miércoles, 12 de abril de 2023

Florecillas “Para Dios”

Víctor y Asunción con las 4 nietas más pequeñas. Laura es la que está a la derecha de Víctor.


En una de nuestras últimas visitas, se pasó la tarde en silencio meditativo y cuando te acercaste cariñosa (se refiere a la abuela) a preguntarle: “¿En qué piensas?” Él contestó. “Para Dios”. Eso me hizo pensar que, hasta el último momento, dedicaba esos largos silencios, sentado, mirando al suelo, a rezar, de la manera en que su estado se lo permitiera, y aunque sus pensamientos y sus palabras eran muy limitadas, giraban siempre en torno en lo que para él fue lo esencial en la vida. Laura.

 

Hay un refrán que dice: “De la abundancia del corazón, habla la boca”. ¿De qué habla una mujer que acaba de ser madre? ¿De que hablan los deportistas? ¿De qué hablan los enamorados? ¿En quien podía pensar Víctor, cuando ya no podía expresarse, sino en Dios, a quien llevaba en el corazón? Así lo manifiesta Víctor con estas palabras:

 

¡Señor mío y Dios mío! Tú me has iluminado para ver que yo mismo soy el aposento donde estás escondido. Alma mía, alégrate y considera que tu bien y esperanza está en ti, y no puedes estar sin Él. ¿Qué es lo que puedo buscar y desear fuera de mí, si Tú te has dignado establecer tu morada dentro de mi alma? Aquí, dentro del santuario de mi alma y corazón te quiero amar, desear, adorar y glorificar, y no saldré más a buscarte fuera de mí.

 



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