto convulsa y muy falta de vocaciones.

Unidos en oración ante el Señor, reciba un afectuoso saludo.

 

José Mª.  Ponz Callén

Presidente de la Sección de Lérida.

Florecillas Mi tío el místico.

Víctor en una celda del monasterio de San José de las Batuecas.

Víctor en una celda del monasterio de San José de las Batuecas.

Víctor me mencionó, que durante un tiempo tuvo un sorprendente conocimiento de leyes (que nunca había estudiado), lo que le permitió ayudar y asesorar a varios compañeros de Pepsi-Cola, algunos analfabetos. Dicha capacidad fue temporal y seguida de un período de notable falta de memoria. Al finalizar la conversación, me comentó que no solía hablar de estas vivencias… A partir de entonces, me refería a él como “¡mi tío el místico!”.  MARI CARMEN (Sobrina)

 

Curioso el apelativo que Mari Carmen emplea para mencionar a tu tío Víctor al tratar con sus amistades, “mi tío el místico”, máxime cuando dos hermanos de Víctor son religiosos carmelitas descalzos.

Sin duda fue en sus conversaciones íntimas en las que con humildad y sinceridad manifestó a su sobrina las experiencias tan especiales de purificación a que el Señor le había sometido a través de las noches oscuras durante sus estancias en la soledad del desierto de Las Batuecas, que encontramos resumidas en estas palabras que encontramos en sus escritos autobiográficos:

Año tras año al desierto en mis vacaciones me llegaba, ansioso de llegar estaba, aunque bien me sabía que a sufrir iba. Allí, nada más llegar, todo cambiaba. El Espíritu Santo de la mano me tomaba, y todas mis miserias, me mostraba. Tan miserable me vi, que sólo llanto de dolor tenía, que si esto no tuviera, peor lo pasara.

 

Habla Víctor. Carta a D. Javier Muñoz (II)

 

Plaza Mayor de Medina del Campo.

 

Es vuestro padre, que siempre estuvo pendiente de sacaros a todos, como mejor se creía para vosotros, y no escatimó trabajos, junto con tu madre, y que yo les recuerdo como buenos esposos y padres. Pensad en el esfuerzo que estáis haciendo por vuestros hijos. Pues no dudéis que el suyo no fue inferior, y el cariño y el amor tampoco, ni siquiera cuando tenían que castigaros.

Sirvan todas estas letras para todos tus hermanos, a quienes, como sabes, vi crecer día a día, excepto el pequeño, por mi ausencia de Medina. Además de todo esto, vuestro padre aún os puede ayudar en su ancianidad a limar diferencias entre las familias de todos vosotros.

Todos habéis respondido al trabajo y sacrificio de vuestros padres; por ello estáis obligados a no retirarle nunca vuestro cariño. No se resuelven nunca las cosas con choques e incomprensiones, sino con amor y deseos de manteneros unidos.

Un abrazo mientras espero que todo se resuelva como convenga mejor. Mis oraciones por él y toda su familia se elevarán a Dios en este sentido.

 

Víctor Rodríguez

Testimonios. P. Eusebio Gómez Navarro

Interior de la Iglesia de los PP. Carmelitas Descalzos en Salamanca

Salamanca, 29 de julio de 2014

 

Querido P. José Francisco: Con alegría y admiración he recibido el libro de Víctor.

La verdad es que no tuve la suerte de conocerle personalmente, aunque alguna vez le vi en Medina. Pero sí he tenido la suerte de convivir con sus hermanos carmelitas, PP. José Francisco y Juan Luis, hombres buenos de verdad y casi santos. Pienso que la bondad y santidad en su familia viene vía genética. Y no digo nada que ya antes no hayan dicho otros. Sabido es que Teresa de Jesús abre el libro de su vida reconociendo que el tener padres tan virtuosos y temerosos de Dios puede bastar para ser buenas personas. En el caso de Víctor mucho habría de esto y de respuesta a la gracia.

 

Además, Víctor ha tenido la suerte de que su primera biografía la haya escrito un hombre versado en la pluma, bien conocida por sus escritos.

 

Mi deseo es que este libro llegue a muchas personas que se puedan aprovechar de su lectura y les anime el ejemplo de Víctor a seguir a Jesús bien de cerca. Y no me cabe duda de que así será.

 

Un abrazo junto con mi oración.

 

P. Eusebio Gómez Navarro

OCD