miércoles, 7 de abril de 2021

Testimonios. Carmelitas Descalzas de Cuenca.

Iglesia y convento de las Carmelitas Descalzas de Cuenca.


Cuenca, 4 de agosto de 2015.

 

Jesús y María sean siempre en nuestras almas,

 muy querido P. José Francisco.

 

Por caridad, discúlpenos el no haber contestado antes. Llevamos mucho tiempo con obras y tenemos hermanas muy mayores y muy delicadas que atender siendo muy pocas las que estamos para sacar adelante la marcha del convento. Eso hace que se viva al día, solucionando lo urgente, lo que sale al paso, aunque eso no coincida siempre con lo importante o lo más hermoso de hacer, pero ofreciendo al Señor también esa pobreza, ese no llegar.

 

Padre, le agradecemos mucho aquel envío de la primera edición de la biografía de Víctor. Es verdad que hay motivos para introducir la causa de canonización, pues es un ejemplo para la sociedad de hoy, como trabajador responsable y abnegado, como esposo y padre de familia numerosísima y como cristiano comprometido. ¡Qué vida tan llena de Dios! Su oración continua es extraordinaria en una vida tan activa. Entre lo que más nos ha impresionado, dentro de que todo es admirable, está la anécdota de su hija Eva, cuando de niña se volvió a su casa sola. Era como para haberse puesto nervioso y haber culpado a la niña de su “travesura”; por eso es de maravillar su serenidad y humildad al sólo decir a su esposa: “He perdido a la niña”.

 

Nos alegra saber que el libro “Vida impactante de un cristiano de a pie” se va a traducir a otros idiomas. Esperamos que sean muchos los que puedan leer y les ayude en su vida humana y espiritual.

 

Por supuesto nos alegrará recibir los ejemplares que nos ofrece. Se puede hacer un gran apostolado por medio de Víctor. De nuevo disculpe, que no hayamos escrito antes para dar las gracias y decírselo.

Cuente con nuestras oraciones porque la causa siga adelante y por su propio apostolado personal, en especial en este V Centenario de Nuestra Sta. Madre Teresa de Jesús. ¡Qué bien supo aprovecharse su hermano de su doctrina, de su enseñanza tan divina y tan humana! ¡Cómo cambiaría el mundo si nos dejáramos guiar humildemente por estos modelos de santidad!

 

Padre, nos despedimos pidiéndole su bendición y encomendándonos también a su oración. Unidas en el Señor.

 

Carmelitas Descalzas de San José de Cuenca.


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