miércoles, 17 de noviembre de 2021

Florecillas. Amor a los enfermos.

Jesús visitando y curando a la suegra de San Pedro.


Pertenecía a la Congregación de San Felipe Neri, teniendo como apostolado visitar personas enfermas, apostolado que realizaba en el Hospital Francisco Franco, el actual Gregorio Marañón. Como miembro de la Congregación seglar, llevaba una bata blanca o guardapolvos gris y un crucifijo colgado al cuello cuando visitaba a los enfermos en el hospital. Era el distintivo de los miembros de San Felipe Neri (Begoña).

 

Su entrañable amor a los pobres le llevó a entregarse a los enfermos, los más pobres entre los pobres, al no valerse por sí mismos y depender para todo de la ayuda ajena. Incluso los ricos pasan a ser pobres en esas circunstancias, pues aunque cuenten con más personas que les puedan ayudar, se sienten totalmente indefensos. Por muy rico que sea, en la enfermedad grave, es tan pobre como los demás.

 

Sacerdote administrando los últimos sacramentos a un enfermo.

Víctor tenía el don de conectar con los enfermos y de infundirles esperanza, porque siempre se acercaba a ellos con verdadero amor y en nombre del Señor. Por eso le escuchaban, pues con sus palabras y sus gestos, les infundía confianza y les ayudaba a llevar con fortaleza sus dolores y limitaciones.

 

 Siempre les hablaba de que Jesús les tenía un cariño tan especial, que esas molestias y sufrimientos los iba a transformar en alegría y felicidad. Les animaba a recibir los sacramentos y se ofrecía a buscar un sacerdote para que se los administrase. ¡Cuántos enfermos partieron a la Casa del Padre llenos de esperanza gracias a la caridad de Víctor!




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