El gigantesco Cristo del Otero, bendiciendo a Palencia desde un alto cerro. |
Palencia, 3 de diciembre de 2015
Rvdo. José Francisco.
Querido amigo:
Recibí tu carta y el libro de la Vida impactante de tu
hermano que estoy leyendo de lectura espiritual, pues la santidad es la meta
del cristiano, sea seglar o sacerdote.
Me explico ahora los meses que pasaste en Baltanás, porque tú
siempre estás olfateando los caminos de santidad para ti y para los demás.
Te había perdido la pista y no sabía nada de tu paradero
actual. Me has dado una alegría enorme. Veo que estás agitando la campaña
maravillosa de la vida de tu hermano e impactando con su vida y animando a
otros muchos a buscar la santidad en las circunstancias y trabajos del mundo.
Veo que el ejemplo tuyo de carmelita influyó mucho en la santificación de tu
hermano, y sin ser carmelita, se empapó del espíritu de San Juan de la Cruz.
Fachada del obispado de Palencia.
Sobre mi vida te diré, el día 10 de agosto me operaron de la
cadera izquierda que ha quedado bien, pero la pierna y la rodilla, siguen inflamadas,
y estoy tomando comprimidos para endurecer los cartílagos e impedir que siga
mal y evitar la operación.
Me jubilaron y estoy en la casa sacerdotal de Palencia.
Que tengas una muy Feliz Navidad. Jesús, María y José, que
siempre estemos con los tres. Se lo pediremos por intercesión de tu santo
hermano Víctor.
Un abrazo.
Carlos González
No hay comentarios:
Publicar un comentario