sábado, 9 de diciembre de 2023

Florecillas. El “Hermano Víctor”

Víctor y Asunción orando en la Iglesia de las Carmelitas en Sabarís,


Nosotras siempre le llamábamos “Hermano Víctor”, por pertenecer a la Orden Tercera o Carmelo Seglar. Ya era una relación entrañable desde hace tantos años la que tenía con este Carmelo por su amor grande a la Orden, por tener dos hermanos carmelitas y con el tiempo, una hija y una nieta aquí.

Venía con su familia todos los veranos, pues solían pasar todo el mes de septiembre aquí y veíamos año a año su evolución, incluso parece que Dios quiso que viniera a despedirse el verano anterior a su fallecimiento, con gran alegría por nuestra parte.  CARMELITAS DESCALZAS DE SABARÍS.

 

Varios años antes de que su hija Eva ingresara en el monasterio de Sabarís para iniciar su vida religiosa, ya visitaba Víctor este monasterio aprovechando las vacaciones que solía pasar en esta localidad, debido a que, Asunción, su esposa, necesitaba el agua y la brisa del mar para reponer su salud.

 

Víctor se acercaba todas las mañanas para asistir a misa y permanecer largo tiempo en oración. De vez en cuando pasaba al locutorio para hablar con la superiora y con la comunidad con la que estableció verdadera amistad. De ahí que pronto pasaran a conocerle como “el hermano Víctor”, título que no daban a otros carmelitas seglares, pues para ellas se había convertido en un miembro más de su familia.

 

Eso mismo le sucedía cuando visitaba el Desierto de San José de Las Batuecas, donde los religiosos también le llamaban “hermano Víctor” y le permitían participar con ellos en todos los actos como un ermitaño más.

 

¿Por qué se dirigían a él como hermano Víctor, en lugar de, Señor Víctor o Don Víctor? Porque dadas su humildad, sencillez y sensibilidad cristiana, fácilmente se adaptaba y se identificaba con quienes consagraban su vida a Cristo.



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