Persona orando con perseverancia.
Como Satanás se mete en todas partes y sabe el
fruto que se saca de la oración, tentará por todos sus medios de retraerla de
esta; aprovéchese de la virtud contraria, a todo lo que quiera inclinar el
pensamiento e imaginación: Si te inclina a dejar de orar, prolonga esta. Si
tienta contra la fe, recita el Credo si es necesario. Si aún con esto le es
insuficiente, hacer lo que hacía Santa Teresita: “Quiero creer y hago y
practico todas las virtudes que me exige la fe, auméntame la fe”. Implorar a la
Santísima Virgen en todo momento, como mediadora de toda la gracia que es. El
rezo del santo rosario es eficacísimo; en este se pueden meditar al mismo
tiempo que se vocaliza, todos los pasos evangélicos que cada misterio lleva,
igualmente sobre los padrenuestros y avemarías que se entrelazan.
Qué bien se pueden dar consejos de lo que se tiene
experiencia. Conocemos muy bien los momentos que Víctor pasó en sequedad y que
los minutos que pasaba en oración le parecían horas y que nunca desistió. ¿Qué
hizo para superar esa situación? Nos lo ha recordado en varios momentos, pero
los resume es estos consejos de entrañable amor a su hija Begoña.
El Rosario, arma eficaz para la oración.
Si la tentación es de abandonar la oración porque no se siente
la presencia de Dios, y viene la tentación de abandonar para dedicarse a otras
actividades, la única solución es, no solo dedicar el tiempo que uno se ha
comprometido, sino incluso duplicarlo. Así lo hizo él con frecuencia y le dio
muy buen resultado.
Si en esos momentos vienen tentaciones contra la fe, que estas
si pueden venir del maligno y suelen ser frecuentes, propone fundamentalmente
recitar el credo y hacer frecuentes actos de fe, como lo hicieron muchos
santos, entre los que menciona a Santa Teresita, con esa expresa petición:
¡Señor! Auméntame le fe.
Por su especial amor de María y la experiencia de su
protección, recomienda acudir siempre a Ella con toda confianza implorando su
protección, especialmente a través del rezo del Rosario meditando en sus
misterios.
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