miércoles, 5 de enero de 2022

Petición del Vicepostulador de la causa de Canonización de Víctor Rodríguez, Francisco Brandle a D. Ricardo Blázquez, Cardenal Arzobispo de Valladolid.


El Vicepostulador P. Francisco Brandle solicitando
la Apertura del Proceso de Canonización de Víctor Rodríguez.



Sr. Cardenal, nuestro querido D, Ricardo Blázquez, arzobispo de Valladolid. Como Vicepostulador en la causa del hermano Víctor Rodríguez Martínez, solicito de su bondad y celo pastoral se digne introducir en su diócesis la presente causa.

 

Hermano Seglar de la Orden de Carmelitas Descalzos. Nacido el 12 de abril de 1925 en Quintanadiez de la Vega, donde recibió el Bautismo, se Confirmó e hizo su Primera Comunión, ha dejado un claro testimonio de la santidad de la Iglesia encarnada en un laico cristiano, que alentado por el carisma teresiano-sanjuanista, ha llegado a mostrar hasta que punto la vivencia de este carisma puede dar frutos de santidad, hechos también vida en otros movimientos de la Iglesia, como fueron en su caso la adoración nocturna y la Congregación seglar de San Felipe Neri.

 

Son muchos los testimonios de lo heroico de su vida, que compartió con su mujer, Asunción Merino, con la que contrajo matrimonio el 24 de julio de 1948. Juntos supieron pasar de vivir una cómoda situación de familia adinerada a la más sencilla de un obrero en una fábrica, manteniendo con ello una familia de siete hijos, de los diez que nacieron, -todo ello después de vivir su descalabro económico en una profunda confianza en Dios-. Con todo, no dejó nunca de socorrer a los más necesitados, para lo que solía hacer horas extraordinarias. Querido de los suyos, a pesar de tener sus enfrentamientos, y respetado por sus compañeros de trabajo, que poco a poco fueron dándole la espalda por su profesión clara y valiente de la fe. Desde 1966 a 1986 vive en Madrid, uniendo al trabajo su profunda vida de oración y celo apostólico. Los testimonios son muchos y están bien recogidos, sobre todo en la biografía elaboradaza por el P. José Vicente Rodríguez.

 

Recorriendo su vida podemos descubrir a un creyente que vivió el camino de las bienaventuranzas. Han escrito bellamente sobre ello en la presentación de sus escritos: “Se fió plenamente de Jesús y por eso vivió pobre, fue manso y humilde de corazón, lloró por sus infidelidades y por los sufrimientos ajenos, luchó y sufrió defendiendo a sus compañeros de trabajo, fue misericordioso con todos y a todos perdonó, incluidos los que le maltrataron, su limpio corazón nunca permitió el resentimiento, y todos los que le trataron, reconocen que su presencia transmitía paz”…Continuará.


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