miércoles, 16 de octubre de 2024

Habla Víctor. Fiesta de Santa Teresa.

 

Una edición del "Camino de Perfección"
de Santa Teresa de Jesús


Yo, hermano Víctor, hago mi profesión y prometo a Dios, a la Santísima Virgen María del Monte Carmelo, a nuestra Madre Santa Teresa y a los Superiores de la Orden, obediencia y castidad, conforme a la Regla de la Orden Tercera, la cual quiero observar con la mayor perfección posible, hasta la muerte”.

Desde el momento de su profesión como carmelita descalzo seglar, no solamente leyó los escritos de sus santos fundadores, Santa Teresa de Jesús y San Juan de la Cruz, sino que trató de poner en práctica su espiritualidad.


Un caso concreto lo tenemos en estas palabras de Víctor relacionadas con la humildad y la paciencia. “Por mucho que nos ofendan, no sentirse ofendido, incluso cuando sean calumnias graves, estas servirán para fortalecernos en ella. Si de verdad conociesen nuestras maldades, ya tendrían motivos de hablar mal de nosotros, e incluso obrar en este sentido. La paciencia es el espejo exterior del alma”.


Comprueben lo bien que Víctor asimiló y vivió la espiritualidad de Santa Teresa, comparando estas palabras, con las de Santa Teresa en el Camino de Perfección:

 “Verdaderamente es de gran humildad verse condenar sin culpa y callar, y es gran imitación del Señor que nos quitó todas las culpas… El verdadero humilde ha de desear con verdad ser tenido en poco y perseguido y condenado sin culpa, aun en cosas graves. Porque si quiere imitar al Señor, ¿en qué puede mejor que en esto?.. Ayuda mucho traer consideración de lo mucho que se gana por todas vías, y que nunca –bien mirado- nos culpan sin culpas, que siempre andamos llenos de ellas, pues cae siete veces al día el justo, y será mentira decir no tenemos pecados. Así que, aunque no sea en lo mismo que nos culpan, nunca estaremos del todo, como lo estaba el buen Jesús”. C. 15, 1-4).




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