Entrada lateral de la Iglesia de Quintanadiez donde se daba la catequesis. |
A veces, el párroco del pueblo hacía catequesis general a los niños de edad escolar, y a las preguntas que hacía, era él siempre el que respondía acertadamente a todas sus preguntas. Eso se debía a que destacaba, con mucho, en inteligencia, sobre el resto de los muchachos de su edad y a que leía la Historia Sagrada que había en casa y que nuestro padre se ocupaba de explicarnos desde niños. JOSÉ FRANCISCO.
Hay que reconocer que el que el verdadero formador de los
niños en religión, era el maestro, que les hacía aprender de memoria el
catecismo del Padre Astete. El párroco solamente tenía catequesis algunas veces
al año, algo más frecuentes antes de que los niños hicieran la primera comunión.
Era la época en que todos los habitantes del pueblo eran
creyentes y en que se daba una importancia especial a la religión, ya que tenía
sus mártires locales en los fallecidos en la guerra civil, cuyos nombres
figuraban a la entrada de la Iglesia como, “Fallecidos por Dios y por España”.
Entre esos fallecidos por Dios y por España figuraba el de Natalio Rodríguez,
hermano de Víctor.
La labor del maestro y del párroco se completó, en el caso de
Víctor, con la colaboración de su padre, que se preocupó de proveer a sus hijos
de buenos libros religiosos y de explicarles de viva voz las cosas
fundamentales de la fe cristiana. Al ser hijo de maestro, tenía una gran
cultura, que trató te legar a sus hijos como la mejor herencia.
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