Representación de las 7 virtudes frente a los pecados capitales correspondientes. |
Las
virtudes también dentro de mí estaban. La humildad base de todas es. La
paciencia, todo lo soporta. La largueza a la avaricia derrota. La templanza
regula todo mi ser. La castidad las pasiones sujetaba. La diligencia a trabajar
me llevaba. Sólo la caridad a la envidia derrotaba.
Frente
a los siete pecados capitales que tanto le asediaron, siguiendo la catequesis
que Víctor nos está ofreciendo, presenta inmediatamente el antídoto más
adecuado para hacerlos frente, que no es otro que la práctica de otras siete
virtudes. Ya dice el apóstol San Pablo que el Señor permite que el hombre sea
tentado, pero que siempre le proporciona las armas adecuadas para salir
victorioso en el combate.
Representación de las siete virtudes más importantes. |
En
el catecismo que aprendió de niño y que no lo olvidó jamás, junto a lo siete
pecados capitales, ponía al lado las correspondientes virtudes para vencerlos y
decía así: Contra la soberbia, humildad. Contra la ira, paciencia. Contra la
avaricia, largueza. Contra la gula, templanza. Contra la lujuria, castidad.
Contra la pereza, diligencia. Contra la envidia, caridad.
Por
lo que da a entender, fueron estas virtudes las que terminaron imponiéndose en
su vida, y los impulsos de los pecados capitales disminuyendo, porque cuanto
más crece una virtud tanto más disminuye la fuerza de su contrario. Es lo que
expresa al decir: “Las virtudes también dentro de mí estaban”.
Representación de la Templanza por Piero del Pallaiolo |
Como
a estas alturas conocemos bastante bien el comportamiento moral de Víctor, no tenemos
más que reflexionar en cada una de las virtudes mencionadas para comprobar que
en todas sacó sobresaliente.
Tenía
muy claro que los vicios y las virtudes tienen su asiento en el mismo corazón,
por eso, en la medida que una virtud aumenta, en esa misma medida pierde fuerza
el vicio correspondiente, de modo que, si por ejemplo la humildad llega a ser
perfecta, como en el caso de María, en ese corazón ya no queda espacio para la
soberbia.
Eso mismo podemos decir de cada virtud en
particular. ¿Se pueden imaginar que una persona llena de caridad para con
todos, incluidos los enemigos, como es el caso de Víctor, pudiera sentir
envidia de alguien?
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