miércoles, 4 de agosto de 2021

Habla Víctor. Virtud de la humildad

Dice Santa Teresa: "Humildad es andar en verdad"


La humildad es tan necesaria, que nadie crecerá en amistad con Dios sin ella. Cuanto más profunda sea esta, mejor se llegará a edificar el edificio del amor a Dios en nuestra vida y tanto más alto, cuanto más humildes seamos. Es todo lo contrario a la soberbia: esta destruye todo contacto con Dios. Por la humildad se alcanza todo, así es que, no solamente hay que hacer actos de ella, sino que cuando nos humillen, hay que sentirse agradecidos por ello, tanto más cuanto más duela. En el momento preciso de esta, no se percata uno de ello, se suele dar cuenta cuando después se reflexiona. Hay que agradecer mucho el ser humillado. La soberbia y la humildad crecen juntas dentro de nuestro corazón, se alimentan del mismo sujeto, así que, lo que des a una, va en detrimento de la otra
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Víctor conocía muy bien lo que Santa Teresa dice de la humildad y el valor que tiene la práctica de esta virtud para alcanzar la perfección Cristiana. Dice Teresa de Jesús: “Una vez estaba yo considerando por qué razón era nuestro Señor tan amigo de esta virtud de la humildad y me puso delante esto: que es porque Dios es Suma verdad, y la humildad es andar en verdad; que lo es muy grande no tener cosa de nosotros, sino la miseria y ser nada; y quien esto no entienda, anda en mentira. A quien más lo entiende agrada más la Suma Verdad, porque anda en ella” 6M, 10, 7).

 

Dice María: "Aquí está la esclava del Señor"

Humildad es por tanto la actitud fundamental con la que cada uno se acepta tal como es, reconociendo que los valores que tiene, que son muchos, son puro regalo de Dios, y que los fallos y miserias si son suyos.

 

El mejor modelo de humildad es la Virgen María, que reconoce que no es más que una pobre esclava que de nada sirve, pero que el Señor, a través de ella, ha hecho grandes.




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