Ejemplo de pobre vagabundo. |
Mi madre… también fue muy generosa en el número de hijos,
como deseaba mi padre, que había dejado a su primera novia porque no deseaba
tener más de dos hijos. Lo que no secundó fue el deseo que tenía mi padre de
acoger en casa a un vagabundo que dormía en la calle por miedo a que
transmitiera piojos a sus hijos. En cierta ocasión me dijo que le hubiera
gustado mucho ser un pobre vagabundo e ir pidiendo para poder comer. (Eva).
En muchas ocasiones hemos hecho referencia al amor especial
que Víctor sintió por los pobres, en los que veía a Cristo pobre y abandonado,
por eso, lo que aquí nos dice su hija Eva viene a confirmar lo que ya muy bien
conocemos.
Lo vio practicar en el hogar paterno donde la casa siempre
estaba abierta para acoger a los pobres que pasaban pidiendo de pueblo en
pueblo. Las circunstancias de su vivienda en el barrio de Oroquieta de Madrid
eran muy distintas y el espacio se quedaba pequeño para la propia familia, lo
que hacía más difícil practicar esa obra de caridad. Por eso aceptó la postura
de su esposa sin discusiones, pero seguro que ese vagabundo no se quedó sin
ayudas.
Pero lo que llega al colmo de su amor a los pobres, es la
confesión que hizo a su hija de que, “le
hubiera gustado mucho ser un pobre vagabundo e ir pidiendo para poder comer”.
Es tanto como querer anonadarse a sí mismo, pasar como un hombre que no sirve
para nada, necesitado de vivir el día a día confiando en la providencia de Dios
para ser despreciado y compadecido por los demás, que es lo que hizo Cristo al
encarnarse y tomar la forma de esclavo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario