Florecillas. Respuesta de gratitud.

Última foto de Víctor con José Francisco y Begoña.

“Víctor y yo hemos estado siempre muy unidos. En el orden material le ayudé a él y a su familia todo lo que pude cuando se quedó en la ruina, pero en el orden espiritual fui yo quien recibí ayuda de él, pues es a él a quien debo mi conversión. En lo no bueno, ambos caminábamos por lo no bueno, como en lo bueno cuando a ambos el Señor nos concedió la gracia sobre toda gracia de nuestra conversión. A él primero, y luego a mí, precisamente a causa de la suya.

 

Viendo yo la vida tan santa que él llevaba después de su conversión y lo pecadora que era la mía, siendo yo religioso y él seglar, me hizo reflexionar y así fue que el Señor se valió de él para que me convirtiera, como él se había convertido. Sólo que su conversión fue a una entrega cada vez mayor a Dios desde el principio hasta el final, mientras que mi entrega a Dios ha dejado siempre tanto que desear”. José Francisco Rodríguez

 

El P. José Francisco, principal promotor del Proceso de Canonización de su hermano Víctor, falleció el día 16 de mayo de 2023. Pocos meses antes había escrito una confesión amplia de su vida con el título: “Una historia de amor”, que envió a sus amistades. En esa “Historia de amor”, habla de lo mucho que hizo por Víctor  consiguiendo préstamos para ampliar sus negocios, buscándole colocación en Pepsi-cola después de su ruina económica, e incluso una vivienda, etc.

 

Pero habla también con detalle de sus pecados e infidelidades, que a punto estuvieron de llevarle a abandonar el sacerdocio. Y aquí es cuando la ayuda de Víctor, con su ejemplo y oraciones le recompensó con creces esos favores, pues cortó de raíz con su vida de pecado y se entregó por entero al Señor.

 

Habla Víctor. Carta al padre Matías.

 

Víctor en una celda del monasterio de Las Batuecas.

Medina del Campo, 30 de enero de 2003

 

R. P. Matías. Muy amado en Cristo y la Virgen del Carmen.

Recibí su carta, que me alegró y me hizo recordar todas las vacaciones que pasé ahí, y sobre todo, todas las inmensas gracias que recibí en esa santa casa.

 

En primavera quiere conocer Asunción todo eso; posiblemente que nos llevará un sobrino, y si puede, irá José Francisco. La verdad que yo añoro cómo se vivía ahí; ahora no me apetece pasar ahí algunos días; me da pena el cambio que tienen ahí.

 

Mi situación humana es verdaderamente, es muy precaria; incluso influye en el espíritu, aunque tengo la gracia de estar adorando a la Santísima Trinidad, siempre que no esté ocupado en lo poco que puedo hacer. Tantas veces que me han manifestado los doctores mi muerte y, sin embargo, aunque fallo mucho, el Señor no me ha querido llevar. Será porque aún me necesitan los hijos y los nietos.

 

Que Dios le bendiga todos los días que viva y crezca en el amor a Dios. Hasta que Dios quiera, si podemos vernos, y que podamos, que sea en el cielo.

 

Víctor Rodríguez Martínez.

 

Detrás del remite de Víctor, en el reverso del sobre, escribe a mano el P. Matías. “Terciario carmelita santo, casado, que durante muchos años se pasa las vacaciones en Batuecas en plan riguroso espiritual, hermano de los Padres de Nuestra Orden José Francisco y Juan Luis”.

 

 

Conviene explicar (comenta el P. José Vicente) lo que dice en esta carta: “Yo añoro cómo se vivía ahí”. Se refiere a que han habilitado en el Desierto una hospedería, en la cual, naturalmente, no se guarda el silencio que se guardaba viviendo entre los religiosos. A él le iba más vivir con la comunidad que en la hospedería por razón del silencio y de asistir a los actos de comunidad como un ermitaño más. También se refiere a que el santo desierto había comenzado a ser visitado por turistas, que, según él dice en otro lugar, hacían mucho ruido.

Testimonios. Carmelitas Seglares de Palencia

Iglesia de los Carmelitas Descalzos en Palencia

Carmelitas Seglares de Palencia

19 de marzo de 2013.

 

Estimado P. José Francisco:

Nos ha de perdonar por no haber respondido antes, con algunas palabras de gratitud por habernos enviado ejemplares de “Vida impactante de un cristiano de a pie”, que trata de la vida tan extraordinaria de su hermano Víctor, y nuestro hermano como Carmelita Descalzo Seglar.

