Rebeca sentada a la derecha de su abuelo Víctor. |
Fue buenísima persona, siempre dándose a los demás, con una
fe que movió montañas, preocupándose de todos… siguió el ejemplo de Jesús hasta
el final y fue una referencia para mí fe, en varios casos, se ha tambaleado.
Fue un abuelo con todas las letras, increíble. REBECA (nieta)
Lo normal es que sean los abuelos los que se deshagan en
elogios de sus nietos. No hay nietos como los suyos, les oímos decir. También
es normal que a los nietos les agrade pasar ratos con sus abuelos consentidores,
que les dan todos los caprichos, pero no es normal que los nietos admiren a sus
abuelos por sus valores humanos y religiosos, como hace Rebeca en este caso.
Para Rebeca, Víctor fue “buenísima persona”, no sólo porque compartía
con ella su tiempo, la sacara a pasear, que tanto agrada a los niños y fuera
tan cariñoso con ella, sino porque se daba a los demás, porque se preocupaba
por todos, especialmente por los más pobres, siguiendo fielmente el ejemplo de
Jesús.
Siempre hemos hablado de las personas especiales como de “modelos”,
bien sea en cuestiones religiosas o profesionales. Vg., religiosos, médicos,
filósofos, deportistas etc.
Hoy se habla más de “referentes”. Muchos eligen la
vida religiosa por lo que admiran en una persona entregada a Dios y al servicio
a los demás y se constituye para ellos un referente. Lo mismo sucede en el
momento de elegir una profesión, una carrera universitaria y no digamos al
elegir un deporte. Víctor se ha convertido para su nieta Rebeca en el mejor
referente para su vida cristiana.
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