miércoles, 8 de noviembre de 2023

Florecillas Mi tío el místico.

Víctor en una celda del monasterio de San José de las Batuecas.

Víctor en una celda del monasterio de San José de las Batuecas.

Víctor me mencionó, que durante un tiempo tuvo un sorprendente conocimiento de leyes (que nunca había estudiado), lo que le permitió ayudar y asesorar a varios compañeros de Pepsi-Cola, algunos analfabetos. Dicha capacidad fue temporal y seguida de un período de notable falta de memoria. Al finalizar la conversación, me comentó que no solía hablar de estas vivencias… A partir de entonces, me refería a él como “¡mi tío el místico!”.  MARI CARMEN (Sobrina)

 

Curioso el apelativo que Mari Carmen emplea para mencionar a tu tío Víctor al tratar con sus amistades, “mi tío el místico”, máxime cuando dos hermanos de Víctor son religiosos carmelitas descalzos.

Sin duda fue en sus conversaciones íntimas en las que con humildad y sinceridad manifestó a su sobrina las experiencias tan especiales de purificación a que el Señor le había sometido a través de las noches oscuras durante sus estancias en la soledad del desierto de Las Batuecas, que encontramos resumidas en estas palabras que encontramos en sus escritos autobiográficos:

Año tras año al desierto en mis vacaciones me llegaba, ansioso de llegar estaba, aunque bien me sabía que a sufrir iba. Allí, nada más llegar, todo cambiaba. El Espíritu Santo de la mano me tomaba, y todas mis miserias, me mostraba. Tan miserable me vi, que sólo llanto de dolor tenía, que si esto no tuviera, peor lo pasara.

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario