sábado, 18 de febrero de 2023

Florecillas. Abuelo servicial.

Playa Ladeira en Sabarís (Pontevedra)


Cuando íbamos a su casa, estaba siempre pendiente de sacarnos lo que nos gustaba, la Pepsi-Cola que no podía faltar, o en Sabarís, cuando estábamos en verano y queríamos ir a la playa, el se quedaba con su actitud habitual de servicio, friéndonos patatas para comer, o sardinas, y cuando llegábamos cansados y hambrientos, allí lo encontrábamos. Raquel.

 

Si la llegada del abuelo a la casa de los nietos siempre era motivo de alegría, otro tanto sucedía cuando eran los nietos los que se acercaban a casa del abuelo, especialmente cuando los abuelos establecieron su residencia en Velillas del Duque y cuando pasaban unos días de vacaciones a Sabarís.

 

El motivo de pasar las vacaciones de verano en Sabarís se debía a que Asunción sufría mucho con el calor y la contaminación de Madrid y los médicos, para que repusiera fuerza y salud, la recomendaron baños en el mar y paseos por la playa. El resultado fue muy eficaz, pues regresaba siempre notoriamente recuperada.

 

Al tener que pasar Asunción algunas horas bañándose y tomando el sol en la playa, era Víctor el que se encargaba de hacer la comida, que por cierto la hacía muy bien, para que al regresar de la playa, todos pudieran sentarse a compartir la comida.

 

La señora Carmiña, les reservaba todos los años la parte baja de su casa construida al lado de un riachuelo y muy cercana a la playa Ladeira de Sabarís, y suficientemente amplia como para que pudieran ir también los nietos.




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