Los siete Dones del Espíritu Santo. |
“A los compañeros que tanto sufrimiento le causaron, nunca
dejó de ayudarles cuando lo necesitaron. Fueron muchos los que acudieron a él a
pedirle consejo y ayuda cuando lo necesitaban. A algunos de sus compañeros les
ayudaba a hacer la declaración de la renta. Como buen cristiano, amó siempre a
los que mal le hicieron y nunca les negó su ayuda” (Begoña).
Según Dª. Carmen Arias, Secretaria de la empresa Embotelladora de Pepsi-Cola que
trató mucho con Víctor, porque era representante de los obreros, Víctor tenía
el don de aconsejar con sabiduría y prudencia, por lo que su opinión era
respetada y tenida en cuenta hasta por los jefes. Su postura siempre era
conciliadora, buscando el interés de los obreros y de la empresa, no siempre fáciles
de compaginar.
El Don de Sabiduría, muy destacado en la vida espiritual de Víctor.
Tampoco era fácil de conciliar las buenas relaciones con los
compañeros trabajadores, a los que apoyaba, pero a los que a la vez exigía un
buen comportamiento. Enterado de que algunos estaban estafando a la empresa, no
dudó en llamarles la atención con caridad para que se enmendasen, pero sin
acusarles ante la empresa. Llamó a su conciencia y no hicieron caso, sino que
se alejaron de él.
Pero aunque se alejaron de él, no dejaron de admirar su comportamiento
honesto y caritativo. Por eso, años más tarde, cuando se encontraron con
problemas, no tuvieran reparo ni vergüenza para acercarse de nuevo a él para pedirle
ayuda y consejo. Estaban seguros de que no les iba a recriminar su conducta,
sino que les ayudaría con amor a resolver sus problemas, y así lo hizo.
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