Santa Clara de Montefalco,famosa agustina |
Me impresiona grandemente esa palabra que te hace feliz, “esposa de Cristo”. Deseo vehementemente que esto se realice, no con el voto, ni con la clausura, que son solamente meros accidentes. El mío es que te configures y hagas una misma cosa, o sea, que llegues a la unión espiritual perfecta con Cristo. Sabes de sobra que esto no es nada fácil. Yo rogaré para que seas la más humilde de todas, para que ames mucho los trabajos, para contentar al Esposo. Que te dejes enseñar, que te dejes mandar y despreciar, para sí ser perfecta. Debes de tener a la Superiora obrando cuanto te mande, pues el mismo Dios te la dio.
Es una pena que Víctor no guardara las cartas de esta religiosa agustina, pues contribuirían a conocer las certeras respuestas de Víctor a sus preguntas, respuestas propias de un director espiritual gracias al conocimiento de San Juan de la Cruz, el mejor maestro espiritual, al que Víctor sigue fielmente.
La religiosa le habría escrito, al hacer su profesión religiosa, diciendo que por su profesión religiosa se había convertido en “esposa de Cristo”, y Víctor lleno de alegría, aprovecha la ocasión para decirla que los votos y la clausura no son suficientes para conseguir ese objetivo, sino que lo importante es su configuración con Cristo.
¿Cómo conseguir esa configuración con Cristo? Siendo la más humilde, la servidora de todas, dejándose despreciar, obedeciendo a la superiora, etc.
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