Personas alabando a Dios, agradeciendo sus beneficios. |
“La Santísima Trinidad mía es y todas las criaturas también. Los cielos míos son. Los ángeles y los santos también. La Santísima Virgen, Madre de Dios, mía es. Las gentes buenas o malas mías son. Tierra, aire, agua y sol míos son, porque Dios es mío y para mí”. (Víctor. Escritos autobiográficos)
Hoy, día 5 de octubre, se celebra en la Iglesia el día de acción de gracias y de petición que la comunidad cristiana ofrece a Dios terminada la recolección de las cosechas. La Iglesia aprovecha esta ocasión para rogar a Dios por las necesidades de los hombres, por los frutos de la tierra y los trabajos de los hombres, dando gracias a Dios públicamente.
La Oración colecta de este día expresa bellamente en contenido de esta celebración: “Señor Dios, Padre lleno de amor, que diste a nuestros padres de Israel una tierra buena y fértil, para que en ella encontrasen descanso y bienestar, y con el mismo amor nos das a nosotros fuerza para dominar la creación y sacar de ella nuestro progreso y nuestro sustento; al darte gracias por todas tus maravillas, te pedimos que tu luz nos haga descubrir siempre que has sido Tú, y no nuestro poder, quien nos ha dado fuerza para crear las riquezas de la tierra. Por Jesucristo Nuestro Señor”.
Las palabras de Víctor, que nos recuerdan las de San Juan de la Cruz en la “Oración del alma enamorada”, expresan muy bien la actitud del alma agradecida a Dios por todos sus dones, pues todos los recibimos de Dios.
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