 

Nos agrada de manera especial, que sea un hombre nacido en nuestra Provincia de Palencia, quien, por la calidad de sus virtudes, pueda convertirse en el mejor modelo para los carmelitas seglares, de cómo se puede conseguir la santidad y seguir a Cristo con toda fidelidad viviendo en medio del mundo.

 

Con tal vida, no nos extraña que el Señor le haya dado esa “cosecha” en su familia. Ya lo dice Él: Pedid y se os dará con medida rebosante.

 

La oración y santa vida lo puede todo: ¡Ojalá fuéramos así! Rogaremos a él y difundiremos su vida a ver si la imitamos todos.

 

Un abrazo en el Señor.

 

María Ángeles Pernia

ocds

 

Florecillas. La Historia Sagrada.

 

Catecismo de la doctrina Cristiana por el P. Gaspar Astte.

“A veces el párroco del pueblo hacía catequesis general con todos los muchachos de edad escolar y a las preguntas que hacía sobre datos de la Sagrada Escritura era solo él el que respondía y que respondía acertadamente a todas sus preguntas. Eso se debía a que leía la Historia Sagrada que había en casa y que nuestro padre se ocupaba de explicarnos desde niños”. José Francisco Rodríguez.

 

El Padre de Víctor, D. Daniel Rodríguez, aunque se dedicase a la agricultura, era hijo de maestro, por lo que poseía una cultura superior a los demás vecinos. Siempre fue amigo y apoyo del párroco y del maestro, las dos personas más cultas del Pueblo, y se preocupó de la formación cultural y religiosa de sus hijos.

 

Para ello formó una pequeña biblioteca con temas religiosos como la Biblia, libros espirituales y vidas de santos, pero también promovió el conocimiento de la historia y glorias de España y con algunos libros de literatura, como el Quijote.

 

Así se explica que Víctor fuera el niño mejor capacitado para responder a las preguntas que el párroco les hacía en la catequesis parroquial, pues  el maestro ya le había preparado en la escuela, haciéndole aprender de memoria el catecismo del padre Astete.

Habla Víctor. Carta 2 a Eva María y Raquel (II)

Ingreso de Raquel como Carmelita con sus abuelos Víctor y Asunción

Ya estamos contando los días que quedan para la profesión de la Pastora, que esperamos que ese día sea divino para crecer en el silencio. Además que tendremos la gracia de estar todos juntos un año más. Espero que para esta fecha, toda Galicia y España, nos permitirán comprobar el final de los grandes trabajos de los que nos tienen a todos unidos con Galicia. Nosotros estamos con achaques continuos. Por mi parte he recuperado bastante de la memoria. Aunque tengo muchos fallos, al menos, cuando me hablan al menos puedo tener diálogo.

 

Aquí en Medina me siento mucho mejor que en el pueblo, no tengo problemas ni con la misa ni con la oración. Únicamente la abuela es la que me roba la intimidad, porque sigue dándole a la lengua. Lo único que no me agrada es que en todas las iglesias cierran al terminar la misa. Los padres Carmelitas me han recibido con los brazos abiertos. Bueno, hasta ese día mediante, que crezcáis. Un abrazo y para toda la comunidad.

 

La segunda parte de esta carta es más bien de carácter familiar, por eso trata de la alegría que le ocasiona poder celebrar la profesión religiosa como carmelita descalza de su primera nieta, motivo además para reunir en Sabarís a toda la familia y recordar a su hija y a su nieta que su enfermedad sigue adelante aunque sienta ligeras mejorías.

 

Menciona también el dolor que le causa el que las iglesias cierren al terminar la celebración de la misa, sin duda porque eso le impedía quedarse dando gracias al Señor después de recibir la Eucaristía por tiempo indefinido.

Testimonios. P. Francisco Brandle

P. Francisco Brandle en la apertura del Proceso de Víctor.

Madrid 5 0ctubre 2014

 

P. José Francisco

Vigo

 

Mi querido José Francisco:

En Burgos, dando ejercicios a las Madres, pude leer el libro que José Vicente, con su buen estilo, escribió sobre la vida de tu hermano. Me encantaron, por lo sencillo y práctico, los testimonios personales que ofrecen sus escritos. Por supuesto lo grande de su vida. Me hubiera gustado que se hubiera reflejado más el proceso de su conversión, es algo que a todos nos ayuda, ver como actúa la gracia en nosotros, más allá de nosotros mismos. Es cierto que su vida de creyente no expresa en muchos casos la confianza esperanzada para la iglesia que supuso el Vaticano II, aunque algunos no lo quieran ver, y sigan siendo profetas de calamidades. Pero su bondad y entrega son tan grandes, y su vivencia de la fe tan honda que responde bien a nuestros tiempos.

