![]() |
Castillo de La Mota de Medina del Campo. |
Velillas del Duque, 6 de octubre de 1994
D. Javier Muñoz
Estimado Javier y familia: Después de la conversación con tu
padre, intenté hablar con tu esposa, pero ni en la pastelería estaba ni
contestaron al timbre.
Tal como suponíais, fue él quien me informó desde el primer
momento de su situación. Incluso de que ella tenía un hijo drogadicto. Este fue
el punto de partida de nuestra conversación. Le manifesté los inconvenientes
que les podía crear a ambos, y sobre todo a él. Me prometió que lo iba a pensar
bien.
Por lo demás, todo lo quieren hacer como cristianos. También
me informó de que todos vosotros estabais contra su proyecto. Espero que haya
reflexionado, aunque la verdad, a nuestras edades empieza uno a fallar,
principalmente por la parte del cerebro.
Sé que tú, tal como indicaba, estuviste muy unido a él. Yo te
pido que sea cual fuere su decisión, aunque os duela mucho a todos, no le
dejéis solo. Es vuestro padre.
El Señor Muñoz, padre de Javier, al que Víctor se dirige en
esta carta, había sido muy amigo de Domingo, hermano de Víctor, por lo que
también Víctor le trató con frecuencia. Ambos habían sido militares y ambos
eran socios de la “Asociación de cazadores de Valladolid”. Muy hábiles con las
armas, les encantaba la caza en las épocas que estaba permitida.
Al quedarse viudo, entabló amistad con una viuda y estaba
decidido a casarse con ella contra el parecer de todos sus hijos. Víctor
también le advirtió caritativamente de los inconvenientes de ese matrimonio,
pero pide a su hijo, que por caridad acepte la decisión que tome y le ayude y
ame como lo ha hecho siempre. La razón principal es que se trata de su padre, que por su avanzada edad, comenzaba a tener
muchos achaques y debilidades.