sábado, 15 de enero de 2022

Petición del Vicepostulador de la causa de Canonización de Víctor Rodríguez al Sr. Cardenal Arzobispo de Valladolid. Continuación…


P. Francisco Brandle prestando juramento sobre Los Evangelios
de cumplir fielmente con su misión de Vicepostulador.



En este camino testimonial y de dirección de quienes se acercan a este trato silencioso con Dios, aclara perfectamente lo que pueden ser purificaciones de Dios o tentaciones. Afirma con verdad, que el demonio no puede entrar en el alma, y las tentaciones serían superficiales. Pero cuando son purificaciones de Dios, que desde dentro purifica, entonces se establece la lucha que tiene el alma de desear toda la confianza en Dios, y lo contrario que siente dentro de sí… “Por eso, en este estado, no podrás hacer más que jaculatorias y quizás recitar padrenuestros, avemarías y salves, implorar continuamente al Espíritu Santo y poner la mente en la oración del Huerto, donde las tristezas del alma y las angustias le hicieron sudar sangre a Cristo” (Carta a su hija Begoña).

 

Buen conocedor de San Juan de la Cruz, al que leyó asiduamente en sus días de retiro en las Batuecas, recoge su enseñanza y la divulga entre quienes le preguntan de modo sencillo y práctico. Sabe bien enseñar a ordenar las afecciones desordenadas a las cosas, que Juan de la Cruz llama apetitos. Sabe preparar al orante con una vida humana regida sabiamente por la fe, la esperanza y el amor, que purifican el entendimiento, la memoria y la voluntad.

 

Para concluir estas palabras y como signo de su honda vida de oración y espiritualidad, en medio del mundo, no podemos dejar de aludir a la riqueza que supone su trato epistolar con una religiosa agustina, a la que conoció antes de entrar en el convento, en la Iglesia a la que, tanto él como ella acudían antes del trabajo a hacer sus momentos de oración, son testimonio claro del mutuo enriquecimiento, pero siendo el seglar quien responde a las dudas y preguntas de la religiosa: “Querría poder contestar a todos los puntos que manifiestas. Verdaderamente el Espíritu Santo nos ayudará a penetrar en su infinita misericordia” (Carta de 3 de enero de 2005).

 

Hemos querido hacer hincapié en esta dimensión contemplativa de la Vida de Víctor, porque es un claro testimonio de que la Iglesia encontrará en él un aliciente para invitar a los creyentes a vivir su fe desde una honda experiencia de Dios, nacida de la vida de oración, aprendida en la escuela de los grades místicos.




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