sábado, 26 de agosto de 2023

Florecillas. Trabajar de camillero.

Camilleros en un hospital llevando a un enfermo. 

Él me manifestó que le gustaría trabajar de camillero en algún hospital o sanatorio, pues así, al tiempo que trabajaba, podía atender con amor a los pacientes (ya estaba convertido), pero el trabajo que le encontré fue en la Fábrica Embotelladora de Pepsi- Cola de Madrid a través de un dirigido espiritual mío que tenía gran amistad con el dueño de dicha Embotelladora de Pepsi-Cola. JOSÉ FRANCISCO

 

Ya conocen los lectores de este Blog de Víctor, que la ruina de sus negocios, lejos de llevarle a la desesperación, tan corriente en los que los sufren este tipo de desgracias, le llevó a la conversión. Sin esa ruina, no tendríamos al ya Siervo de Dios, que esperamos llegue a ser reconocido como santo, pues fue el momento en que cayó en la cuenta de que el único que nunca nos puede fallar, es Dios. Y en sus manos se puso.

 

Para sacar adelante a su familia, le pidió a su hermano José Francisco, que en esas fechas estaba en los carmelitas descalzos de Plaza de España en Madrid, que le buscara un empleo, y que, a ser posible, fuera de camillero en algún hospital. ¿Por qué? Porque además de sacar adelante a su familia, deseaba que su trabajo sirviera para ayudar los enfermos y así cumplir con el deseo de Cristo: “Estuve enfermo y me visitasteis”.

 

El Señor le llevó por otro camino, pues al entrar en la Embotelladora de Pepsi-Cola, le colocó para que ayudara a muchos empleados a mantener la fe que estaban a punto de perder, y ayudarles, con su ejemplo, a comprender que el trabajo puede convertirse en un medio de santificación.

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