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Víctor y Asunción ya muy ancianos en su hogar. |
En carta de Eva María, la hija menor de Víctor al P. José Vicente Rodríguez cuando estaba preparando la “Vida impactante de un cristiano de a pie”, le dice respecto a la caja para su entierro: “La caja simple y rudimentaria. El ataúd quería que no fuesen más que cuatro sencillas tablas. Cuando me lo comentó le indiqué que tendría que encargárselo a un carpintero ya en vida, porque los de la funeraria serían todos de mejor calidad. Me contestó: “Si hago eso, tu madre me echa de la casa”. Eva María.
El deseo de Víctor era ser enterrado como los pobres, que no pueden acudir a una funeraria para organizar sus entierros, porque carecen de recursos, pero era consciente de que su esposa y sus hijos no iban a cumplir con su deseo, como él tampoco lo haría con su esposa o alguno de sus hijos. De hecho fue enterrado en la sepultura familiar inaugurada por su padre Daniel. Por tanto, tampoco se cumplió su deseo de ser enterrado en el suelo y con una simple cruz de palo. Gracias a que se enterró en la sepultura familiar, hoy le acompaña su esposa Asunción, hasta que los restos de Víctor puedan ser trasladados a una Iglesia para ser venerados.