sábado, 21 de enero de 2023

Testimonios. Alberto Jorge Lence (I)

Monasterio de Carmelitas Descalzas de Sabarís (Pontevedra)

 


Rvdo. P. José Francisco. Carmelitas Descalzos. Vigo.

 

Muy querido y admirado pater:

Ha sido, ciertamente providencial haberle conocido, haber recibido de usted en la confesión, santas y sabias ayudas, y en estas últimas calendas, ser conocedor de esas –también providentes en gran medida- de esas ayudas que llegan a través de los escritos de don Víctor y sobre don Víctor, dándose la feliz circunstancia de que sea usted su hermano y, aquí al lado, en este oasis refrescante para la vida de la Iglesia, que es el monasterio de la Virgen del Carmen y de San José, moren dos religiosas –hija y nieta- a las que tanto yo amo y a las que tanto, esta casa (ahora disfrutando de una tremenda soledad) tanto debe.

 

A las Madres Carmelitas de Sabarís, caro pater, las llamo yo (y ellas lo saben) “gitanas”, por unas bromas mías. Y son, como la Santísima Virgen, raptrix (robadoras) del corazón de Jesús. Tenerlas aquí es contar con el mejor pararrayos para atenuar tanta miseria (tal es mi caso) como los humanos presentamos, desagradecidos al favor redentor a  Dios. Y ahora, además, existiendo esta constelación de personas santas: Usted, sus sobrinas, la comunidad de Sabarís al completo… ¡Vaya gozada! Dentro de una hora vuelvo al médico. Debieran hospitalizarme. Por tanto,  a duras penas les escribo ya. Y si un día puedo hablarles, sea.

 

¡Cuántas gracias tenía que dar a Dios! Sin embargo, pater, estoy (soy) muy rebelde. Cierto que estoy pasando unos días tremendos de dolor. Lo que venía sufriendo desde marzo (intervenciones y hospitalizaciones por medio) se incrementó. Volvieron como en marzo pasado, pero con mayor intensidad, con unos dolores, tamañísimos dolores. Fíjese: cada pulsación de una tecla, me hace doler no sólo las manos; en todo el cuerpo repercute. Pienso que estoy muy mal, demasiado mal: DIOS SABE MÁS. Y si me adentro en leer y releer esos escritos -de don Víctor, sus hijas, suyos- a ver si soy capaz de entender lo que antes sí, pero ahora, en esta mi rebeldía, no, la santa voluntad divina……



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