 

Ya te comenté que en la Asamblea del Carmen Seglar de Castilla se aprobó apoyar la causa. El Consejo Provincial del mismo ya tomó la decisión de que su Presidente, al habla con el P. José Vicente, involucrase al Procurador de la Orden. El propósito era elegir la diócesis en la que comenzara el proceso, cumpliendo lo que determina la ley, que no sé si son cinco años a partir de su muerte.

 

Como este Papa tiene en cuenta la sencillez de vida y el testimonio de vida cristiana como principio, más que los sucesos “milagrosos”, nos interesa recoger testimonios de gente que le ayude a vivir su vid cristiana, que le reconozca como alentador de la fe en estos tiempos.

 

Parece que la diócesis más adecuada en la que comenzar el proceso sería la de Palencia, dado que en ella está el lugar de su nacimiento, aunque el proceso se lo encargaremos al procurador de la Orden.

 

Un fuerte abrazo, que tu hermano siga siendo para nosotros aliento y verdadero intercesor ante el Señor.

 

Francisco Brandle

OCD

 

Florecillas. Ejemplo a seguir

Víctor, al levantarse, se arrodillaba y oraba ante un crucifijo.

“El primer recuerdo que tengo de mi hermano Víctor data de mi infancia. Él y yo dormíamos juntos, y él, lo primero que hacía al levantarse era ponerse de rodillas y rezar ante un crucifijo que había a la cabecera de la cama, cosa que a mí me edificaba, aunque no le imitaba”. José Francisco Rodríguez

 

Santa Teresa de Jesús inicia su autobiografía con estas palabras: “El tener padres virtuosos y temerosos de Dios me bastara, si yo no fuera tan ruin, con lo que el Señor me favorecía para ser buena… Ayudábame  no ver en mis padres favor sino para la virtud; tenían muchas”.

 

Se da la coincidencia de que Víctor comienza su autobiografía con palabras semejantes: “Los padres que Dios me dio, tanto me quisieron, que hijo de la Iglesia me hicieron. Esta me recibió. El bautismo me otorgó. Aún no sabía andar y en brazos a misa me llevaban. En familia todos los días el rosario se rezaba”.

 

Si en Teresa de Jesús la vida cristiana de sus padres la marcó para toda su vida, otro tanto podemos decir de los padres de Víctor. Su religiosidad, su devoción, su asistencia a todos los actos de la parroquia, su entrañable amor a los pobres, etc., marcaron la infancia y juventud de Víctor.

Habla Víctor Carta 2 a Eva y Raquel (I)

Monasterio de Carmelitas Descalzas en Sabarís donde residen Eva María y Raquel.

Medina del Campo, 28 de enero de 2003

Muy amadas:

Como mamá ya os pone al corriente, en primer lugar desearos en este año profundizar en el interior de vuestras almas, y sobre todo en el infinito amor que Dios os da continuamente; no desaprovechéis el tiempo que tengáis soledad; son los momentos en los que nada se debe interponer en vuestra oración.

 

Aunque la oración en conjunto es valiosísima; el interior del alma es más profundo. Así que no perdáis ese tiempo, esa soledad que podéis tener en el monte, os invita a la vida interior profundizando en el infinito amor de Cristo crucificado.

 

Al leer estos consejos de Víctor a su hija y a su nieta, cómo no recordar las palabras del profeta Oseas: “Voy a seducirla llevándomela al desierto y hablándole al corazón”, tan citadas por los autores espirituales.

 

Pero es San Juan de la Cruz, en “Avisos a un religioso” donde encontramos desarrollado el valor de la soledad, propia de los monasterios carmelitas, para descubrir y disfrutar del amor a Dios.

 

“Para obrar en soledad, le conviene tener todas las cosas del mundo por acabadas, y así cuando, por no poder más las hubiese de tratar, sea tan desasidamente como si no fuesen… Para esto procure ser continuo en la oración, y en medio de los ejercicios corporales no la deje. Ahora coma, ahora beba, o hable o trate con seglares, o haga cualquiera otra cosa, siempre ande deseando a Dios y aficionando a Él su corazón, que es cosa muy necesaria para la soledad interior, en la cual se requiere no dejar el alma para ningún pensamiento que no sea enderezado a Dios y en olvido de todas las cosas que son y pasan en esta mísera y breve vida”.