Logo de Pepsi-Cola, empresa en la que trabajó Víctor. |
“Durante un período de tiempo fue delegado de personal,
siendo representante de los trabajadores, buscaba siempre defender los
intereses laborales de sus compañeros. Cuando los sindicatos empezaron a
introducirse en las empresas, Víctor dejó el cargo de delegado de personal.
Según el testimonio de algunos de sus compañeros. Él miraba más por el bien de
los trabajadores que los sindicatos” (Begoña).
“Quien quiera ser el primero, que sea el último de todos y
el servidor de todos” (Mc. 9, 35). Así lo entendió Víctor y por eso se
convirtió en el servidor de todos. Su entrega y servicio a los demás se
pusieron de manifiesto en las relaciones familiares y laborales, e incluso con
los que no pensaban como él. Trató siempre con dignidad a los demás y procuró
hacer agradable la convivencia con todos, pues para él todos eran hijos de Dios
y por tanto sus hermanos.
Imagen de la celebración de un juicio.
Los seguidores de este blog recordarán cómo defendió en todo
momento a los trabajadores que le habían elegido su representante ante la
empresa, hasta el punto de ser capaz de llevar a los tribunales a la empresa
que quería rebajar de categoría y de sueldo a los empleados de primera, que
eran los más capacitados y los que mejores sueldos tenían. A él, en nada le
beneficiaba ese juicio, pues era simple peón, mas bien le perjudicaba, porque
se exponía a represalias por parte de la empresa. Eso es servir de verdad a los
demás, exponiéndose a perder su puesto de trabajo.
Muchos de los compañeros que inicialmente vieron con muy
buenos ojos a los enlaces sindicales por lo que les prometían, pronto se dieron
cuenta de que buscaban más el bien propio que el de ellos y que Víctor obraba
al revés. Víctor se convirtió en el servidor de todos, porque así lo hizo Jesús
y así desea que lo hagamos sus seguidores.
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