D. Román Pedreira Ancochea, Confesor y director espiritual de Víctor. |
“A la edad de siete años, fue mi padre quien me llevó a
confesarme antes de recibir la Primera Comunión. Me llevó a que hiciera mi
primera confesión con el sacerdote que era su confesor. Sólo recuerdo una cosa
de aquel día. Las palabras que me dijo el sacerdote: Tu padre es santo. Tienes
un padre que es santo. Papá tenía entonces 46 años. A mí me quedaron grabadas
estas palabras que entonces no entendía su significado” (Begoña)
Es normal que una niña de siete años quisiera entrañablemente
a su padre y fuera con toda confianza a confesarse donde la llevara. Lo que no
es normal es que años más tarde, cuando seguro que ni se acuerda de los pecados
que confesó en ese día, nunca haya olvidado unas palabras del confesor que ni
siquiera entendió lo que significaban.
Con quien se confesó Begoña, fue con D. Román Pedreira
Ancochea, “sacerdote culto y celoso, confesor prudente y santo”, según palabras
de D. Miguel Rivilla de San Martín que le conoció muy bien. Pues este confesor
prudente y santo es quien dijo a Begoña: “Tu padre es santo. Tienes un padre
que es santo”. Ahora si entiende bien el significado de aquellas palabras y
se ha dado cuenta de que era verdad, pues lo ha comprobado en todo el apoyo,
delicadeza y comprensión que ella ha recibido de él, especialmente en los
momentos más difíciles y cruciales de su vida.
D. Miguel Rivilla de San Martín,
fervoroso sacerdote autor de numerosos folletos religiosos.
Lo mismo que a D. Román Pedreira, les ha pasado a otros
sacerdotes que le trataron y conocieron de cerca, como a su párroco en Madrid,
D. Francisco Teresa de León, al P. Matías del Niño Jesús por su trato en
Batuecas y a D. José Iniesto, párroco de Velillas del Duque.
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