sábado, 24 de septiembre de 2022

Florecillas Pobre vagabundo

Ejemplo de pobre vagabundo.


Mi madre… también fue muy generosa en el número de hijos, como deseaba mi padre, que había dejado a su primera novia porque no deseaba tener más de dos hijos. Lo que no secundó fue el deseo que tenía mi padre de acoger en casa a un vagabundo que dormía en la calle por miedo a que transmitiera piojos a sus hijos. En cierta ocasión me dijo que le hubiera gustado mucho ser un pobre vagabundo e ir pidiendo para poder comer. (Eva).

 

En muchas ocasiones hemos hecho referencia al amor especial que Víctor sintió por los pobres, en los que veía a Cristo pobre y abandonado, por eso, lo que aquí nos dice su hija Eva viene a confirmar lo que ya muy bien conocemos.

 

Lo vio practicar en el hogar paterno donde la casa siempre estaba abierta para acoger a los pobres que pasaban pidiendo de pueblo en pueblo. Las circunstancias de su vivienda en el barrio de Oroquieta de Madrid eran muy distintas y el espacio se quedaba pequeño para la propia familia, lo que hacía más difícil practicar esa obra de caridad. Por eso aceptó la postura de su esposa sin discusiones, pero seguro que ese vagabundo no se quedó sin ayudas.

 

Pero lo que llega al colmo de su amor a los pobres, es la confesión que hizo a su hija de  que, “le hubiera gustado mucho ser un pobre vagabundo e ir pidiendo para poder comer”. Es tanto como querer anonadarse a sí mismo, pasar como un hombre que no sirve para nada, necesitado de vivir el día a día confiando en la providencia de Dios para ser despreciado y compadecido por los demás, que es lo que hizo Cristo al encarnarse y tomar la forma de esclavo.



No hay comentarios:

Publicar un comentario