sábado, 10 de julio de 2021

Florecillas Abuelo cariñoso y servicial

Víctor y Asunción con sus ocho nietos.


Cuando mis padres pasaban temporadas en mi casa, él llevaba a mis hijas al colegio, o las recogía de la catequesis” (Teresa)

 

Sus ocho nietos sin excepción recuerdan a su abuelo Víctor con un cariño muy especial, y los que pudieron pasar durante unos años sus vacaciones con los abuelos en Velillas del Duque, siguen añorando aquellos días.

 

Y no es porque les regalara muchos chuches, ni les dejara hacer lo que quisieran, sino porque compartía el día con ellos, jugaba con ellos, les estimulaba y les transmitía confianza. Y como los niños tienen un instinto especial para descubrir quien les quiere de verdad, todos deseaban pasar algunos días con él o que les visitase en sus hogares. Y la verdad es que nunca les defraudaba. A pesar de sus años, no tenía reparo en llevarles a los parques para que jugaran  y él mismo les subía a los columpios y les balanceaba.

 

Víctor y Asunción con sus cuatro nietas más pequeñas.

En Velillas del Duque hacía con ellos paseos por los campos y les explicaba todo lo que veían, acomodándose a su edad; cómo vivían los distintos animales, las cualidades de los pájaros, etc. Y lo que más les gustaba era que en pleno verano les llevase al río Carrión y les dejase bañar en los lugares que no ofrecían ningún riesgo y bajo su vigilancia.

 

Pero, como santo que era, aprovechaba todas las oportunidades que se brindaban para hablarles de Jesús, enseñarles algunas oraciones y visitar la Iglesia del pueblo, porque esa es la casa de Jesús, el mejor amigo de los niños.



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